Usted está aquí: sábado 13 de octubre de 2007 Capital No nos da miedo la policía, sino morirnos de hambre, dicen ambulantes

Respetaremos el acuerdo y aguantaremos hasta donde podamos, aseguran

No nos da miedo la policía, sino morirnos de hambre, dicen ambulantes

Si no hay solución “vamos a salir a torear”, advierten

“Estoy aquí desde las nueve; son las dos y media y apenas me estoy persignando”: comerciante de Plaza Vizcaínas

Agustín Salgado y Alejandro Cruz

Ampliar la imagen Por la mañana, ya liberadas las calles, elementos de la SSP-DF colocaron vallas metálicas para evitar la reinstalación de los vendedores   Francisco Olvera Por la mañana, ya liberadas las calles, elementos de la SSP-DF colocaron vallas metálicas para evitar la reinstalación de los vendedores Francisco Olvera

Ampliar la imagen Antes de retirarse de sus lugares de trabajo, decenas de ambulantes realizaron pequeños convivios.    Roberto García Ortiz Antes de retirarse de sus lugares de trabajo, decenas de ambulantes realizaron pequeños convivios. Roberto García Ortiz

Fue una jornada tranquila y tras 14 años de haberse prohibido el comercio en vía pública finalmente las 87 calles que conforman el perímetro A del Centro Histórico estuvieron libres de ambulantes. Ayer se cumplieron los acuerdos pero lo que suceda en los próximos días, a decir de los vendedores reubicados, nadie puede garantizarlo.

“Por ahora vamos a respetar el acuerdo. Estamos a la espera de una solución y vamos a aguantar hasta donde podamos. No nos da miedo que otra organización ocupe nuestro espacio, tampoco nos preocupa que se armen los madrazos, de lo que tenemos temor es a morirnos de hambre”, advierte una mujer en Pino Suárez y Regina.

Cada esquina del primer cuadro de la ciudad es copada por los comerciantes informales. La mayoría de ellos asegura “vivir al día” y otra de las constantes, por lo menos de los grupos que se ubican al oriente y sur de Palacio Nacional, denuncian que la líder que ha resultado beneficiada con el programa de reordenamiento es Alejandra Barrios.

“Vamos a aguantar, vamos a ver que pasa y a ver que es lo que acuerda nuestro dirigente. Nos prometieron un predio, pero no nos han dicho cuál. Esta abierta la posibilidad de la romería de fin de año, pero no hay nada concreto”, dice un joven en Moneda y Correo Mayor.

Metros adelante, una comerciante de calcetines, que hasta el jueves se ubicaba en el arroyo vehicular de Emiliano Zapata, la continuación de Moneda, establece: “Nuestro líder dijo que iban a ser 10 días, pero nadie aguanta más de tres sin trabajar. Si no hay una solución, vamos a salir a torear, vamos a poner nuestros puestos y ya ni la foto van a poder sacar”.

Ventas por catálogo

En los límites del perímetro A del Centro Histórico, en el Eje Central Lázaro Cárdenas, desde hace dos días los vendedores ambulantes no instalan ya sus puestos, en los que expendían principalmente programas de software y videojuegos piratas, pero no dejan de operar en la zona; entre las calles de República de Uruguay y Meave se puede ver a decenas de jóvenes que abordan a los transeúntes ofreciendo programas como Word, Photoshop, QuarkXPress y juegos como el FIFA 2008, con precios que oscilan entre los 30 y los 80 pesos.

Van con las manos vacías, sólo unos cuantos portan un catálogo de los productos que ofrecen, la presencia de los elementos policiacos no los inhibe; y si alguien se interesa por algún programa en especial, le piden que espere unos minutos para ir por él.

Cruzan el Eje Central y se pierden entre los puestos que todavía permanecen en ese lado de la acera, que pertenece al perímetro B, para regresar en cinco minutos con el producto solicitado.

Mientras, en la Plaza Vizcaínas, en el predio otorgado por las autoridades del DF para albergar a los comerciantes ambulantes, se acondicionan los pequeños locales que se empezaron a ocupar desde el pasado jueves, algunos hacen adecuaciones y otros tratan de atraer a las pocas personas que entran al lugar.

“Hay que esperar, que la gente sepa que estamos aquí”, dice Ana Lilia, quien asegura que en “la calle estábamos mejor”, por el numeroso tránsito de personas que “nos veían y nos compraban; aquí las ventas están muy bajas”.

Otro comerciante asegura: “estoy aquí desde las nueve de la mañana, son las dos y media y apenas me estoy persignando”; otro vendedor, quien no quiso dar su nombre, se queja: “esto no va a funcionar, lo más preocupante es que ya se viene la temporada navideña, que es cuando tenemos las mejores ventas”.

Ofrecen locales bara bara

En tanto, en el número 6 de la calle Meave, mediante un equipo de sonido promociona el arrendamiento de locales comerciales, “le damos todas las facilidades para que inicie su negocio”, dice la grabación.

En ese lugar, denominado Centro Meave, la operadora e inmobiliaria Gemrox cobra una renta de siete mil pesos por un local de metro y medio, que incluye una bodega del mismo tamaño, y 13 mil por espacios de tres metros.

Los interesados deben pagar dos meses de depósito, el mes en curso y una cantidad adicional por concepto de traspaso que va de los 25 mil a los 50 mil pesos, según el tamaño del local, “si usted lo quiere traspasar ese dinero se le devuelve”, explica la mujer encargada de dar los informes.

Así, quien pretenda poner su negocio en el lugar tiene que desembolsar entre 46 mil y 89 mil pesos para poder firmar un contrato de arrendamiento con vigencia de un año, con opción de renovación, además del gasto por la adquisición de la mercancía que se piense vender.

 
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