Usted está aquí: martes 27 de noviembre de 2007 Política Los minipartidos frenan acuerdo de PAN, PRD y PRI para desaparecer coaliciones

“Vale madre, ya todo lo tienen cocinado”, señala el senador petista Gonzalo Yáñez

Los minipartidos frenan acuerdo de PAN, PRD y PRI para desaparecer coaliciones

El perredista Leonel Cota advierte que se pretende romper el Frente Amplio Progresista

Dante Delgado señala que podría presentar una acción de inconstitucionalidad ante la Corte

Andrea Becerril y Enrique Méndez

Ampliar la imagen Dante Delgado, en contra Dante Delgado, en contra Foto: Marco Peláez

La rebelión de los cinco partidos con menor representatividad en el Congreso de la Unión, que acusaron a PRI, PAN y PRD de “un arreglo” para desaparecer las coaliciones, detuvo anoche la aprobación del documento que serviría de base para el dictamen de reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), que fue devuelto a la subcomisión redactora para “perfeccionarlo”.

La intención del encuentro en San Lázaro era dar el visto bueno al texto; sin embargo, los legisladores objetaron que no conocían su contenido, debido a que la versión final no fue distribuida ni siquiera a Ruth Zavaleta Salgado, quien preside la Comisión Ejecutiva para la Negociación y Construcción de Acuerdos (Cenca) de la reforma del Estado.

Además, debido a que el secretario técnico de la comisión, Agustín Basave, convocó a una reunión de trabajo y no a una sesión ordinaria de la Cenca, como replicó el coordinador de los senadores del Verde Ecologista, Francisco Agundis, los acuerdos no habrían sido de carácter vinculatorio.

Ese contexto, como explicó el presidente de la Comisión de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, podría retrasar la aprobación de la reforma y convocar a un periodo extraordinario de sesiones. Indicó que si bien los artículos transitorios de la reforma constitucional en materia electoral fijan un plazo de 30 días –que vence el 13 de diciembre– para las reformas legales, éste “tampoco es una camisa de fuerza”.

A la reunión de trabajo citada ayer en San Lázaro se presentó inclusive el presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, Leonel Cota Montaño, quien expresó su preocupación por el hecho de que la reforma propuesta al capítulo II del Cofipe hace prácticamente imposibles las coaliciones para una elección presidencial.

“Esto es un retroceso. Las alianzas son una decisión de los partidos, por eso estoy aquí. Quieren romper el Frente Amplio Progresista”, declaró.

En ese sentido, los partidos del Trabajo, Convergencia y Nueva Alianza se levantaron de la mesa y amenazaron con no votar en la elección del presidente del Consejo General del IFE y dos consejeros más. El senador por Convergencia Dante Delgado anunció la presentación de una acción de inconstitucionalidad ante la Suprema Corte de Justicia, y la disputa se volvió tan fuerte que inclusive Porfirio Muñoz Ledo y Carlos Navarrete sostuvieron un agrio intercambio.

“¡Esto vale madre!”, expresó indignado el senador Gonzalo Yáñez, tras abandonar la reunión. “Ya todo lo tienen cocinado, no tiene sentido estar aquí, porque también la elección de los consejeros está hecha para que PRI, PAN y PRD se repartan un consejero cada uno. Será la misma historia de la elección de Luis Carlos Ugalde y resultará un Consejo General amañado y faccioso”, declaró.

También consideró que la propuesta en materia de coaliciones constituye una contrarreforma, que desde ahora pretende atacar cualquier posibilidad de una coalición presidencial del FAP en 2012, que cuenta –denunció– con el aval de una corriente en el PRD. “Se trata de Nueva Izquierda, efectivamente”, sostuvo.

En su opinión, tal iniciativa tiene como objeto “cerrarle el paso a una eventual coalición encabezada por Andrés Manuel López Obrador”. Su compañero diputado Silvano Garay consideró que dicha propuesta constituye un retroceso democrático. “En 1988 se avanzó con la candidatura común de Cuauhtémoc Cárdenas, y en 2006 con la coalición Por el Bien de Todos, que postuló a López Obrador”.

Además, denunció, el proyecto prácticamente obligaría a los partidos con menor representatividad a no optar por sumarse a una candidatura común para elegir presidente de la República, debido a que deberán registrar listas propias de candidatos a diputados y senadores, a aparecer cada uno con su emblema en las boletas, y a dejar de tener representantes en el Consejo General del IFE.

Y es que entre las modificaciones planteadas por la comisión redactora se pretende cancelar el registro del candidato presidencial si una vez registrada la coalición total (presidente de la República, senadores y diputados), los partidos no registran candidatos para todos los cargos.

Sin embargo, esa disposición va amarrada al hecho de que también se pretende entregar, del 30 por ciento que se distribuye de prerrogativas a los partidos, únicamente al que tenga mayor representatividad de entre los coaligados, y ello haría menos atractiva una alianza.

 
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