Usted está aquí: viernes 28 de septiembre de 2007 Sociedad y Justicia Latente, el riesgo de cultivar maíz transgénico en el norte

Apremia Sagarpa a autorizar siembras experimentales

Latente, el riesgo de cultivar maíz transgénico en el norte

Matilde Pérez U.

Hay un riesgo latente de que agricultores del norte del país comiencen a cultivar maíz transgénico si sigue posponiéndose la siembra experimental de esta semilla, advirtió Víctor Manuel Villalobos Arámbula, coordinador de asuntos internacionales de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

El funcionario señaló que el grano modificado puede ser traído a México de contrabando desde Centroamérica, debido a que en Guatemala y Honduras se siembran maíces híbridos derivados de semillas convencionales, similares a las que se utilizan en los estados del norte del país.

“Es altamente riesgoso que se introduzcan estas semillas a territorio nacional, pues sin un análisis riguroso en un laboratorio especializado es imposible distinguir una mazorca transgénica de una convencional; la situación sería contraproducente para la agricultura y el desarrollo tecnológico”, dijo.

Antes de presentar su libro Los transgénicos: oportunidades y amenazas, el integrante de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados comentó que la planta de maíz es una de las más manipuladas por los humanos, e indicó que desde hace 60 años se crearon híbridos que pusieron a prueba la continuación de la siembra de semillas criollas en el país.

“Actualmente, ambos conviven en el campo mexicano, pero no será el maíz transgénico el que ponga en riesgo la continuidad de la siembra de semillas criollas; el riesgo es que los campesinos dejen de usar éstas o las sustituyan, porque los rendimientos y los ingresos serán mejores con semillas híbridas”, dijo.

Villalobos Arámbula recomendó que para mantener las diversidad de razas y semillas criollas de maíz se fijen precios a éstas en relación con el maíz comercial; “habrá que pactar un precio más elevado para las variedades criollas, que representan una identidad cultural y gastronómica de diversas regiones del país”.

Aseguró que el maíz transgénico no agrede la cultura ni las tradiciones, pero “si no se realizan siembras experimentales seguiremos hablando de supuestos escenarios; estas siembras son necesarias para que los mexicanos desarrollen sus propias semillas y dejen de depender de trasnacionales; México no puede seguir atrás en desarrollo tecnológico”.

Insistió en que el principal competidor de los maíces criollos son los precios y el acceso a los mercados. Por ello, ante el “alto rendimiento” de los trangénicos, dijo, habrá que dar un valor distinto a los criollos y a las variedades gourmet.

 
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