Usted está aquí: sábado 17 de noviembre de 2007 Sociedad y Justicia Ostuacán, marginado de la riqueza que genera

La red eléctrica, vulnerable ante viento o lluvia

Ostuacán, marginado de la riqueza que genera

Situado a 26 kilómetros de la presa Peñitas, sufre de un servicio irregular

Hay petróleo, pero no gasolina

Elio Henríquez y Ángeles Mariscal (Corresponsales)

Ampliar la imagen Un gran número de familias permanecen en los albergues de Protección Civil de la cabecera municipal de Tecpatán, luego de la reubicación en la ribera del río Grijalva. En dicho municipio se prevé la construcción de la Ciudad Rural, la cual beneficiaría a los habitantes de varios poblados que actualmente se consideran en riesgo, en el estado de Chiapas Un gran número de familias permanecen en los albergues de Protección Civil de la cabecera municipal de Tecpatán, luego de la reubicación en la ribera del río Grijalva. En dicho municipio se prevé la construcción de la Ciudad Rural, la cual beneficiaría a los habitantes de varios poblados que actualmente se consideran en riesgo, en el estado de Chiapas Foto: Notimex

Ostuacán, Chis., 16 de noviembre. La tragedia ocurrida en el ejido Juan de Grijalva ha puesto al descubierto la marginación y los contrastes de Ostuacán, municipio que aporta al país energía eléctrica y petróleo, pero cuya población poco o nada se beneficia con ello.

“Es una desgracia, nos tienen días y días sin energía y nos cobran tarifas muy altas”, afirmó Jorge Balboa Jiménez, médico de la localidad, quien resume el sentir de la población que en todas partes manifiesta su inconformidad porque en este municipio situado en la zona norte de Chiapas se ubica la presa Peñitas, que abastece de energía hidroeléctrica –con aguas del río Grijalva– a parte del territorio nacional.

“En 30 años no hubo un día con luz normal”, dijo, y aseguró que la energía fue regularizada la semana pasada, un día antes de que llegaran a Ostuacán el presidente Felipe Calderón y el gobernador Juan Sabines Guerrero, aunque el pasado lunes el pueblo permaneció diez horas sin luz.

“Ahora tenemos luz por la desgracia que ocurrió (el 4 de noviembre) en Juan de Grijalva, pero pasando ésta pronto volveremos a nuestra realidad”, aseveró.

Añadió que a dos cuadras del parque central un transformador se quemó hace más de dos meses, y aunque ha sido reportado insistentemente a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), no ha sido reparado, lo que ha afectado a las viviendas de dos manzanas.

“No sabemos por qué con un vientecito o una pequeña lluvia en Ostuacán se va la luz hasta 10 o 15 días, cuando la presa de Peñitas la tenemos a 26 kilómetros de aquí”, agregó Balboa Jiménez.

El alcalde Tomás Herrera Hernández reconoció que la falta de energía eléctrica “es un problema que hemos vivido desde hace mucho tiempo, quizá por la fragilidad de las líneas intaladas hace muchos años: cualquier lluvia y nos quedamos sin luz.

“La presa está dentro del municipio y genera riquezas, por ello la gente reclama un buen servicio”, manifestó el edil surgido de una alianza formada por los partidos de la Revolución Democrática, Acción Nacional y Convergencia.

El párroco católico Abel Silva García sostuvo que los cortes perjudican a mucha gente, pero “parece que a la CFE no le importa mucho”.

Otra inconformidad de los pobladores es que a pesar de que en el municipio hay unos 40 pozos petroleros –según el alcalde– no existe gasolinera, y para cargar combustible los propietarios de vehículos tienen que ir al vecino municipio de Ciudad de Juárez, distante unos 60 kilómetros por una sinuosa carretera, en la cual ocurren deslaves.

“Cuando alguien ha tratado de traer gasolina al pueblo para venderla, ha sido objeto de hostigamiento por parte de policías estatales, y ni para las emergencias se consigue aquí”, concluyó Balboa Jiménez.

Se niegan a desalojar la zona de riesgo

En Tuxtla Gutiérrez, autoridades de la subsecretaría de Protección Civil informaron que habitantes de zonas de riesgo a lo largo de la ribera del Grijalva se negaron a aceptar la reubicación temporal propuesta por el gobierno.

Ante esta posición, las autoridades los hicieron firmar una responsiva para deslindar al estado de cualquier incidente que ocurra durante los trabajos para retirar los restos del derrumbe que cayó en la zona del poblado Juan de Grijalva.

Durante esta semana autoridades de los tres niveles de gobierno recorrieron un promedio de 15 poblados y rancherías para invitar a las personas a trasladarse a albergues por un espacio de cuatro semanas.

Pobladores de comunidades como La Alianza y La Palma, explicaron que al dejar sus poblados durante un mes correrían el riesgo “de que después no nos dejen regresar”. También que podrían robarles su ganando y pertenencias, por lo que prefieren correr el riesgo y quedarse en el lugar.

 
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