Usted está aquí: lunes 5 de noviembre de 2007 Deportes Nosotros pagamos, responde bravía la Porra Libre

TOROS

Nosotros pagamos, responde bravía la Porra Libre

Lumbrera Chico

Si usted acudió ayer a la Monumental Plaza México a presenciar la corrida inaugural de la temporada de invierno 2007-2008, o si por el contrario leyó el desafío que este espacio le planteó la semana pasada a la autodenominada Porra Libre, exhortándola a defender el convenio taurino y la ley de espectáculos vigente, sin duda se preguntará cuál puede ser el origen de esta aparente polémica. La respuesta es elemental.

Resulta que a finales del pasado serial de novilladas, los integrantes de la Porra Libre exhibieron unas mantas contra los defensores de animales que a veces se plantan frente al coso de Mixcoac a gritar consignas absurdas contra la tauromaquia. En sus mensajes, los citados porristas se burlaron de los animalistas y los mandaron a cuidar focas, diciendo que de la fiesta brava se encargaban ellos, argumento al que este espacio respondió afirmando que era falso, porque la Porra Libre había cuidado tan mal esta tradición que la misma estaba, como en efecto está, en avanzada decadencia y en riesgo de desaparecer.

Pues bien, ante esto, el señor Héctor Manuel Acevedo de Anda, presidente de la Porra Libre, envió una carta a La Jornada para refutar lo anterior. Luego de recordar que el lema de esa agrupación es “todo por la fiesta brava”, el aficionado hizo un recuento de lo que había sido publicado aquí y respondió que era injusta e inadmisible la adjetivación que los tachaba de paleros porque ellos “cada vez que acudimos a la plaza de toros pagamos nuestro boleto para tener la libertad absoluta de expresarnos sin que nadie nos moleste y mucho menos la empresa en turno”.

Don Héctor Acevedo añadió que la Porra Libre está por celebrar “el 75 aniversario de su existencia” y que a lo largo de esos tres cuartos de siglo sus miembros siempre han ido a presenciar las corridas pagando las entradas de sus bolsillos, gracias a que poseen “58 derechos de apartado que invariablemente canjeamos en cada temporada, todo esto con el fin de tener libertad de expresión”. De allí, pues, el nombre de porra que se pretende realmente “libre”.

Con todas las suspicacias que estas afirmaciones pueden despertar, porque el hecho de tener derechos de apartado no significa que quien lo posea corra necesariamente con los gastos implícitos, lo notable es que el conglomerado esté por cumplir 75 años de vida, y qué mejor ocasión para festejarlo que asumir la gravedad de la crisis que se vive y actuar en consecuencia, con total libertad, marcándole los derroteros a seguir a la empresa, a las autoridades y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Y si así ocurre, que la afición los premie y si no que se los demande. Ustedes, don Héctor, tienen la palabra.

Y mientras los paleros de Alejandro Amaya alegan disparates en honor del mamarracho de mamarrachos, que ayer en su primer toro demostró que está a la altura de Hank Rhon y Onésimo Cepeda, José Tomás comenzó a escribir la parte más intensa de su leyenda. ¡Olé, por esas dos faenas, grandísimo maestro!

 
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