Arranca con gran aceptación el 11 festival del género
The Siegel-Schwall Band revela el alma blusera de Puebla
Puebla, Pue.. Poco a poco se fue emocionando. Ya para cuando la banda tocaba I got my mojo working, la elegante mujer, ya mayor, cantaba, seguía el ritmo con las palmas, bailaba en su asiento, agitando brazos y hombros, con una enorme sonrisa en el rostro, y codeaba a sus compañeros de al lado para contagiarles su entusiasmo.
Y no era la única. Al final, la actuación de The Siegel-Schwall Band recibió una efusiva ovación de pie de miles de poblanos presentes en la inauguración, en días pasados, del 11 Festival de Blues, en el Complejo Cultural Siglo XXI, un auditorio con capacidad para más de 5 mil personas y que, según los organizadores, se llenó más de la mitad, cantidad nada despreciable para un concierto de blues, aunque la entrada haya sido gratuita.
Si alguien dudaba que Puebla pudiera tener alma blusera, el viernes pasado, durante la inauguración, quedó claro que sí.
Vamos, como alguien comentó al final de la noche, el público y el grupo “hicieron clic”.
La banda estadunidense Siegel-Schwall, con viejos clásicos del género y composiciones propias con aires rocanroleros, se entregó por completo.
Corky Siegel dio todo de sí, con su virtuosa armónica que gemía, aullaba, se dolía y gozaba. Siegel se contoneaba, se mecía, agachaba y estiraba su delgado cuerpo, mientras acompañaba la privilegiada voz de Marcy Levy (fue integrante de la banda de Eric Clapton), que va desde lo profundo a unos asombrosos agudos. En Cry to me lograron uno de los momentos más emotivos, con los dos músicos arrodillados uno frente al otro, voz imitando armónica, armónica imitando voz.
Jim Schwall, en la guitarra, tocó con un estilo que recordaba cuando el blues se fue transformando en rocanrol.
El ritmo, el swing, la cadencia, la pusieron los integrantes afroestadunidenses de la banda: el bajista Rollo Radford, el percusionista Frank Donaldson y el baterista Sam Lay.
Este último, ex baterista de Muddy Waters, fue quien logró crear el ambiente íntimo de un club de Chicago cuando cantó el arrepentido lamento My fault (“te perdono cualquier cosa que hagas/ sabes que fue mi culpa/ danos una oportunidad”) y Going back to Alabama.
Lay, enorme, elegante, con clase, de lentes oscuros, cantó con voz profunda y tocó con un sonido preciso, limpio, sin aspavientos y a la vez con gran emotividad, evocando los orígenes de aquella música.
Un extraño matrimonio
El llamado de la armónica, el “instrumento de los pobres”, como algunos la nombran porque era a lo que podían tener acceso los negros de Lusiana y de Chicago, abrió la noche.
Y la orquesta entró de lleno.
Así comenzó la primera mitad del programa, que a muchos intrigaba: la Orquesta Sinfónica del Estado de Puebla compartió escenario con The Siegel-Schwall Band e interpretaron Último movimiento de Street Music, Op. 65 (1976) y Three Pieces for Blues Band and Orquestra, Op. 50 (1960), ambas de William Russo.
“El blues, quizá la música más sencilla, primigenia y necesaria, la raíz de la música popular de Estados Unidos, se junta con la música de los grandes teatros, la sinfónica”, anunció Raúl de la Rosa, organizador del 11 Festival de Blues y quien desde hace años tenía la inquietud de hacer algo así.
La extraña unión de la música creada en los campos algodoneros por esclavos negros con la compuesta para ser tocada en solemnes salas.
El resultado fue desigual. Una parte del tiempo, sobre todo al principio, daba la sensación de que la orquesta, dirigida por Alfredo Ibarra, actual conductor de la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional, intentaba entrar en la cadencia del blues sin lograrlo del todo. En contraste, alcanzaba ciertos momentos en los que sí creaba un diálogo y las cuerdas platicaban con la armónica de Siegel.
Desde los años 70, The Siegel-Schwall Band ha interpretado con varias orquestas Three Pieces for Blues Band and Orchestra.
El 11 Festival de Blues se realiza en el contexto del 9 Festival Internacional de Puebla, organizado por la asociación civil Puebla Ciudad Musical y la Secretaría de Cultura estatal.
El festival continúa esta semana con Serpiente Elástica y la Banda All Stars de México, creada especialmente para el festival e integrada por Marcela Frenk (voz), Tony Vértiz (batería), Ernesto de León (guitarra), Isidoro Negrete (armónica y guitarra), Carlos Matute (piano), Arturo Labastida (saxofón), Elihú Quintero (guitarra) y Edgar Ordoñes (bajo).
Programación completa: www.myspace.com/11festivaldeblues.