Usted está aquí: jueves 15 de noviembre de 2007 Cultura Mano firme contra el divisionismo en la OFCM, anuncia Cepeda

Atrilistas extranjeros de la orquesta repudian la nacionalidad mexicana: Enrique Barrios

Mano firme contra el divisionismo en la OFCM, anuncia Cepeda

No permitiremos más actitudes intolerantes, racistas o groseras, ataja

Revertiremos la práctica de impedir concursar a músicos de otros países

El director ha exacerbado los ánimos, dice la titular de Cultura del DF

Ángel Vargas

Ampliar la imagen Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF, ayer, durante la entrevista con La Jornada Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del DF, ayer, durante la entrevista con La Jornada Foto: María Meléndrez Parada

Ampliar la imagen Enrique Barrios, director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México Enrique Barrios, director artístico de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México Foto: Notimex

La Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal impondrá mano firme en el conflicto de divisionismo que padece la Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), agudizado a tal extremo en tiempos recientes que son ya innumerables las voces en el medio musical que alertan sobre el peligro de que la agrupación pierda en breve la calidad que la ubica como la mejor orquesta del país.

“No vamos a permitir más que en una instancia pública se susciten actitudes racistas, intolerantes, groseras e incluso agresivas. Eso no volverá a suceder; es algo que amerita sanciones y las voy a ejecutar”, aseguró ayer la titular de esa dependencia capitalina, Elena Cepeda.

Campaña personal

En entrevista con La Jornada, la funcionaria destacó que es una prioridad de su gestión tomar cartas en este asunto, cuya antigüedad se remonta por lo menos 10 años atrás, cuando algunos de los integrantes de la comisión artística de la filarmónica comenzaron a impedir que músicos de origen extranjero participaran en las convocatorias para cubrir los atriles principales.

Tal situación, entre otras repercusiones, ha provocado no sólo la renuncia de algunos de los más virtuosos intérpretes de procedencia extranjera, con sus naturales implicaciones para la calidad de la agrupación, sino que algunos de ellos inclusive han interpuesto denuncias ante la Comisión de Derechos Humanos del DF, la cual ya ha girado recomendaciones al respecto al gobierno capitalino.

“Vamos a poner un alto a esas prácticas. Tomaremos todas las medidas necesarias de acuerdo con la Consejería Jurídica y la contraloría interna de la secretaría, además de la contraloría del DF”, reiteró Cepeda.

Pero el conflicto se agrava aún más cuando, a decir de la secretaria de Cultura, el director artístico de la agrupación, Enrique Barrios, “no sólo no lo ha solucionado, sino se ha convertido en parte de él y ha exacerbado mucho los ánimos entre los músicos”.

La percepción de la funcionaria está estrechamente ligada con la postura que el director de orquesta hizo pública, por conducto de La Jornada el pasado 23 de junio, en el sentido de condicionar su permanencia en la OFCM a un “cambio drástico en la manera de proceder” de la funcionaria, a la que acusó de entrometerse en los procesos internos de la orquesta.

Al preguntarle sobre el particular, Cepeda dijo que en aquel entonces habló con Barrios y “le expliqué que la dirección artística de la orquesta le corresponde a él, mientras que la dirección administrativa es responsabilidad de la Secretaría de Cultura, y no la voy a ceder a nadie, ni a él ni al que venga. No la voy a dejar porque es mi obligación como secretaria de Cultura dar cumplimiento al seguimiento administrativo de la filarmónica, y eso no lo puedo dejar en manos de nadie”.

Otro de los aspectos que Elena Cepeda ofreció como argumento en torno del proceder del director de orquesta es el referéndum que éste organizó entre la agrupación y del cual, según se informó, salió con una aprobación general a su gestión.

Cabe destacar que para difundir el referéndum y sus resultados el músico lo hizo, no por los canales institucionales, sino mediante una agencia privada de relaciones públicas.

Interrogada al respecto, la funcionaria aclaró que dicha práctica no es motivo de sanción en el ámbito institucional, y consideró: “Pienso que Enrique es un hombre muy activo y está en una campaña personal. Me imagino que está buscando ser visto como director de orquesta, por muchos secretarios de Cultura de otros estados e incluso del contexto internacional.

“Eso no me preocupa. Creo que está en libertad de promocionarse y, además, creo que es el momento en que tiene que comenzar a hacerlo. El interés que tengo, y cuento con el apoyo del jefe de Gobierno, es que debemos buscar las mejores condiciones para la orquesta. Además, hay un aspecto muy importante: el año que entra se cumplirá el 30 aniversario de la fundación de la OFCM y estamos preparando un proyecto de festejo por ese motivo, en el que armaremos un programa, que después consensuaremos con los músicos, para el que tenemos un presupuesto muy importante.”

Tras indicar que será en diciembre cuando se detallen públicamente los pormenores de ese festejo, el cual incluye tentativamente la realización de un libro conmemorativo y giras internacionales, Elena Cepeda señaló que estos meses que lleva de gestión en la Secretaría de Cultura, entre otros asuntos, los ha dedicado “a hacer un diagnóstico de la orquesta; he estado en contacto con el jefe de Gobierno, hemos acordado tomar decisiones a futuro de lo que queremos que sea la orquesta. Principalmente necesitamos que se llegue a un acuerdo general en el que los mismos músicos puedan trabajar ya en otra situación”.

