La primera versión para ballet, de Mark Godden, será escenificada por la CND

Alistan estreno mundial de la propuesta mexicana de Trionfo di Afrodite

Arturo Jiménez

La música en vivo de Carl Orff es la plataforma esencial: Afrodita, la antigua diosa griega del amor, la lujuria, la belleza y la sexualidad, Venus para los romanos, danza sola, en pareja o en grupo, se mueve con sus peripecias por el escenario del Palacio de Bellas Artes.

Desde las butacas del frente o desde la consola de controles de luz y audio, la mirada de Dariusz Blajer, director de la Compañía Nacional de Danza (CND), sigue con atención los movimientos de los más de 20 bailarines para afinar los últimos detalles de este ballet.

El estreno mundial de la coreografía de Trionfo di Afrodite (1951) será este domingo, y después vendrán otras funciones los días 28 y 30 de octubre y 4 de noviembre.

Se trata de la tercera obra de la trilogía Trionfi (Triunfos), creada por Orff en honor al amor e integrada por la famosa cantata escénica Carmina Burana (1937) y Catulli Carmina (1942), la cual no se ha bailado en México desde hace mucho, recuerda Blajer.

Mientras Carmina Burana parte sobre todo de la poesía alemana medieval, en especial la goliarda, las otras dos obras lo hacen desde la lírica grecolatina, pues la letra de Catulli Carmina es obra de Catulo, con prólogo y epílogo de Orff, y la de Trionfo di Afrodite es una selección de textos de Catulo, Safo y Eurípides acerca del amor entre dos personas.

Música, canto, danza

Esta versión mexicana de Trionfo di Afrodite, con coreografía de danza contemporánea del estadunidense Mark Godden, es visualmente bella y dinámica, pese a la austeridad creativa del vestuario de tono contemporáneo y a la dificultad para reflejar un poco más los elementos narrativos: la historia de la boda de una pareja según la ceremonia de la antigüedad.

Pero ello no importa mucho porque la especie de árbol-mandrágora de la vida que domina la escenografía, creado por Javier Marín, y sobre todo la música de Orff, interpretada por la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes, dirigidos por José Luis Castillo, colman las expectativas de los asistentes al ensayo.

En el ensayo, Castillo también hace lo propio: da indicaciones a los músicos, que no caben en el foso, por lo que arpas, pianos y guitarras se ubican a un costado, mientras los solistas se colocan en el escenario y los coristas en los palcos cercanos. Unos cien músicos y cantantes en total.

Mientras se afinan los detalles, Dariusz Blajer comenta en entrevista: “Esta es una propuesta muy importante para la Compañía Nacional de Danza y la Ópera de Bellas Artes, por las características de obra monumental, que hace el montaje muy dificultoso”.

Blajer considera que Godden quiso resaltar en su coreografía “la belleza de los cuerpos humanos, los encuentros y desencuentros de parejas, y la entrega final de una mujer a un hombre con una boda estilizada, con un lenguaje gráfico”.

Destaca que si la música de Trionfo di Afrodite es poco interpretada y conocida en el mundo, la versión con ballet lo es aún más, lo que da todavía mayor relevancia a la puesta de la CND.

El coreógrafo y ex bailarín polaco espera una buena respuesta del público en las cuatro funciones para que, el próximo año, Afrodita vuelva a triunfar en el máximo recinto cultural del país.