Usted está aquí: miércoles 14 de noviembre de 2007 Sociedad y Justicia Políticas migratorias “responden a intereses de EU”, sostienen expertas

Debe evitarse criminalización de los indocumentados

Políticas migratorias “responden a intereses de EU”, sostienen expertas

José Antonio Román

Hasta ahora la respuesta del gobierno mexicano en lo que a políticas migratorias se refiere se ha enmarcado en los temas de seguridad nacional y aumento de la militarización, respondiendo en mayor medida a los intereses estadunidenses que a los nacionales, señalan las investigadoras Ana Luisa Nerio y Salomé Almaraz, en su estudio La política migratoria en la frontera sur y la vulnerabilidad de los migrantes centroamericanos.

Advierten que al igual que la estrategia emprendida por Estados Unidos en la frontera norte, la política mexicana tiende a confundir el combate al narcotráfico con los trámites administrativos de control migratorio, llegando así a la criminalización de los migrantes, lo que conlleva graves y frecuentes violaciones a sus derechos humanos al ser víctimas de abusos sexuales, mutilaciones, robos y homicidios.

Señalan que esta política sólo agrava la situación y hace más frecuentes las violaciones a los derechos humanos de los centroamericanos que buscan atravesar el territorio nacional para llegar a Estados Unidos. “Urge, por un lado, diseñar políticas migratorias humanistas y, por el otro, aplicar todas aquellas acciones necesarias tendientes a combatir el crimen organizado sin confundir las acciones.”

Especialistas en migración, las investigadoras, que colaboran con diversos organismos de derechos humanos, consideran que en la frontera sur es donde se presentan más actos de corrupción, violencia y un flujo creciente de migrantes, que se convierte en sector vulnerable al enfrentarse no sólo a los abusos de las bandas del crimen organizado sino también a las corporaciones policiales de todos los niveles.

Y es que debido a su situación geográfica, México es el paso principal de los migrantes latinoamericanos hacia Estados Unidos, pero a pesar de esto el gobierno mexicano carece de una política efectiva de control migratorio que garantice a los indocumentados el respeto a sus derechos humanos: no la hay en la frontera norte, ni en la frontera sur.

Nerio Monroy y Almaraz Reyes precisan con datos oficiales que del año 2001 a la fecha, el presupuesto destinado a intentar controlar la migración centroamericana ha ido creciendo de manera importante, aumentado con ello la infraestructura y presencia física del Instituto Nacional de Migración.

Además, el establecimiento de las estaciones migratorias ha desviado los flujos migratorios hacia rutas más peligrosas, creando un “filtro se seguridad” en la frontera sur. Así, mientras en 2001 Chiapas concentraba 50 por ciento del total de las detenciones, seguida de Oaxaca, Tabasco y Veracruz, actualmente hay gran cantidad de estados que van teniendo mayor participación en ese fenómeno. Hoy día las capturas de centroamericanos se encuentran más diversificadas; por ejemplo, en las entidades que tienen frontera con el Golfo de México y el océano Pacífico.

Es decir, el fenómeno de la frontera norte, de empujar la migración hacia zonas más alejadas y peligrosas, con el reforzamiento de la Patrulla Fronteriza y el muro fronterizo, se ve también en la frontera de México con Centroamérica.

 
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