Usted está aquí: lunes 5 de noviembre de 2007 Política La PGR sufre otro revés ante los tribunales en el caso Raúl Salinas

Está a un paso de liberar una cuenta bancaria de la ex esposa del hermano incómodo

La PGR sufre otro revés ante los tribunales en el caso Raúl Salinas

Alfredo Méndez

Después de 10 años de que dio inicio uno de los procesos penales más largos en la historia de la justicia mexicana, la Procuraduría General de la República (PGR) recibió un revés judicial que la pone en la antesala de liberar una cuenta bancaria a nombre de Ana María Pasalagua Branch, ex esposa de Raúl Salinas de Gortari, misma que fue asegurada como parte de la pesquisa por presunto enriquecimiento ilícito de 161 millones 462 mil 659 pesos abierta contra el llamado hermano incómodo del ex presidente Carlos Salinas.

Aunque el expediente del caso no menciona cantidades, fuentes de la PGR indicaron que esa cuenta representa ahorros cercanos a 5 millones de pesos.

Desde el inicio de este juicio, en abril de 1996, el Ministerio Público Federal (MPF) solicitó autorización a las autoridades judiciales para realizar un aseguramiento precautorio de 30 inmuebles en México y de al menos 10 cuentas bancarias, entre ellas la que Pasalagua Branch abrió en 1968, en la cual su ex marido depositó parte de la pensión correspondiente para la manutención de sus hijos. La cuenta incluye ahorros de la propia mujer, quien trabajó varios años para los sectores público y privado.

Según consta en documentos judiciales, durante casi una década la señora no requirió de ese dinero, depositado en una cuenta del Banco Comermex, ahora Scotiabank Inverlat.

Apenas el 15 de agosto del presente año cuando Pasalagua Branch acudió a una sucursal bancaria ubicada en el Distrito Federal para pedir su saldo, se enteró de que su cuenta estaba en poder del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por orden de la PGR.

La resolución del juicio de garantías 798/2007-3, en poder de La Jornada, refiere que la mujer pidió un amparo hace dos meses. En respuesta, el MPF intentó desacreditar los argumentos de la quejosa, pero fue inútil.

El pasado 30 de octubre el juez federal Gilberto Romero Guzmán concedió a Pasalagua Branch la protección de la justicia federal y ordenó dejar sin efecto la medida cautelar que dio origen al aseguramiento.

La resolución obliga a la PGR a demostrar –una vez que sea ejecutoriado (cumplido) el amparo, pues todavía queda el recurso de revisión– que la señora encubrió el enriquecimiento ilícito que se imputa a su ex cónyuge.

Esto se ve complicado para la autoridad ya que, por un lado, la primera esposa de Raúl Salinas no es coinculpada en el proceso abierto contra el ingeniero en el juzgado 13 de distrito con sede en el Reclusorio Sur y, por el otro, ambos tienen ya 22 años de haberse divorciado.

El artículo 400 del Código Penal Federal, que sanciona a los cómplices de un delincuente, requiere que el posible encubridor (a) de un acto ilícito “preste auxilio o cooperación al autor de un delito” para que se pueda tipificar la acción prohibida.

Según el juez Romero Guzmán, titular del juzgado décimo de distrito de amparo en la ciudad de México, “las autoridades responsables (la juez Silvia Estrever Escamilla, que procesa a Raúl Salinas por enriquecimiento ilícito, y la PGR) no fundaron ni motivaron sus determinaciones (el aseguramiento de la cuenta bancaria), por lo cual es procedente conceder la protección de la justicia federal solicitada”.

La PGR ha perdido la mayoría de los procesos abiertos en México contra Raúl Salinas, quien ya sólo enfrenta un juicio por presunto enriquecimiento ilícito por 161 millones 462 mil 659 pesos, en el cual está tratando de demostrar que dichos recursos forman parte de préstamos que obtuvo por empresarios, los cuales le sirvieron para invertir y reproducir su fortuna.

Este juicio vigente se refiere a las cuentas millonarias y propiedades que Salinas no habría declarado cuando era servidor público, según acusación de la entonces Secretaría de la Contraloría.

En caso de que Salinas sea declarado culpable de este cargo, la pena máxima para el delito de enriquecimiento ilícito es de 14 años, por lo que difícilmente volvería a la cárcel, pues le cuentan los 10 años que estuvo preso por el homicidio de su ex cuñado José Franciscos Ruiz Massieu, del que finalmente fue absuelto en junio de 2005.

Se trata de un litigio con tintes surrealistas, ya que el principal indicio de enriquecimiento de Raúl Salinas no es parte de este proceso. Los más de 130 millones de dólares congelados en cuentas bancarias de Suiza y Gran Bretaña siguen asegurados porque la causa penal por peculado –de la cual ya quedó librado el hermano incómodo en 2004– no ha prescrito y no se ha cerrado oficialmente.

 
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