Usted está aquí: lunes 5 de noviembre de 2007 Estados “Trapecismo” político y traiciones marcan proceso electoral en Tlaxcala

Imposición de candidatos y desvío de fondos estatales en favor del PAN, la constante

“Trapecismo” político y traiciones marcan proceso electoral en Tlaxcala

Hasta el pasado fin de semana, 12 denuncias de PRI y PRD, la mayoría por condicionamiento de programas a cambio de votos para el blanquiazul; clima de tensión pese al pacto de civilidad

Fabián Robles (La Jornada de Oriente)

Ampliar la imagen Brigadas juveniles del PAN regalaron jarras de plástico y mandiles en colonias y unidades habitacionales del municipio de Tlaxcala, con propaganda del abanderado panista, Adolfo Escobar Jardínez Brigadas juveniles del PAN regalaron jarras de plástico y mandiles en colonias y unidades habitacionales del municipio de Tlaxcala, con propaganda del abanderado panista, Adolfo Escobar Jardínez Foto: Alejandro Ancona/ La Jornada de Oriente

Tlaxcala, Tlax., 4 de noviembre. El proceso con miras a las elecciones del domingo entrante se ha caracterizado por múltiples muestras de trapecismo político (pasar de un partido a otro), traiciones, imposición de candidatos del gobernador panista Héctor Ortiz Ortiz en prácticamente todos los partidos acreditados en la entidad, y por un órgano electoral cuestionado desde su origen.

En esta elección intermedia once partidos políticos –tres con registro estatal– se disputan 32 diputaciones locales, 60 ayuntamientos y más de 400 presidencias de comunidad, lo que se traduce en más de mil candidatos.

Un signo que también ha caracterizado el proceso –en el que 733 mil 754 ciudadanos están inscritos en la lista nominal– es el desvío de recursos del gobierno estatal para favorecer a abanderados panistas, justificado por el diputado local Pedro Tecuapacho: “Si el PRD y el PRI lo hicieron en su momento, ¿nosotros por qué no?”

Las denuncias, sobre todo del PRD y del PT, prácticamente únicos opositores a los designios de Ortiz Ortiz, se refieren a condicionamiento de apoyos de programas sociales, “regalos” de material para construcción, despensas y aves, a cambio de votos para abanderados del blanquiazul, aliado en este proceso con el Partido Alianza Ciudadana (PAC).

Hasta el pasado fin de semana los actores políticos habían presentado ante la Procuraduría General de Justicia del Estado un total de 12 denuncias, por la comisión de posibles delitos electorales. El Consejo General del Instituto Electoral de Tlaxcala (IET) ha recibido 42 quejas, sobre todo por destrucción de propaganda.

El líder estatal del blanquiazul, Alberto Jiménez Tecpa, se quejó de varios supuestos atentados contra la esposa e integrantes del equipo de campaña de su candidato a la presidencia municipal de Tlaxcala, Adolfo Escobar Jardínez, los cuales, afirmó –sin prueba alguna–, se perpetraron como parte de una “campaña negra que tiene el sello político de la lideresa nacional del PRI (y ex gobernadora tlaxcalteca), Beatriz Paredes Rangel”.

Pero la aseveración de Jiménez Tecpa sólo fue ante los medios, pues no acudió ante las instancias respectivas “para no alarmar a la ciudadanía”.

El clima político, cuando falta una semana para los co-micios locales, no es claro, a pesar de que la mayoría de los partidos firmaron un pacto de civilidad el 15 de octubre pasado, convocado por el Consejo General del IET. Uno de sus objetivos principales era precisamente evitar confrontaciones y guerra sucia, para privilegiar las propuestas.

Es más, no habían transcurrido 24 horas de la firma del documento cuando el secretario de Gobierno, Sergio González Hernández –quien signó el pacto en calidad de testigo de honor, a nombre del Ejecutivo local–, reconoció que los espectaculares que promueven los logros de la administración panista no habían sido cubiertos en su totalidad, lo que violaba la ley electoral estatal.

Trapecistas

Los últimos días del año pasado, prácticamente sin obstáculo alguno, el Consejo General del IET validó la creación de dos partidos locales: el PAC y el Partido Socialista (PS), gestado en las entrañas del gobierno de Ortiz Ortiz.

El PAC fue sólo un cambio de membrete, después de que el Partido Justicia Social –encabezado por Evangelina Paredes, ex coordinadora de Planeación y Evaluación de Planes y Programas– perdió su registro meses atrás.

El Partido Socialista es una escisión del PT, creada por ex funcionarios de la administración orticista y alentados por la senadora panista Rosalía Peredo Aguilar, considerada líder moral petista hasta antes de los comicios federales de 2006.

El PT ha sido desmantelado durante los últimos 15 días, pues lo abandonaron 41 integrantes de la Comisión Ejecutiva estatal, entre ellos varios funcionarios, tres presidentes municipales y dos de los tres integrantes de la bancada en la legislatura local. Todos ellos, junto con unos 10 mil ex petistas que dicen representar, se sumaron a las filas del PS.

El trapecismo político también se practica en otros par- tidos, aunque en menor escala. Caso emblemático es el de César Carvajal González, quien lo mismo se ha puesto la camise- ta del tricolor que la del PRD, la del PT y la de Convergencia, partido al que aspiraba representar como candidato a la presidencia municipal de Apizaco.

Sobrino del diputado federal priísta y ex aspirante al gobierno estatal Mariano González Zarur, César Carvajal regresó hace unos días por la puerta grande a las filas del PRI, cuando la dirigente nacional Beatriz Paredes lo recibió con los brazos abiertos en un acto de apoyo a candidatos del tricolor.

Tras su intento por ser candidato a la presidencia municipal, al ex diputado local no le quedó más que aceptar que lo incluyeran como aspirante a regidor en la planilla que encabeza el priísta José Luis Ramírez.

Otro caso es el de Rogelio Camarillo López –priísta de muchos años y cercano al gobernador Ortiz–, que primero buscó la candidatura a la presidencia municipal de Tlaxcala por Convergencia, luego se inscribió al proceso interno del PAN, en el que fracasó, y entonces aceptó la postulación por el PT.

En el albiazul, el gobernador coló a varios ex militantes del tricolor, como Edilberto Sánchez Delgadillo y Vicente Hernández Roldán, quienes dejaron sus cargos en la administración estatal para buscar una curul. El Congreso local rechazó, apenas el pasado día primero, las cuentas públicas de Hernández Roldán como presidente municipal de Calpulalpan en el trienio 2002-2004.

Azul pintado de azul

El condicionamiento de programas sociales y la entrega de dádivas a cambio de votos al blanquiazul son pan de todos los días. La senadora perredista Minerva Hernández Ramos denunció, a su vez, un subejercicio de mil 116 millones de pesos “guardados en los bancos, cuyos rendimientos (unos 70 millones de pesos) se utili- zan por el gobierno de Héctor Ortiz para fortalecer a candidatos panistas”.

Este domingo, colonias y unidades habitacionales del municipio de Tlaxcala fueron inundadas de “regalos” (una jarra de plástico y un mandil por domicilio) cortesía del abanderado panista Adolfo Escobar Jardínez.

Desde temprano, brigadas de jóvenes recorrieron a pie, con grandes bolsas de plástico a cuestas, cada sección electoral en el municipio capitalino. Al verse descubierto, Lincoln Rodríguez, funcionario de tercer nivel de la Procuraduría General de Justicia del Estado, a quien siempre acompaña un guardaespaldas, intentó agredir a Alejandro Ancona, reportero gráfico de La Jornada de Oriente.

 
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