Usted está aquí: viernes 23 de noviembre de 2007 Capital Colonos de Tarango Norte y Sur exigen a LFC regularizar suministro eléctrico

Dos transformadores dotan de luz a 731 departamentos; no hay postes ni medidores

Colonos de Tarango Norte y Sur exigen a LFC regularizar suministro eléctrico

La inmobiliaria pagó adeudo pero la paraestatal dejó incompletas las instalaciones

Rocío González Alvarado

Ampliar la imagen En la imagen se aprecia uno de los dos transformadores que dotan de luz a los 731 departamentos de la Unidad Habitacional Tarango Norte y Sur, con decenas de cables de alta tensión colgando, lo que pone en riesgo la vida de los vecinos En la imagen se aprecia uno de los dos transformadores que dotan de luz a los 731 departamentos de la Unidad Habitacional Tarango Norte y Sur, con decenas de cables de alta tensión colgando, lo que pone en riesgo la vida de los vecinos Foto: Yazmín Ortega Cortés

Aunque desde hace siete años están conectados de manera irregular a instalaciones provisionales, condóminos de la Unidad Habitacional Tarango Sur y Norte, ubicada en la delegación Álvaro Obregón, denunciaron que las autoridades de Luz y Fuerza del Centro (LFC) se niegan a regularizarles el suministro de energía eléctrica, a pesar de que han cumplido con todos los requisitos.

Los afectados aseguraron que desde que les entregaron el conjunto habitacional, integrado por 731 departamentos, en el año 2000, han padecido descargas de luz imprevistas o apagones consecutivos, e inclusive se han registrado conatos de incendios, debido a que las conexiones no resisten la demanda del fluido eléctrico.

Las instalaciones con las que cuentan son las que se utilizaron para los trabajos de construcción de la unidad habitacional, debido a que no fueron sustituidas, por la falta de pago por parte de la inmobiliaria Demet para la elaboración del proyecto, supervisión, pruebas y puesta del servicio eléctrico.

Después de batallar por años con la constructora para hacer cumplir su compromiso, en octubre pasado finiquitó la cantidad de tres millones 64 mil 200 pesos a LFC para que se concluyeran los trabajos.

Dicha información, aseguraron los condóminos, quienes cuentan con fotocopia del pago del adeudo, la proporcionó quien fungía como responsable de la Subgerencia Comercial, Inspección y Medición de LFC, Patricia Martínez Torreblanca, quien giró instrucciones al personal a su cargo para que hicieran las adecuaciones necesarias.

Una cuadrilla de trabajadores acudió a instalar los medidores, pero sólo en la parte sur del conjunto habitacional, y dieron por concluidos los trabajos, sin que se hiciera el cambio del cableado e instalaran los postes de luz, los transformadores y las acometidas que se requieren.

Ante ello, acudieron a LFC a exigir una explicación, pero, para su sorpresa, se les informó que Martínez Torreblanca había sido sustituida en su cargo por Joaquín Caballero, quien en respuesta les señaló que por parte de LFC el proyecto ya estaba terminado. “Háganle como quieran y vayan a la instancia que consideren conveniente”, contestó, según la versión de los condóminos.

Los vecinos, quienes omitieron sus nombres para evitar represalias, consideraron indignante que después de sortear todas las dificultades con la inmobiliaria, ahora sea LFC la que se niegue a regularizar el servicio de energía eléctrica, a pesar del riesgo en que se encuentran las más de 700 familias.

Indicaron que también acudieron a la inmobiliaria, la cual, mediante su apoderado legal, les confirmó que ya habían pagado su adeudo, y correspondía a la paraestatal concretar el trabajo, tras señalar que son ellos los más interesados en terminar el proceso, pues el consumo de energía representa para la constructora una erogación de 210 mil pesos mensuales.

Durante un recorrido por el lugar, se constató que, sin excepción, todos los departamentos del fraccionamiento están conectados directamente a dos transformadores. Los cables de alta tensión están colocados de manera aérea y amarrados con cuerdas a los tanques estacionarios de gas, cuando deberían ser subterráneos.

“El otro día salió volando un registro y echó un fogonazo, justo en el momento en que iba pasando una señora con sus hijos; no pasó a mayores, afortunadamente, pero ¿qué espera Luz y Fuerza?, ¿que alguien se electrocute? ¿Dónde quedaron los tres millones de pesos que pagó la inmobiliaria?”, se quejó una de las inquilinas.

 
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