DIRECTORA GENERAL: CARMEN LIRA SAADE
DIRECTOR FUNDADOR: CARLOS PAYAN VELVER
SUPLEMENTO MENSUAL  DIRECTOR: IVAN RESTREPO  
EDICIÓN: LAURA ANGULO   LUNES 26 DE NOVIEMBRE 2007 
NUMERO ESPECIAL


Portada

Introducción

Arsénico en La Laguna
Francisco Valdés Perezgasga

Cómo se malgasta el agua en La Laguna

¿Desastres naturales o negligencia política?
Cecilia Navarro

Advertencias para reducir los efectos de desastres naturales


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Cómo se malgasta el agua en La Laguna

Mientras el arsénico sigue como parte de la vida diaria de miles de lagunenses, el agua de la región se utiliza muy mal. Así se desprende de la nota publicada en El Siglo de Torreón.

Firmada por la reportera Cristal Barrientos Torres, en dicha nota se afirma que la agricultura absorbe el 80 por ciento del agua y no existen medidores volumétricos para tener una idea del consumo por usuario.

Pero además, Cristal Barrientos Torres señala que la mala calidad del líquido representa un riesgo potencial de ocho mil hasta 13 mil casos nuevos de cáncer. Así coincide con lo expuesto por Francisco Valdés Pérezgasga en diversas ocasiones y en su texto sobre el arsénico que se incluye en este suplemento.

En la Región Lagunera de Coahuila y Durango, dice Cristal, el panorama es desalentador: la Comisión Nacional de Agua, CNA, no instaló ni el diez por ciento de los medidores volumétricos que prometió hace seis años, y por lo tanto, los agricultores absorben el 80 por ciento de los mantos acuíferos; y la pésima calidad del agua –por la alta concentración de arsénico– representa un riesgo potencial para todos los habitantes de la Comarca.

Valdés Perezgasga, por su parte, advierte: “No se está haciendo lo suficiente por cuidar el agua; una cosa es que nos bombardeen con mensajes de que le cerremos a la llave cuando nos cepillemos los dientes –que no está del todo mal–, pero otra cosa es que no se llame al orden a los agricultores porque utilizan el 80 por ciento de nuestro líquido, y aquí es donde está el gran problema y el mayor desperdicio”.

Según el ambientalista, hace seis años la Comisión Nacional del Agua (CNA) se comprometió a instalar dos mil medidores volumétricos, pues ése es el número de pozos agropecuarios que la dependencia tiene registrados. Pero todo quedó en promesa, como muchas otras más que hace el gobierno periódicamente.

“A los agricultores de alfalfa y forrajes de La Laguna nadie los vigila, nadie constata que solamente saquen el volumen que tienen concesionado. Ellos mismos reconocen que sacan hasta cuatro veces más de lo que legalmente les está permitido; aquí hay un gran problema y lo constatamos cuando la misma CNA dice que se extrae el doble del agua de lo que entra al acuífero. Es una locura suicida.”

Problema de salud

Francisco Valdés Perezgasga asegura que la calidad del agua en La Laguna es pésima y afecta la salud de la ciudadanía. Comenta que las autoridades no hacen nada para equilibrar las entradas y las salidas de los acuíferos.

“El principal riesgo del agua en la región, sobre todo en Gómez Palacio, es el arsénico; ya no digamos en Francisco I. Madero, San Pedro, Tlahualilo u otros lugares donde los valores son de espanto. De acuerdo a los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el agua que tenemos es de muy mala calidad, y esto representa un riesgo de cáncer.”

En cualquier llave que se abra de la ciudad, dice, saldrá agua con arsénico. La OMS recomienda diez microgramos por litro de agua; sin embargo, la Norma Oficial Mexicana permite hasta 25 microgramos. La norma mexicana debía ser muchísimo más estricta, agrega, si en verdad se quiere proteger la salud pública.

Al arsénico, dice, se le asocia con el cáncer en el pulmón, en la piel y en la vejiga. “Cada que te tomas un vaso de agua es como si te compraras un cachito de lotería en donde el premio mayor es un cáncer, es decir, no quiere decir que a toda la gente le vaya a dar pero a muchos sí; estamos sujetos a un riesgo”.

De acuerdo a Valdés Perezgasga, los ambientalistas están muy preocupados por la complacencia de la CNA, “si manejamos bien las cuencas del Nazas y del Aguanaval, y permitimos que funcionen los ríos como debe ser y metan agua al acuífero como lo hacían antes, nosotros podemos resolver lo del arsénico en La Laguna, de lo contrario no habrá ninguna solución”.

El toxicólogo Gonzalo García Vargas le aseguró a Valdés Perezgasga que en Gómez Palacio es más grave el problema de agua con arsénico y casos de cáncer, que en Torreón. “Por los niveles de arsénico en el agua que estamos tomando en La Laguna, y de acuerdo a la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, deben estar apareciendo en la región entre ocho mil y 13 mil nuevos casos de cáncer, cada año”.

El origen del problema

La reportera de El Siglo de Torreón cierra su nota señalando que la mala calidad del agua en la región es consecuencia de tres factores clave:

a) De la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
b) De las altas concentraciones de arsénico.
c) Del mal manejo de los ríos.

Por su parte, Valdés Perezgasga, advierte que las presas matan a los ríos, reducen la calidad y la disponibilidad de agua y afectan la vida de comunidades enteras. En La Laguna sufren de todo eso y, además, de los efectos de la sobreexplotación de los acuíferos. En efecto, al abusar de nuestros ríos, reducimos los ingresos al acuífero. Al extraer agua en cantidades no sólo excesivas sino ilegales se pone la mesa para el deterioro de la calidad del agua que hoy alcanza niveles considerados peligrosos en el mundo civilizado.

Ello se debe a que, durante demasiado tiempo, “dejamos este asunto en manos de la camarilla burocrático-empresarial que ha hecho lo que ha querido –y lo que le ha convenido– con el recurso del que depende la vida toda.
Agrega que el desierto lagunero “no puede ser el origen diario de cinco millones de litros de leche. Ni el hogar de trescientas mil vacas. Nuestra sociedad no puede cargar con el creciente lastre del cáncer producto del arsénico en el agua”.

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