Número 131 | Jueves 7 de junio de 2007
Director fundador: CARLOS PAYAN VELVER
Directora general: CARMEN LIRA SAADE
Director: Alejandro Brito



Había una vez un sábado

Por Joaquín Hurtado

Es sábado y Miguel me envía un mensaje de texto: “Estoy cerca de tu casa ando caliente”. Le devuelvo la llamada y quedamos de vernos en una hora. Llueve. Bendita lluvia, cómplice de mi molicie.

Linda, una amiga cuarentona adicta a mis locuras sexosas, se nos unirá más tarde. Cogeremos, pistiaremos y fumaremos mariguana hasta la noche. Saldremos a la calle, cenaremos sushi y nos acostaremos de nuevo para escuchar unos discos que mi hijo trajo de Europa. Abandonados al imperio de las sábanas, retozaremos y nos desollaremos hasta el domingo por la mañana, cuando mis amigos tengan que regresar a su mundo; crudos, hinchados y satisfechos. Poderosos héroes que en llegando a casa besarán a su feliz e inocente familia después de revolcarse en la depravación.

Cuánta belleza. Cuánta felicidad en este mar picado que de pronto se serenó gracias a un mensaje de texto y a la insaciable sed de tres putos.

—¿Y esas dos manchitas color marrón que te descubriste accidentalmente en el tobillo ayer por la tarde cuando aplastabas un zancudo hostigoso? ¿Sarcoma de Kaposi?

Es sábado por la mañana y una sensación de felicidad pudorosa me embriaga mientras veo llover sobre un cerro de la Silla envuelto en nubes como velos de una novia pendeja.
Es sábado y tengo todo el fin de semana para cumplirme cualquier fantasía. Todo mi cuerpo se estremece, se electriza y se prepara ante la inminente cogida con la dama hipercachonda
y el hermoso Miguel que después de cinco emails me eligió como su mentor en la exploración bisexual de su erotismo macho.

Nota al margen: Savater dice que no hay nada como el placer de enseñar algo nuevo a otra persona. Miguel es pura inteligencia y disposición; excelente discípulo en este extravagante
y sensual proyecto educativo.

—¿Miguel Bosé, Bach, Philip Glass? ¿Qué escuchar mientras redacto esta entrega de mi columna mensual a Letra S? Dejaré que elijan las manchitas color marrón que tímidamente se están asomando en el huesito del tobillo. ¿Y si realmente se trata del Kaposi y éste se extiende hasta eclipsarme el rostro? Tendré que usar maquillaje como Tom Hanks en Filadelfia. Asunto resuelto.

Pero, hombre, por Dios, deja eso: mira que es sábado, tu sábado. Tus amantes están por llegar y tú no tienes otra cosa que hacer que escribir tu crónica testimonial, ver llover sobre Monterrey, y gozar la espera oyendo los conciertos de Brandenburgo con la verga medio erecta.

Retorciéndote de miedo por el pinche Kaposi.