Usted está aquí: domingo 16 de diciembre de 2007 Capital Aniversario significativo

Ángeles González Gamio
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Aniversario significativo

A punto de cumplirse veinte años de haber sido declarado por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad, el Centro Histórico de la ciudad de México, festeja con la buena nueva de estar libre de vendedores ambulantes en el llamado perímetro A. Esto permite disfrutar su extraordinaria arquitectura y comprender porque mereció tal reconocimiento. El mismo organismo ha señalado el sitio, como el que posee mayor número de construcciones de valor arquitectónico e histórico en el mundo.

Examinando la lista de bienes que protege la UNESCO en todo el planeta, es motivo de orgullo advertir que México ocupa el primer lugar en América con 27 sitios; 23 culturales, 3 naturales y uno mixto. En varios casos esto también es causa de preocupación, ya que el estar en dicho listado implica la obligación del país de preservarlo en buenas condiciones, lo que desgraciadamente no sucede en todos los casos. Un buen ejemplo es Xochimilco, que igualmente festeja el vigésimo aniversario de su declaratoria. Este lugar conserva ese prodigio ecológico, único en el planeta, que son las chinampas, rica herencia prehispánica, que milagrosamente sobrevive, padeciendo escasez de agua, contaminación y crecimiento urbano invasivo, entre otras varias contrariedades.

Hace unos días, con motivo de ambos aniversarios, el ICOMOS Mexicano AC, organismo asesor de la UNESCO, que dirige el arquitecto Javier Villalobos, apasionado de la conservación, organizó mesas redondas con expertos mexicanos y extranjeros para analizar los principales problemas de estos sitios y conocer sus experiencias. Durante la inauguración se entregó el premio Federico Sescosse 2007. Esta presea se entrega desde 2001 a quien más se ha destacado en favor de la conservación del patrimonio cultural, en lo cual fue ejemplar el señor Sescosse, ilustre zacatecano, que dedicó su vida a rescatar y defender el patrimonio de su estado, al que amaba profundamente, amor que demostró con hechos.

El premio se le entregó a otro hombre notable, Miguel León Portilla, quien ha demostrado con una obra vastísima y trascendental su profundo amor por México. Principal autoridad en materia del pensamiento y la literatura náhuatl, acérrimo defensor de los indígenas actuales, maestro emérito de la UNAM e investigador incansable, ha recibido decenas de premios y doctorados Honoris Causa, en México y el extranjero.

En sus palabras de agradecimiento destacó la importancia de cuidar no sólo los bienes sino el entorno; puso como ejemplo la belleza de los imponentes edificios que rodean la Plaza Manuel Tolsá: los palacios de Minería, Comunicaciones, Correos y el propio Bellas Artes, a cuyas espaldas se encuentra desde hace años un terreno baldío, en las peores condiciones, lo que agrede brutalmente el entorno urbano.

Estas agresiones son frecuentes, sobre todo con edificaciones viles, de alturas y materiales disímbolos a los de la zona, lo que rompe la armonía. Un ejemplo de adecuada solución fue la que llevó a cabo el Banco de México, en el edificio Condesa, situado en la esquina de la avenida 5 de Mayo y el callejón de la Condesa, en donde existía un espantoso edificio de diez pisos, que por suerte se dañó con el temblor de 1985, lo que hizo necesario demoler los tres pisos superiores y se aprovechó para reforzarlo y colocarle una fachada nueva en cantera color arena, que diseñó el arquitecto Juan Urquiaga, con formas y altura inspiradas en las de los edificios que lo rodean, brindándole armonía a la calle, que tiene obras como la Casa de los Azulejos justo enfrente, y a los costados los edificios del Banco de México y de La Palestina. En ocasiones, lo único que se requiere es un poco de pintura y sensibilidad. En esto mucho ayudaría, como lo sugirió el arquitecto Villalobos, que en las áreas de gobierno que tienen que ver con el patrimonio, hubiera especialistas en el tema.

Ahora que vienen las vacaciones festejemos yendo a pasear al Centro Histórico y como ya comentamos, hagamos compras navideñas en las nuevas plazas que alojan a los vendedores, que fueron desalojados de las calles. Eso sí, ojo con la manera de llegar, ya que con el pretexto de la pista de hielo, a cualquier hora, sin aviso y aparentemente sin ninguna planeación cierran calles, causando horribles embotellamientos de automóviles en las de por si estrechas vías, así es que si piensa ir y va en coche mejor déjelo en los alrededores o de plano, rápido y fácil, llegue en el Metro.

Y ya que estamos en 5 de Mayo, vamos a la esquina con Filomeno Mata, a la añeja cantina La Opera, para deleitarnos con su hermosa barra labrada y decoración rococo, así como con unos caracolitos al chipotle, especialidad de la casa, una buena sopa de médula, pierna de cerdo a la parrilla y si es domingo, paella.

 
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