Usted está aquí: domingo 25 de noviembre de 2007 Espectáculos Con voz fuerte, Mercedes Sosa probó que cantar es cosa seria

Comenzó su gira Corazón libre en el teatro Metropólitan

Con voz fuerte, Mercedes Sosa probó que cantar es cosa seria

Hoy continuará con lo más reciente de su repertorio en Guadalajara

Arturo Cruz Bárcenas

Ampliar la imagen Mercedes Sosa recibió aplausos del público al comentar que un día antes de su concierto visitó Tlatelolco para rendir homenaje a los caídos el 2 de octubre de 1968. En la imagen, durante su visita a ese punto de la ciudad Mercedes Sosa recibió aplausos del público al comentar que un día antes de su concierto visitó Tlatelolco para rendir homenaje a los caídos el 2 de octubre de 1968. En la imagen, durante su visita a ese punto de la ciudad Foto: Francisco Olvera

“Tengo tantos amigos aquí en México. Es increíble… tantos años de no venir”, expresó la cantante Mercedes Sosa, durante su concierto del pasado viernes, en el teatro Metropólitan, donde a pesar de una afección de las vías respiratorias interpretó 22 composiciones que alcanzaron en su voz dimensiones hímnicas.

Una imagen dominó el escenario: ella con los brazos abiertos, para un largo abrazo, cálido, amistoso.

Las pequeñas cosas, canción de Joan Manuel Serrat, Juanito, le llamó Mercedes, sintetizaría el concierto Corazón libre –nombre del disco ganador de un Grammy–, en el sentido de que los detalles pueden hacer a una persona llorar en soledad, cuando nadie la ve.

Zamba para no morir, primera de sus interpretaciones, que abre declamando, y donde la voz de Mercedes retumba en todas las esquinas del foro de Independencia. Es un voz fuerte, profunda, que sube y baja para hacer sentir, que da a entender que cantar es algo serio, sin caer en protocolos futiles.

La canción es urgente, de Teresa Parodi, que hizo a los miles de asistentes seguir el ritmo con las palmas. Corazón libre, de lo nuevo en su repertorio. El olvidao, una chacarera de Duende Garnica. Siguió la emblemática Gracias a la vida, de Violeta Parra. Agradeció la presencia y amistad de la familia Álvarez Garín. Acumuló aplausos al citar que un día antes estuvo en Tlateloco, para rendir homenaje a los caídos el 2 de octubre de 1968.

Siguió con Ángel de la bicicleta, que relata la historia real de un hombre que fue asesinado por llevar comida a los pobres, letra de León Gieco. Himno a mi corazón; La milonga a mi corazón; Como la cigarra; Volver a los 17; La maza; un homenaje a los mexicanos con Qué bonita es mi tierra, de Rubén Fuentes, para cerrar con María María.

Miles pidieron otra, pero no hubo tal. Hoy seguirá la gira Corazón libre en Guadalajara.

 
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