Usted está aquí: lunes 29 de octubre de 2007 Opinión Peligrosas pastas dentífricas piratas

Iván Restrepo

Peligrosas pastas dentífricas piratas

Las autoridades sanitarias de Estados Unidos descubrieron en junio pasado casi un millón de tubos de una pasta dental (Mr. Cool) que contiene dietilenglicol, sustancia muy peligrosa. Procedían de China. Se hallaron en varios estados del país vecino, donde fueron repartidos por cuenta del gobierno en hospitales públicos, prisiones y centros de detención de menores. Igualmente localizaron varios lotes de Colgate que contenían dicha sustancia. Los introdujeron de contrabando.

Además de Mr. Cool, ese mismo mes se encontró en España otra pasta de dientes, Spearmint, también con dosis altas de dietilenglicol. Cien mil unidades entraron de contrabando. Como en Estados Unidos, miles se habían repartido entre pacientes de hospitales públicos. Se han hallado otras 16 presentaciones de pastas dentífricas piratas procedentes de Asia. El Sistema de Alerta Rápida de Alimentación y Comida de la Unión Europea pidió a sus 27 integrantes no permitir la distribución de dichas pastas y otros productos contaminados.

Un mes después de estos hallazgos, las autoridades sanitarias de Japón revelaron que habían entrado al país miles de tubos de dentífrico chino con alto contenido de dietilenglicol; buena parte fueron distribuidos en hoteles, en los paquetes de aseo personal que brindan a los huéspedes. Luego se supo de la presencia de Spearmint y Mr. Cool tóxicos en Australia, Argentina y Africa.

Empleado en la elaboración de disolventes y anticongelantes, el dietilenglicol tiene un sabor dulce, pero que puede ser letal para las personas. Se permite su presencia en pastas de dientes, pero en dosis bajísimas, que no sobrepasan 0.2 por ciento. Sin embargo, los tubos analizados en diversas naciones muestran que contienen arriba de 5 por ciento. No es la pasta de dientes la única que suele contener dicha sustancia: se descubrió en jarabes curativos, pomadas, sedantes y otros medicamentos. Por su alta toxicidad es causante de cientos de muertes en todo el mundo. Hace exactamente 70 años más de 100 personas, en especial niños, fallecieron en Estados Unidos por tomar un medicamento que contenía tal sustancia. Aunque desde entonces se sabe que es mortal en altas concentraciones, más de una centena de niños murieron en Nigeria hace 20 años al ingerir un jarabe que contenía dietilenglicol. Las autoridades descubrieron que en la fábrica donde se elaboraba sustituyeron un componente con el mortal.

Este año, en Panamá y otros países centroamericanos un medicamento para la tos con dietilenglicol mandó al cementerio a más de 150 personas y dejó paralíticas a otro centenar. El medicamento se llegó a distribuir gratuitamente en los hospitales públicos de Panamá. Se sabe de más víctimas en España, Haití, Australia, India y Argentina. En fin, está comprobado que varios “medicamentos” con tan peligrosa sustancia proceden de India y China, cuyos gobiernos dicen que se trata de artículos piratas.

Otros productos procedentes de Asia causan problemas. Hace cuatro meses, la agencia que regula lo relativo a medicamentos y alimentos en Estados Unidos, la FDA, por sus siglas en inglés, sumó a la lista de mercancías chinas prohibidas (como los alimentos para perros y gatos) a lubinas, carpas, anguilas, bagres y camarones, pues localizó en ellas restos de sustancias cancerígenas. También algunos antibióticos como Nitrofuran y Fluorquinolone, prohibidos en la cría de pescados y mariscos.

China ocupa el primer lugar como productor y exportador de especies marinas obtenidos en granjas artificiales y afirma que cumple con los requisitos exigidos internacionalmente para garantizar la calidad de éstos y muchos otros alimentos, y que está lejos de ser un país de alto riesgo.

Como el tema amerita ser tratado nuevamente, esta vez pregunto a las autoridades sanitarias de México si han localizado en el país productos tóxicos y peligrosos procedentes de Asia. De ser así, deben, entre otras cosas, divulgar la lista de los mismos para evitar daños a la salud y al ambiente. Y la muerte de personas, en especial niños. También pregunto si supervisan los insumos y medicamentos que se usan en las granjas que existen en México dedicadas a la producción de camarón y otras especies marinas.

 
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