Usted está aquí: viernes 12 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia En la UNAM todo debe girar en torno a los estudiantes, asegura José Narro

La docencia tiene que verse integralmente, desde bachillerato hasta posgrado

En la UNAM todo debe girar en torno a los estudiantes, asegura José Narro

Quien diga que De la Fuente me apoya para la rectoría falta al respeto a la institución

Rosa Elvira Vargas y Emir Olivares

Ampliar la imagen José Narro Robles, en entrevista con este diario José Narro Robles, en entrevista con este diario Foto: Marco Peláez

José Narro Robles, aspirante a rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tiene una certeza: “una gran universidad lo es por su planta académica, pero una universidad es para sus estudiantes”.

Pendiente y atenta a los problemas del país –añade–, la institución debe anticiparse, prever y estar siempre en consonancia con las necesidades de la sociedad para plantear soluciones.

José Narro ubica el eje de su proyecto: “voltear a ver a la docencia integralmente, desde el bachillerato hasta el posgrado, desde la planta física hasta los planes y programas de estudio y la carrera magisterial”. Facilitar a los alumnos “no su paso por la universidad, sino su aprendizaje”.

Define la autonomía universitaria como un valladar para mantener “la distancia correcta” frente a los poderes de todo tipo; un elemento sin el cual la UNAM no podrá prosperar, y que al mismo tiempo le sirve para plantear, “desde la perspectiva de los universitarios, lo que tiene, lo que sufre y lo que requiere, lo que tiene de maravilloso y contradictorio un país como México”.

Se rebela a la sola mención de que él es el candidato del rector Juan Ramón de la Fuente. “Tengo una relación personal con él de la cual me siento orgulloso. Pretender una sana distancia o lejanía sería mentiroso. Pero él es el rector de todos los universitarios, y quien diga que me favorece, no lo conoce; ignora cómo es este proceso, que tiene reglas claras y es independiente de amistades, gustos o afinidades. Le falta el respeto a la comunidad universitaria, porque no se trata de una contienda política”.

Director de la Facultad de Medicina, el coahuilense dice que la UNAM vive un “momento extraordinario”. Además de ser reconocida dentro y fuera de México como una gran institución, vive un ambiente de trabajo, de camaradería, de comunidad en medio de las diferencias naturales de las 78 distintas profesiones que ahí se forman.

“Y aquí tienen sitio de reunión los gremios, las ideologías, las pertenencias a clases sociales y económicas; un gran foro que representa en buena parte el sentir, las condiciones y anhelos de la sociedad mexicana.”

–¿Qué representa para usted y qué requiere hoy la UNAM?

–Una de las instituciones más importantes que se ha dado México. Con sus formas, maneras, problemas, dificultades, éxitos, tropezones, pero a lo largo de la historia del país, la UNAM siempre ha estado presente. No hay manera de entender el México del siglo XX sin la universidad.

Y hoy representa un motivo de orgullo. La nación tiene una gran identidad con la UNAM, pues está atenta a sus problemas. Sus investigadores y maestros en todas las disciplinas tienen preocupaciones y proponen soluciones a lo que pasa en el país: su clima, el agua, la alimentación, la energía, las enfermedades y todos aquellos asuntos que nos son más cercanos, como la injusticia social, la disparidad que existe en México, la identidad nacional, la cultura, en fin.

“Hay tres espacios sobre los cuales debemos comprometernos: primero, no echar a perder, no fastidiar lo que está funcionando muy bien, sino consolidarlo. Enseguida, hacer los ajustes que se requieren, en apego a las nuevas realidades. Por ejemplo, hay quienes discuten el papel del bachillerato en una institución de educación superior, y yo tengo muy claro que el de la UNAM es insustituible. Pero también sé que es absolutamente perfectible, que necesitamos mejores egresados de ese nivel.

“Y, por último, la UNAM tiene que anticipar, ver hacia el futuro, prever las necesidades de México, de la sociedad, de los grupos mayoritarios y ponernos en consonancia con esas demandas para saber por dónde avanzar.”

–¿Qué plantea frente al problema de maestros que no se retiran por lo insuficiente de las jubilaciones, pero al mismo tiempo no hay espacio para nuevos académicos?

