Usted está aquí: viernes 5 de octubre de 2007 Mundo Cuba confirma que los restos hallados hace 10 años en Bolivia son del Che

El gobierno de la isla realiza pruebas de ADN

Cuba confirma que los restos hallados hace 10 años en Bolivia son del Che

Gerardo Arreola (Corresponsal)

La Habana, 4 de octubre. Cuba confirmó con pruebas de ADN que los restos de Ernesto Che Guevara corresponden a los que fueron localizados en Bolivia hace una década y reposan en la isla, en un mausoleo en la ciudad de Santa Clara, reveló el médico Jorge González, jefe del equipo forense a cargo del caso.

Las comprobaciones genéticas no se realizaron en Bolivia cuando se exhumó el cadáver de una fosa común, porque los investigadores lo estimaron innecesario al tener otras evidencias, “pero sí se efectuaron en Cuba para validar el método de búsqueda, obteniéndose así otra prueba” de que era auténtica la osamenta identificada en 1997 como la del Che, dijo González, en declaraciones difundidas este jueves por el diario Juventud Rebelde.

González, actual rector del Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana, ofreció una conferencia en la víspera, en una escuela de formación del Partido Comunista en la central provincia de Ciego de Avila. El matutino no precisó si el especialista informó la fecha en que se aplicó la pesquisa de ADN.

Cuba prepara un homenaje especial a Guevara por el cuadragésimo aniversario de su muerte, ocurrida el 9 de octubre de 1967 en el pequeño poblado boliviano de La Higuera.

La declaración de González responde a varias versiones surgidas en los últimos diez años, que han impugnado la autenticidad de los restos de Santa Clara.

La búsqueda del cadáver del Che y de los de sus compañeros de guerrilla consumió dos años, entre 1995 y 1997. González dijo en Ciego de Avila que recopiló 88 versiones sobre la suerte que había corrido el cuerpo sin vida de Guevara.

Esas versiones comprendían todo el arco posible, según el médico: desde la ubicación de los restos en la localidad de Valle Grande, cercana a La Higuera, hasta su incineración y la dispersión de las cenizas en la selva.

La versión certera surgió de los pobladores del lugar, que ubicaron el sitio del enterramiento en un antiguo aeropuerto, en un sector colindante con el cementerio de Valle Grande, dijo González.

Agregó que entre las claves para comprobar que la osamenta encontrada era del Che, estuvieron una radiografía craneal de 1954, la autopsia de 1967 y el molde de la dentadura implantada a Guevara como parte del disfraz que ejecutó un experto cubano, antes de la incursión del líder guerrillero en Bolivia.

El experto es el odontólogo y coronel retirado del Ministerio del Interior Luis Carlos García Gutiérrez, ahora de 89 años, un veterano militante comunista que en una práctica de décadas se convirtió en especialista en la falsificación de documentos e identidades.

García Gutiérrez, más conocido como Fisín, publicó aquí en 2003 su libro testimonial La otra cara del combate, con revelaciones sobre episodios como el enmascaramiento del Che antes de su campaña boliviana.

Después de su frustrado levantamiento en el Congo, Guevara retrocedió a Tanzania, donde se preparó para Bolivia. Fisín relató cómo ejecutó el disfraz en Dar es Salaam, en 1966: un chaleco debajo de la camisa, que engordaba al personaje y le insinuaba una joroba; unos zapatos que le aumentaron la estatura tres o cuatro centímetros; unos anteojos con falso aumento, que tenían una especie de espejo retrovisor; un afeitado total, depilación parcial de la cabeza y la prótesis dental.

El experto recordó que en Tanzania fabricó la dentadura superior e inferior con modelos en yeso-piedra, con lo cual logró aumentar la distancia de la base de la nariz al borde inferior del mentón. “Yo tenía experiencia en casos como este”, narró García Gutiérrez. “Le daba al personaje un aspecto medio bobalicón”.

Aquellos modelos “fueron de mucha utilidad después, en la identificación en sus restos en Bolivia, según me lo confirmaron algunos participantes”, escribió Fisín en su testimonio.

La búsqueda de los restos del Che y sus compañeros se disparó en 1995, cuando el general retirado Mario Vargas Salinas, quien participó en la campaña contra Guevara, habló en una entrevista de prensa de la fosa común de Valle Grande.

A continuación, el entonces presidente Gonzalo Sánchez de Lozada autorizó las exploraciones. Junto al grupo cubano participaron antropólogos forenses argentinos.

 
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