Usted está aquí: domingo 11 de noviembre de 2007 Opinión ¿La Fiesta en Paz?

¿La Fiesta en Paz?

Leonardo Páez
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Aniversarios y presentaciones

Ampliar la imagen Detalle de una de las obras del Raúl Anguiano que aparece en el sorprendente libro Sentir y ver los toros, patrocinado por el Instituto Politécnico Nacional Detalle de una de las obras del Raúl Anguiano que aparece en el sorprendente libro Sentir y ver los toros, patrocinado por el Instituto Politécnico Nacional

Todo un éxito resultó la celebración del 35 aniversario del programa Toros y toreros que produce y conduce Julio Téllez, así como la presentación del libro de arte pictórico del maestro Raúl Anguiano Sentir y ver los toros, y la exposición respectiva el pasado jueves en el Casino Español. Acontecimiento cultural de gran importancia que convocó a unas mil personas, la edición reúne la valiosa, pero desconocida obra plástica taurina del artista.

La incansable labor difusora de Julio Téllez y su equipo a lo largo de más de tres décadas, que se dice fácil, pero demanda toneladas de esfuerzo, dedicación y amor por la cultura taurina, se ha caracterizado por la mesura, cuando a veces algunos le hemos exigido inoportuna estridencia.

Sin embargo Téllez, conocedor hasta la médula del ambiente de los toros, ha sabido mantener una línea de elegante divulgación, sabedor de que su tribuna, lejos de pretender fijar rumbos al espectáculo, contribuye a formar opinión sobre éste a partir de un sistemático y exclusivo despliegue visual de lo que acontece en los ruedos. La maravillosa filmoteca taurina que ha logrado reunir, aguarda el momento adecuado para lanzar al público aficionado de todo el planeta, la gran historia visual de la tauromaquia mexicana.

En elocuente despliegue gráfico la edición, patrocinada por el Instituto Politécnico Nacional y por Brigita, la viuda del maestro, ofrece una vasta y sorprendente colección de óleos, grabados, apuntes, monotipos y cerámica en torno al toro y a la tauromaquia que confirman el refinado mexicanismo universal de Anguiano.

El prólogo es del director general del IPN, doctor Enrique Villa Rivera, quien sin falsos taurinismos apoyó esta pieza de colección. Hay además textos del maestro Anguiano, del crítico de arte Jorge Alberto Manrique, conocedor del toreo como expresión genuina de México; de Julio Téllez, de Jorge Barrantes, de Brigita, que quiso homenajear a Toros y toreros en su 35 aniversario porque el maestro Anguiano, cuando dejó de ir a la plaza, tomaba apuntes de escenas de dicho programa, así como de un fantasioso prietito en el arroz que quiso saludar con sombrero ajeno. Durante noviembre más de cincuenta cuadros del maestro, incluidas y no en Sentir y ver los toros pueden ser admirados en el Casino Español de Isabel la Católica 29.

Enhorabuena, pues, a Julio Téllez y a todo su equipo, a Canal Once y a sus directivos, y al Instituto Politécnico Nacional y su director por seguir apoyando, sin alardes, pero con perspectiva cultural y estupendos resultados concretos, esta manifestación del pueblo mexicano.

Hoy se presenta en la Plaza México el joven diestro de Badajoz, Alejandro Talavante, para confirmar su alternativa y de paso ratificar la larga cadena de éxitos obtenidos en su país desde que se hizo matador en junio de 2006. Se le suele encuadrar dentro del quietismo de José Tomás. Sus alternantes son Fernando Ochoa y Leopoldo Casasola y el ganado del hierro mexiquense de San José.

 
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