Solicita el gobierno de Hidalgo intervención federal para garantizar “la paz social”
Paran basurero de Zimapán
Semarnat y Profepa decidirán si debe construirse el confinamiento de residuos peligrosos
Acusa a opositores de haber asumido una postura radical y de alejar a los inversionistas
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El secretario de Gobierno de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz (izquierda), anunció ante grupos que apoyan la construcción de un confinamiento de residuos peligrosos en el municipio de Zimapán que este proyecto se suspenderá hasta que intervenga el Ejecutivo federal
Foto: Carlos Camacho
Pachuca, Hgo., 11 de diciembre. El secretario de Gobierno de Hidalgo, Francisco Olvera Ruiz, aseguró que este miércoles se suspenderá la construcción de la planta de residuos peligrosos en la comunidad de Santiago, municipio de Zimapán.
Reconoció que no hay seguridad para que continúen los trabajos porque el grupo opositor intimida a los albañiles y advirtió que se reanudará la obra cuando “el gobierno federal garantice la paz social en este municipio”.
El funcionario hizo este anuncio ante un grupo de manifestantes que demandaron que las autoridades federales determinen si procede la construcción de la planta. Ellos están en contra de las protestas que ha realizado el grupo Todos Somos Zimapán, el cual rechaza la construcción de la planta, pues argumenta que generará contaminación y enfermedades entre sus habitantes.
Los manifestantes, encabezados por el diputado priísta Carlos Trejo Carpio y por el edil de Zimapán, Eusebio Aguilar Francisco, pidieron castigar a los opositores y recordaron que las diferencias ocasionaron un enfrentamiento el 2 de diciembre.
Olvera Ruiz dio a conocer que la disputa quedará en manos de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que deberán resolver si es viable la instalación de la planta de confinamiento.
Este conflicto surgió hace aproximadamente cinco meses, cuando la empresa española Befesa aceleró la construcción de una planta de residuos peligrosos, en la cual se planeaba invertir 12 millones de dólares.
Se considera que este confinamiento sería el tercero en importancia del país, después de los instalados en Ramos Arizpe, Durango, y Mina, Nuevo León, con capacidad de 120 mil toneladas de residuos inorgánicos y 50 mil de orgánicos.
El secretario de Gobierno comentó: “No se vale que funcionarios del gobierno federal vengan y calienten este asunto y luego no lo resuelvan”. Por ello, advirtió que se suspenderá la obra mientras el Ejecutivo federal no garantice la paz social y la estabilidad de los habitantes.
Descalificó al movimiento Todos Somos Zimapán, encabezado por José María Lozano y por el diputado perredista del estado de México Germán Rufino Contreras, ya que “sus ideas y demandas están muy radicalizadas y así no se puede dar solución al problema”.
Muestra de ello, indicó, son las demandas que los activistas interpusieron ante la Procuraduría General de la República (PGR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) contra del gobierno del estado por supuestos abusos cometidos en perjuicio de Rufino Contreras.
Rechazó que el gobierno del estado “le esté echando la bolita al gobierno federal” al deslindarle la responsabilidad de resolver este conflicto y aseguró que el paro de los trabajos en la planta de confinamiento es una mala señal para los inversionistas.