Usted está aquí: lunes 12 de noviembre de 2007 Sociedad y Justicia Analiza la Conamed deficiente atención médica del INNN a un enfermo

El instituto diagnosticó cisticercosis a un paciente que tenía un tumor cerebral

Analiza la Conamed deficiente atención médica del INNN a un enfermo

Alejandro Reyes fue revisado la mayoría de las veces por médicos residentes y estudiantes de neurología

El expediente clínico, plagado de fallas e irregularidades

Ángeles Cruz Martínez

La Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) analiza la atención médica que recibió Alejandro Reyes Camacho, en cuyo expediente clínico constan las diversas irregularidades y fallas que concluyeron con un diagnóstico de cisticercosis cuando en realidad tenía un tumor cerebral.

Inconformes con el trato recibido durante 2006 en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) Manuel Velasco Suárez, los familiares de Alejandro iniciaron una demanda penal ante la Procuraduría General de la República, dentro de la que ya han acudido a declarar médicos y funcionarios del instituto, incluso un neurólogo, Carlos Márquez Caraveo, quien nada tuvo que ver con el caso de Alejandro.

Durante los más de tres meses que estuvo bajo la responsabilidad del INNN, la mayoría de las veces Reyes Camacho fue visto por médicos residentes, estudiantes de la especialidad en neurología, y la ocasión en que lo revisó un médico adscrito, Mario López, éste planteó sus dudas sobre el diagnóstico de cisticercosis. Era el 15 de mayo de 2006. Alejandro ya tenía ocho días hospitalizado y en tratamiento contra el supuesto padecimiento.

Debido a que persistían las crisis convulsivas y la debilidad en una de las piernas del paciente, López recomendó que se consultase el caso con el doctor Márquez Caraveo, responsable de la Clínica de Cisticercosis del INNN, y que se realizara una resonancia magnética. Con ello se podría decidir si se le practicaba una biopsia, a fin de identificar claramente el problema de Alejandro.

El estudio se realizó pero no se consultó con Márquez Caraveo. Luego, el 20 de mayo, tres días después de haber concluido el tratamiento contra cisticercosis, con el que se suponía Alejandro tendría que haber mejorado, un médico residente lo revisó y debido a que los síntomas del mal persistían, determinó que debería ser canalizado a Neurocirugía y practicarse la biopsia.

Los neurocirujanos vieron a Alejandro el 24 de mayo y programaron la cirugía para dos días después. Ya se habían realizado varios trámites como la solicitud de transfusión sanguínea, la valoración preanestésica e incluso se obtuvo la autorización de la familia del paciente para hacer la operación.

Sin embargo, el procedimiento no se llevó a cabo y Alejandro fue dado de alta el 29 de mayo, “por mejoría”. En el expediente clínico, al que La Jornada tuvo acceso, se anotó que el paciente sería citado para dos meses después en el servicio de consulta externa con el doctor Márquez Caraveo, quien le daría seguimiento al caso.

Apenas 20 días después, el 19 de junio, Alejandro regresó al INNN, a la consulta externa, porque seguía presentando crisis convulsivas. El médico que lo atendió sólo ajustó las dosis de los medicamentos que le habían prescrito durante su hospitalización.

Para el 3 de julio, Reyes Camacho volvió al instituto y otro médico residente le dio cita para que se le realizara una resonancia magnética, lo que ocurrió el 17 de julio. El médico revisó la imagen el 3 de agosto y observó el aumento en el tamaño de la lesión que Alejandro tenía en el cerebro. El especialista en formación le indicó que debía acudir a Neurocirugía, servicio al que llegó hasta el 16 de agosto. Los expertos determinaron que debería realizarse la cirugía para tomar una muestra de la lesión, pero no dieron orden de internamiento.

El expediente clínico contiene una última anotación, la del neurólogo Márquez Caraveo, con quien Alejandro tenía cita el 24 de agosto. El paciente no llegó porque desde el 17 de ese mes estaba internado en el Hospital General de México, donde fue atendido del tumor cerebral que tenía y del que todavía no logra recuperarse.

Hasta aquí los datos contenidos en el expediente de manera cronológica. Extrañamente, al reverso de la última hoja de evolución –en la que están las anotaciones de cuando Alejandro ya estaba en la consulta externa, en el mes de junio y fechas posteriores– aparece otra anotación fechada el 19 de mayo de una sesión de Neurocirugía.

La nota elaborada con una máquina de escribir distinta a las del resto de las contenidas en el expediente clínico, señala que “de acuerdo con planteamiento de doctor Márquez se decidió iniciar tratamiento contra cisticercosis y en caso de falla se propone cirugía” para extraer la lesión. Este texto fue suscrito por Miguel Ángel Celis, en ese entonces jefe del servicio de Radioneurocirugía –actual director del INNN– y un médico residente. También aparece el nombre, sin firma, de Sergio Gómez, subdirector de Neurocirugía.

 
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