Usted está aquí: miércoles 12 de diciembre de 2007 Opinión Ciudad Perdida

Ciudad Perdida

Miguel Ángel Velázquez
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El DF, zona de obras en 2008

Nuevos espacios viales y mejor transporte, el reto

Confianza de inversionistas en las finanzas

En la entrega pasada adelantamos a ustedes que en esta semana, muy probablemente mañana jueves, el Gobierno del Distrito Federal coloque en la Bolsa Mexicana de Valores deuda por más de 3 mil millones de pesos, que servirá para financiar una serie de obras que cambiarán el rostro de la metrópoli.

Y es que el año próximo, e inclusive algunos meses de 2009, el Distrito Federal podrá compararse con cualquier campo de batalla. Las obras, que derivarán en nuevos espacios viales, por ejemplo, tendrán efecto en una buena parte del norte, sur y centro de la ciudad, por lo que habrá que tener paciencia para aguantar el caos que generará el cambio.

Una parte del dinero que se necesita para esos trabajos provendrá de la incursión de los bonos del DF en la BMV, los cuales, por cierto, están apreciados por las calificadoras internacionales en los más altos rangos crediticios, lo que de entrada promete éxito para el gobierno central en esa interesante aventura financiera, por decirlo de algún modo.

Pero frente a ese caos que prometen las obras, las secretarías de Finanzas y de Transportes y Vialidad han prometido, y todo indica que cumplirán, la desaparición de los taxis piratas, lo que necesariamente dará confianza y seguridad a quienes se quieran transportar por ese medio.

Mario Delgado, titular de las finanzas de la capital, quien presumiblemente tocará la campana de inicio de labores en el piso de remates de la BMV este jueves, asegura tener bien amarrados los acuerdos con la banca, que otorgará los créditos para el cambio de unidades, es decir, los taxis, a los que deberán someterse los que pretendan seguir dando servicio en el Distrito Federal.

Desde la Setravi, Armando Quintero se encargará de levantar el padrón de los taxistas que busquen cambiar de unidad y legalizarse, después ya no habrá tregua. Las condiciones de financiamiento, así como las facilidades en el trámite burocrático, desarmarán cualquier argumento que pretenda alzarse como pretexto para incumplir con los requisitos que permiten a los taxistas ofrecer su servicio de forma regular.

Así que mientras la mayor parte de la ciudad será un caos, que terminará, para bien, en 2009, esperamos, se logrará poner orden a un conflicto que hoy ampara asaltos, robos y secuestros, lo taxis piratas, que por fin desaparecerán del mar vehicular que cada vez hace más difícil transitar por el DF.

De pasadita

El vocero del gobierno del odio, Javier Lozano, que finge como secretario del Trabajo de la gestión de Felipe Calderón, ordenó a uno de sus amanuenses que respondiera a Ciudad Perdida porque en la entrega pasada planteábamos que podría ser –así, en condicional– desde esa instancia federal que se diera un tanto de justicia para los trabajadores voluntarios de la delegación Miguel Hidalgo, que encabeza la panista Gabriela Cuevas.

Tenemos que reconocer que nos equivocamos. La Secretaría del Trabajo no defiende, por ley, a los trabajadores. Por eso, previendo tal respuesta, fue que se condicionó tal esperanza. Ni modo, Lozano no interviene en esos casos, porque no le competen. A él le compete el asunto del drenaje o lo que ocurrió con la ayuda humanitaria para Tabasco, por ejemplo, pero la injusticia en contra de los empleados de una delegación panista, eso ni lo ve ni le importa. ¡Qué ingenuidad la nuestra!

 
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