En la actualidad hay más presos políticos que en 1969, afirma en reunión con HIJOS
Propone Rosario Ibarra reformas legales en favor de derechos humanos
Rosario Ibarra de Piedra, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, informó ayer a integrantes de la organización HIJOS-México, defensores sociales y ciudadanos, que presentó en Xicoténcatl una iniciativa para reformar la Constitución, en la cual propone “que el capítulo I se denomine De los derechos humanos, en lugar de De las garantías individuales, y la modificación del artículo 13 para suprimir el fuero de guerra por lo que hace a los delitos cometidos por militares”.
La también presidenta del Comité Eureka agregó que en dicha iniciativa además se proponen “reformas al artículo 15, para prohibir la celebración de convenios o tratados en los que se alteren, restrinjan o supriman los derechos humanos reconocidos por esta Constitución o las garantías de los mismos”.
Ibarra de Piedra, con 32 años en la lucha “por la presentación con vida de los desaparecidos políticos”, añadió que en la iniciativa –que presentó el jueves pasado– planteó que en el artículo 20 constitucional se establezca que los delitos de genocidio, desaparición forzada de personas y tortura sean considerados “imprescriptibles”.
Y, como lo manifestó en el Senado, destacó en una conferencia que ofreció en el contexto de la Semana de HIJOS, que “en la actualidad hay más presos políticos que en 1969; es decir, hay más que en plena euforia represiva del diazordacismo, y enfrentamos el regreso de métodos generalizados por Luis Echeverría: la práctica de la desaparición forzada y la tortura”.
Ante hijos y otros familiares de desaparecidos en las décadas de los años 70 y principios de los 80, en la denominada guerra sucia, aseveró: “continuaré en la lucha por la presentación con vida de todos los desaparecidos que hay en el país” mientras exista uno solo. “Han valido la pena todos los años de lucha que llevamos”.
Desaparecidos ayer y hoy
A su vez, Elda Nevárez, ex desaparecida y ex militante del Movimiento Armado Revolucionario (MAR), destacó: “no se trata sólo de los desaparecidos de ayer, sino también de los de ahora. Quisiéramos que nada más fueran los desaparecidos del pasado, y que ya no existieran más personas desaparecidas, pero no es así; es una práctica que se realiza cobijada en la impunidad”.
Añadió: “yo fui secuestrada, torturada y estuve desaparecida. Me tuvieron en el Campo Militar Número Uno. Gracias a la lucha de Rosario Ibarra, que desde 1975 demanda la presentación de su hijo Jesús Piedra Ibarra, y las doñitas, por su lucha en demanda de que sean presentados todos los desaparecidos, me dejaron libre. Sí, gracias a su lucha”.
Pero “ahí, en los sótanos, en las cárceles clandestinas, en el Campo Militar Número Uno, vimos a muchos de nuestros compañeros detenidos, secuestrados. Ahí los tenían. Hay compañeros a los que vimos ahí hace más de 20 años, y no los sacan, no los entregan. Vi a muchos de nuestros compañeros ahí”.
Afirmó: “sí, nos integramos a la lucha armada, clandestina, porque la situación era terrible, desesperada en el país. Después de la masacre del 68, y luego la represión el 10 de junio de 1971, los jóvenes no teníamos opciones, y nos lanzamos a los movimientos armados, para luchar por una vida mejor. No nos lanzamos para morir. Nadie es suicida. Sabíamos que podíamos perder la vida, pero el objetivo era la búsqueda de una vida mejor.
“Dice el gobierno que éramos unos desadaptados. Sí, sí lo éramos, pues no podíamos aceptar la impunidad, la represión, las masacres. Y la respuesta fue mayor represión, todo el peso del aparato represivo ante la protesta social. A todos los que detenían en esas épocas, las décadas de los 70 y 80, los secuestraban, los torturaban, los desaparecían. Nadie que haya sido detenido por pertenecer a un grupo armado escapó de eso. Hay muchos testimonios de las atrocidades, de las torturas. No había justicia.”
Abundó: “seguiremos adelante; mientras haya un solo desaparecido en este país, seguiremos en la lucha. En este gobierno ya hay más desaparecidos. El 26 de septiembre desapareció en Morelia, Michoacán, Francisco Paredes Ruiz. Él también militó en el MAR, nunca dejó la lucha, ahora estaba en la defensa del lago Zirahuén y los campesinos; su enorme pecado fue luchar contra el poder del dinero”.
Anunció que se formó ya un comité constituido por 30 ex militantes del MAR y otras organizaciones que demandan la presentación de Paredes Ruiz, “y su caso se defenderá también por conducto del Frente Nacional Contra la Represión”.