Usted está aquí: martes 27 de noviembre de 2007 Mundo Segunda noche de violencia a las afueras de París; 30 policías heridos

Sarkozy llama a la calma y pide aclarar el accidente en que murieron dos jóvenes

Segunda noche de violencia a las afueras de París; 30 policías heridos

Abre fiscal de Val d’Oise investigación contra dos agentes por “homicidio involuntario”

Se extienden los enfrentamientos a 5 localidades; prenden fuego a vehículos y comercios

Afp

Ampliar la imagen Jóvenes enfrentan a la policía en la localidad de Villiers le Bel, al noreste de París, al desatarse una ola de violencia por la muerte de dos adolescentes que se impactaron en una moto contra una patrulla de la policía el pasado fin de semana Jóvenes enfrentan a la policía en la localidad de Villiers le Bel, al noreste de París, al desatarse una ola de violencia por la muerte de dos adolescentes que se impactaron en una moto contra una patrulla de la policía el pasado fin de semana Foto: Ap

Villiers le Bel, Francia, 26 de noviembre. Jóvenes y policías se enfrentaron esta noche aquí por segunda jornada consecutiva, e incluso los incidentes se extendieron a otras cinco localidades a las afueras de París, con saldo preliminar de 30 policías heridos, en una ola de violencia similar a la ocurrida de hace dos años.

Desde China –donde realiza una visita oficial–, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, pidió que la policía aclare los hechos desatados la noche del domingo después que dos adolescentes, que no llevaban casco protector, murieron al chocar su moto contra una patrulla de la policía, en el suburbio parisino de Villiers le Bel.

Un centenar de jóvenes encapuchados, algunos armados con cocteles molotov, lanzaron esta noche proyectiles a la policía en Villers le Bel, que respondió con balas de goma y gas lacrimógeno.

Varios vehículos ardían esta noche, entre ellos una patrulla, además de una escuela y dos establecimientos comerciales.

Por lo pronto, los enfrentamientos se extendieron a otras cinco localidades de las inmediaciones. Poco antes de la medianoche la policía tenía 30 heridos entre sus filas. Con los de hoy, la policía totalizó 70 lesionados.

El domingo, al menos 30 vehículos, la comisaría de Villiers le Bel, dos garajes y varias tiendas fueron incendiados.

Sarkozy llamó a la serenidad. “Deseo que todo el mundo se calme y que la justicia aclare las responsabilidades de unos y otros”, declaró desde Pekín.

La unidad de inspectores encargada de investigar a la propia policía trataba de aclarar las circunstancias del fallecimiento de los dos jóvenes, aunque algunos vecinos insisten en que la muerte de Moushin, de 15 años, y su amigo Larami, de 16, se debió a un error de la policía.

Según los agentes, los jóvenes, que no llevaban casco, no respetaron la prioridad en un cruce al vehículo de policía, que circulaba “a la velocidad reglamentaria y sin sirena”.

La fiscal de la localidad del departamento de Val d’Oise, al que pertenece Villiers le Bel, al norte de París, Marie Therese de Givry, abrió una investigación por “homicidio involuntario y por no asistir a personas en peligro”.

Los primeros elementos de la investigación descartan por ahora la responsabilidad de los agentes, según fuentes policiales y testigos al señalar que se trató de un accidente.

Sin embargo, Omar Sehhouli, hermano de uno de los adolescentes fallecidos, aseguró que los policías son “responsables” y “no permanecieron en el lugar” tras el choque.

Durante la jornada de hoy entre 200 y 400 personas realizaron una marcha en homenaje a los dos adolescentes en calles del barrio donde fallecieron. Durante el cortejo no se reportaron incidentes, informó el diario Le Monde en su edición digital.

Hace dos años, la ola de violencia en estos barrios de las afueras estuvo también originada por la muerte de dos adolescentes que se electrocutaron al intentar huir de la policía.

Habitados en gran parte por personas oriundas del África subsahariana y del Magreb, los suburbios de París registran índices récord de desempleo y una preocupante falta de oportunidades.

Para el primer secretario socialista francés, François Hollande, estos rebrotes de violencia son signo de una “profunda crisis social”.

 
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