–Tenemos que encontrar soluciones, porque se trata de un problema real. (Debemos) Garantizar que quienes han cumplido una vida de trabajo puedan tener modalidades de retiro adecuadas. Y aunque eso no depende sólo de la universidad, aquí tenemos a los especialistas que conocen de los sistemas de pensiones, del financiero y del tributario, y nos pueden ayudar a encontrar salidas.

“Ahora, para muchos es muy satisfactorio seguir contribuyendo, y para la universidad es maravilloso tener a estos grandes profesores e investigadores que tienen todavía el talento, la energía, la capacidad de permanecer aquí. Pero la cuestión es cómo combinar eso y, al mismo tiempo, no se genere esa brecha que sí está dándose, y poder incluir a cuadros jóvenes.”

–¿Cuál es el lugar de los estudiantes en su proyecto?

–Todos los que tenemos una vocación académica debemos entender que una función indispensable es la docencia, y hay que apoyarla, pero en función de los estudiantes.

“Alrededor de ellos debe girar todo: los grandes maestros, los programas de estudio y las ayudas para el aprendizaje, desde las tradicionales, las bibliotecas, hasta las tecnologías modernas, virtuales, los bancos de datos, el material impreso, los laboratorios, las actividades extracurriculares.

–¿Cómo pelearía por conseguir mayor presupuesto para la UNAM?

–Esta es una universidad pública, y su financiamiento tiene que ser fundamentalmente público, lo que no quiere decir que escapemos a nuestra responsabilidad de generar recursos. Hoy, 10 por ciento –unos 2 mil millones de pesos– del presupuesto se obtiene con los proyectos de investigación que realiza para entidades públicas y privadas.

“Además, entre 2000 y 2006 la UNAM recibió más de 3 mil millones de pesos por ampliación de presupuesto. Ha habido una comprensión hacia la labor que desarrolla, y habrá que seguir insistiendo frente a la sociedad que esta institución cumple una tarea central importantísima, de la cual, en buena parte el Estado tiene que hacerse responsable.”

–¿Y las cuotas?

–No creo que la solución a los problemas financieros de la UNAM tenga que ver con las cuotas. De qué nos sirve tener algunos cientos, no muchos, millones de pesos más para tener un gran problema.

“Ese es un tema que no debería abrir en este momento la comunidad universitaria. No soy partidario absolutamente de eso.”

–¿Cómo define la gestión de Juan Ramón de la Fuente?

–En mi perspectiva, y creo que es compartida por amplios sectores, extraordinaria. Él tiene capacidad de conciliar, de entender la diversidad que representa esta gran comunidad; tiene las condiciones de liderazgo que han permitido colocar a la UNAM en el lugar que se merece y darle una proyección internacional extraordinaria. Ha sido un magnífico rector.

–¿Es usted el candidato del doctor De la Fuente?

–Quien diga eso, seguramente no lo conoce. No sabe cómo es el proceso que aquí se vive y le falta el respeto a la comunidad universitaria. Tengo una relación personal, amistosa de muchos años con él. Somos colegas, egresados de esta facultad (Medicina) y hemos trabajado y compartido tiempos y proyectos interesantes.

“Me siento orgulloso de esa relación, pero él es el rector de todos los universitarios y sabe cuál debe ser su comportamiento ético frente a un proceso de esta naturaleza. Y avanza con normalidad, como debe ser. No hay una sola cosa que ocultar o de la cual uno pueda sentirse mal.”

–¿Cómo participará en este proceso?

–Estoy convencido de que la Junta de Gobierno considerará como básico, el sentir de la comunidad y el proyecto que uno presente, así como haber probado que además de buenas ideas, ha sabido ponerlas en práctica.

“Me imagino un proceso de altura, donde prevalezcan las propuestas. Sin duda, surgirán más nombres, porque hay muchos otros universitarios que podrían hacerlo con gran dignidad. Pero ésta no es una contienda política, no es una búsqueda de poder, sino un proceso donde la Junta de Gobierno pretende encontrar a quien, a su juicio, reúna las mejores condiciones para coordinar el trabajo universitario, para representar a la UNAM.”

 
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