Usted está aquí: domingo 9 de diciembre de 2007 Capital Canjea GDF zona ecológica invadida en Tlalpan por departamentos

Reubican a 160 familias de los predios Siete Ocotes y Acopiaxco; ocupaban 49 hectáreas

Canjea GDF zona ecológica invadida en Tlalpan por departamentos

Lamenta el jefe de Gobierno que la gente haya sido engañada al comprar de buena fe los terrenos desalojados

Entre llantos de los inquilinos, la maquinaria procedió a la demolición de las viviendas

Ángel Bolaños Sánchez

Ampliar la imagen El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, realizó la demolición simbólica de una de las viviendas edificadas en la zona de conservación ecológica del Ajusco, en Tlalpan. Las familias recibieron a cambio un departamento  GDF/Jorge Carballo El jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, realizó la demolición simbólica de una de las viviendas edificadas en la zona de conservación ecológica del Ajusco, en Tlalpan. Las familias recibieron a cambio un departamento GDF/Jorge Carballo Foto: GDF/Jorge Carballo

Mediante un canje por departamentos, el Gobierno del Distrito Federal y la delegación Tlalpan recuperaron 49 hectáreas en una zona de conservación ecológica del Ajusco, al reubicar a 160 familias que si bien tenían la posesión legal del terreno, al construir allí sus viviendas infringieron la ley ambiental vigente.

El jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard Casaubon, anunció que para el próximo año se asignaron 100 millones de pesos a la demarcación para dar continuidad a este programa, que consideró el proyecto ambiental más importante para esa zona de la ciudad.

“Tenemos que frenar la ocupación de la zona de reserva ecológica, pero no podemos hacerlo sólo mandando a la fuerza pública a desalojar”, señaló.

Dijo que no es a la gente que compró de buena fe sus terrenos a los que hay que meter a la cárcel, sino a quienes los engañaron al venderles sin advertirles que no podrían construir allí.

Y a pesar de las condiciones de precariedad y la falta de servicios de las familias asentadas en los predios denominados Siete Ocotes y Acopiaxco, por igual hombres, mujeres y niños lloraban abrazados al ver a los trascabos iniciar la demolición de una de las construcciones y a los camiones cargados con sus bienes partir del lugar hacia sus nuevas viviendas.

“Vámonos, no quiero ver cómo la tiran”, dijo llorando un menor de unos 8 años a su papá, quien minutos antes recibió de manos del gobernante de la ciudad las llaves de su nuevo departamento, en la unidad habitacional Piñanona, ubicada en la carretera Picacho Ajusco y la calle Encinos, de la colonia Miguel Hidalgo.

Pedro Hernández Flores, quien habitó en lo que fue Siete Ocotes, sitio en el que se edificaron 17 viviendas en torno a una capilla con imágenes religiosas cercada con piedra volcánica, refirió que llegó al lugar hace 10 años, aunque los primeros llegaron un decenio antes, y entre el terreno y la construcción de su vivienda, de ladrillo rosado y loza, había invertido unos 60 mil pesos; recordó que no fue fácil vivir allí, sobre todo cuando estuvieron a punto de ir a la cárcel por una denuncia de la Procuraduría del Medio Ambiente, pero demostraron que no eran invasores, sino que habían comprado a los comuneros.

Guillermo Sánchez Torres, jefe delegacional en Tlalpan, refirió que en la demarcación hay 191 asentamientos en suelo de conservación en los que viven alrededor de 8 mil 200 personas y algunos tienen una antigüedad de más de 20 años.

Ebrard dijo que este mecanismo para recuperar zona de alto valor ambiental se utilizará en otras delegaciones como Xochimilco, para liberar ocupaciones en la zona chinampera.

Antes, el mandatario capitalino y su esposa, Mariagna Prats, presidenta del patronato del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF-DF), colocaron la primera piedra del Centro de Desarrollo Comunitario que se construirá en el Pueblo de San Miguel Ajusco.

Ebrard dijo que mediante este centro los habitantes de los ocho pueblos de la montaña (Parres El Guarda, San Andrés Totoltepec, Santo Tomás Ajusco, San Miguel Ajusco, Magdalena Petlacalco, San Miguel Xicalco, San Miguel Topilejo y San Pedro Mártir) recibirán servicios básicos como atención médica, talleres, actividades deportivas y culturales y atención especializada para adultos mayores, niños, así como a mujeres que padecen violencia doméstica.

Sin embargo, comuneros del lugar pidieron al mandatario capitalino su apoyo para el saneamiento del río y la barranca San Buenaventura, que corre a unos metros del lugar donde se realizará el proyecto, ya que representa un foco de infección al conducir aguas residuales y basura de las partes más altas, y acusaron a un funcionario de la Secretaría del Medio Ambiente capitalina (SMA), Antonio Castillo Vilora, quien es director de Conservación y Restauración de los Recursos Naturales de la Comisión de Recursos Naturales (Corena), de obstruir la liberación de recursos federales para los trabajos de saneamiento al no dar el visto bueno de impacto ambiental.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.