Consideró que de ninguna manera la OFCM es una instancia onerosa, si bien el director artístico tiene un sueldo incluso por encima al del jefe de Gobierno, y subrayó la imprescindible labor social, artística y cultural que la agrupación cumple para la ciudad y el resto del país.


Aguda problemática

“Actitud autoritaria”

Pesa más lo artístico

Ángel Vargas

En medio de una aguda problemática de divisionismo y confrontación en la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM), su director artístico, Enrique Barrios, reitera que cuenta con aprobación y respaldo amplios de la gran mayoría de los músicos a su trabajo, y recurre como testimonio a un referéndum realizado hace unas semanas entre los atrilistas.

Al respecto, la posibilidad de que su contrato no sea renovado por la Secretaría de Cultura depende de situaciones al margen de lo artístico, según afirmó anoche en entrevista con La Jornada, en la cual contestó a observaciones y puntualizaciones que en torno de su trabajo y proceder realizó también a este diario la titular de esa dependencia, Elena Cepeda, que se recogen en esta edición.

–¿Considera cumplido ya su ciclo al frente de la orquesta, después de casi tres años de trabajo?

–El ciclo de un director no puede medirse o terminar cuando se tienen conflictos con una funcionaria autoritaria. Si el proyecto termina y la relación con la mayoría de los músicos de una orquesta es como ahora, excelente, y la aprobación de la amplia mayoría de atrilistas al trabajo de la orquesta está allí, creo que las cosas van bien.

–Pero depende de las autoridades determinar si lo contratan o no.

–No me extrañaría que en otro acto de autoritarismo, la secretaria pasara por encima de un proceso democrático de un grupo como la OFCM. Los conflictos y las diferencias con la secretaria de Cultura son su falta de respeto al artista, al conocimiento, a la experiencia, a los procesos democráticos y a las decisiones colegiadas.

–¿Es cierto que hay división al interior de la orquesta, con-frontaciones y conflictos por razones de racismo?

–Hay un pequeño grupo de músicos que repudia la nacionalidad mexicana, mayormente de nacionalidades estadunidense, francesa y polaca, y que ha sido muy agresivo con los atrilistas nacionales; han protagonizado agresiones realmente terribles contra intérpretes mexicanos, tanto en la cuestión musical como en la de prestigio, e incluso insultos graves.

–¿Qué ha hecho usted al respecto?

–Cuando llegué ya había un conflicto importante. Durante 2005 y 2006, se evitó todo tipo de favoritismos y esto pudo bajar mucho la presión y el conflicto entre grupos; pero a raíz de que la señora Cepeda llegó a la Secretaría de Cultura, en 2007, el problema ha crecido ante el favoritismo que ella ha mostrado por ese pequeño grupo de músicos mayormente extranjeros.

“Algo que se pide en mi contrato, además, es que yo promueva la formación y el desarrollo de músicos mexicanos, tanto atrilistas como solistas y directores.”

–¿Hasta qué punto esta situación pone en peligro a la orquesta?

–El conflicto es fuerte en este momento. Hay una determinación de trabajo que afortunadamente es más alta y está por arriba de toda otra cuestión, y puedo decir que los ensayos se desarrollan con disciplina y orden extraordinarios, y que el nivel artístico que presenta la OFCM en cada concierto es altísimo, así como el éxito con el público.

–¿A qué respondió la organización del referéndum?

–Yo se lo pedí a los músicos, ya que existe ese pequeño grupo mayormente de extranjeros que llevan en el país entre 15 y 23 años viviendo y no quieren adquirir la nacionalidad mexicana. Entonces, ante un proceder contrario a los músicos nacionales y también a los proyectos del director artístico por parte de este pequeño grupo, pedí a la orquesta que se realizara un referéndum, con la visión de que si había un número mayoritario de la orquesta que estuviera en pro de un cambio de director artístico, yo terminaría esta temporada y me iría de la OFCM.

“Hicieron este proceso con todas las de la ley, con transparencia y rigor absolutos, y participó ese pequeño grupo del que hablo. De hecho, integrantes de éste pusieron las reglas de cómo se llevaría a cabo. Una vez que votaron y vieron que el resultado no era el que esperaban, han manifestado otra opinión.

–¿Ha buscado encargarse usted del manejo administrativo de la orquesta o cuando menos incidir en él, como lo señala la secretaria de Cultura?

–La secretaria tiene allí una confusión muy fuerte entre lo que es la administración y lo que es la operación. La administración son los pagos, los trámites y demás. La operación es la organización de todo lo que tiene que ver con las actividades de la orquesta.

“Esa dirección operativa, dice inclusive en mi contrato, tiene que apoyar la planeación y los proyectos que el director artístico realiza, pero desgraciadamente no es así. Hoy día, el porcentaje de cancelaciones de actos especiales de la OFCM es alarmante. Arriba de 70 por ciento de estas actividades se han cancelado por una pésima dirección operativa.

“La dirección administrativa no me interesa en lo mínimo, son cuentas y números que nada me atraen. Esa parte sí se está llevando bien; es el aspecto operativo lo que está llevándose pésimamente.”

Como ejemplo de esas fallas, Enrique Barrios señaló la cancelación de una gira por Israel para la semana próxima, además de una serie de conciertos que se habían programado en varias delegaciones de la ciudad de México.

 
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