Usted está aquí: sábado 24 de noviembre de 2007 Sociedad y Justicia Recomienda especialista dar enfoque global a evaluaciones

La educación, derecho humano fundamental

Recomienda especialista dar enfoque global a evaluaciones

Emir Olivares Alonso

Es indispensable reconocer en la educación un derecho humano fundamental, por lo que todo gobierno debe velar por su cumplimiento con base en un sistema que englobe “tres elementos fundamentales”: propuestas de las autoridades, demandas y presiones de la sociedad, así como la realidad educativa de cada país, aseguró Javier Murillo, coordinador del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación.

Al participar en un seminario convocado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Banco Iberoamericano de Desarrollo, Murillo indicó que las autoridades educativas deben propiciar que el sistema de enseñanza se base en la calidad, pertinencia, eficacia y eficiencia para rendir frutos.

“Las políticas públicas educativas tienen como fin último conseguir sistemas educativos equitativos y de calidad que contribuyan en la creación de una sociedad mejor. De esta forma, la información que aportan las evaluaciones del desempeño de los estudiantes resulta ser esencial para dimensionar aportes y efectos sobre el conjunto de políticas y acciones emprendidas en el escenario educativo”, explicó.

Destacó que es necesario evaluar todo el sistema, pero ese diagnóstico debe replantearse hacia la calidad y la pertinencia. Agregó que en muchas ocasiones las evaluaciones se han “infraexplotado”, con lo que llegan “a tener repercusiones para lo que no fueron diseñadas”, al no ser aprovechadas de manera pertinente.

Inclusive, señaló, de no hacerse de manera adecuada, las evaluaciones podrían generar que el sistema educativo empeore, por lo que recomendó que éstas no se basen únicamente en cantidades, sino también tomen en cuenta la infraestructura escolar y las condiciones de los alumnos, entre otros aspectos.

“La evaluación está conformada no sólo por la medición del desempeño de los estudiantes, sino también, y como principal elemento, por el estudio de factores asociados. Es decir, no se trata sólo de dar cuenta de qué, cuánto saben y aprenden los alumnos, sino las razones de aquello, para poder intervenir adecuada y oportunamente sobre tales dimensiones.

“Se trata de evaluar el desempeño del conjunto de los estudiantes desde las especificidades, contextos, complejidades políticas, culturales y pedagógicas propias y qué elementos definen, limitan o posibilitan tales desempeños dentro de cada uno de los establecimientos escolares y países implicados”, comentó el especialista.

Para ello, recomendó indagar para qué se usan los resultados obtenidos, reconocer las aportaciones y limitaciones de las conclusiones de la evaluación, que éstas se orienten para la obtención de resultados más profundos y que se mejore la difusión de los mismos para “hacer uso adecuado de tales hallazgos”.

Murillo indicó que para que los sistemas de evaluación en realidad contribuyan a la mejora educativa es necesario darle un enfoque global e integral.

“Implica hacer un juicio de valor sobre cómo se desarrolló y qué resultados genera el conjunto del sistema y sus componentes; es decir, desde la estructura, organización y financiamiento, el currículo y su desarrollo, el funcionamiento de las escuelas, el desempeño de los docentes, lo que aprenden los estudiantes en el aula y sus consecuencias en el acceso a oportunidades futuras y movilidad social”.

Murillo agregó que los proyectos educativos deben pensarse a largo plazo y no centrarse solamente en una etapa de la vida de los ciudadanos, debido a que “la educación es una tarea que debe desarrollarse a lo largo de toda la vida”.

 
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