Usted está aquí: viernes 21 de septiembre de 2007 Mundo Advierte Chávez que Caracas “no rogará” para ingresar al Mercosur

Falta de acuerdos entre Petrobras y PDVSA enfrenta a gobernantes de Venezuela y Brasil

Advierte Chávez que Caracas “no rogará” para ingresar al Mercosur

Lula aboga por que el Parlamento de su país ratifique la incorporación venezolana al mecanismo

Los mandatarios confirman al final de reunión en Manaos la creación de dos compañías mixtas

Afp, Reuters y Dpa

Ampliar la imagen Los presidentes de Venezuela y Brasil se dan la mano después de la reunión en Manaos, gesto que repiten sus respectivos cancilleres Los presidentes de Venezuela y Brasil se dan la mano después de la reunión en Manaos, gesto que repiten sus respectivos cancilleres Foto: Reuters

Manaos, Brasil, 20 de septiembre. Venezuela “no se arrastrará ni rogará” para ingresar al Mercado Común del Sur (Mercosur), afirmó hoy el presidente Hugo Chávez poco antes de reunirse con su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, en esta ciudad amazónica, donde advirtió desde su llegada que está dispuesto a tener una “conversación dura” con el mandatario anfitrión sobre temas bilaterales.

El punto candente de la reunión fue el proyecto de construcción de una refinería en el estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil, donde los trabajos se han retrasado por una aparente falta de acuerdos entre la estatal brasileña Petrobras, que exige 60 por ciento de las acciones del conglomerado industrial, contra la voluntad de Petróleos de Venezuela (PDVSA), según un despacho de la agencia informativa O Estado.

Antes de la cita, Chávez fue abordado por la prensa sobre la negociación entre las dos empresas, pero el mandatario aseguró que eso es “una mentira”, no obstante que Petrobras y Brasilia ratificaron hoy la versión.

Chávez y Lula colocaron la primera piedra de la obra energética hace dos años, pero no han podido llegar a un acuerdo al respecto, por lo que a principios de este mes los brasileños comenzaron los trabajos sin la participación de los técnicos venezolanos.

El mandatario venezolano dijo que el retraso en las obras se debe a la burocracia del gobierno brasileño y de Petrobras, pero Venezuela está lista para realizar las labores “a tiempo”.

Tras finalizar la reunión, Lula dijo que “no hay intriga, no hay rumor que le impida a Brasil profundizar esa relación estratégica con Venezuela”.

Problemas técnicos

Al dar detalles de la entrevista que se prolongó toda la tarde, el canciller brasileño, Celso Amorim, dijo que la causa del retraso es de carácter técnico, ya que existen cuestionamientos de ese tipo que Petrobras espera para construir el proyecto, como es el prerrefinado de crudo pesado que provendrá de Venezuela.

Luego de comenzar las labores en el terrreno donde será edificada la refinería Abreu y Lima, Petrobras informó que había enviado los documentos para la creación de dos empresas mixtas para que, por una parte, PDVSA contara con 40 por ciento de los títulos del conglomerado industrial, mientras que, por otro lado, Petrobras adquiriera 40 por ciento de las acciones del campo Carabobo ubicado en la faja petrolífera del río Orinoco, en Venezuela, donde se han certificado grandes reservas de crudo pesado.

Los mandatarios confirmaron al final de la cita la información sobre la creación de las dos compañías mixtas. Pese a la controversia, ratificaron la voluntad de seguir adelante con los proyectos, así como con la construcción del llamado Gran Gasoducto del Sur.

El gobernante venezolano había advertido a su arribo a Manaos que el ducto es necesario para cubrir las necesidades energéticas de los países sudamericanos y dijo que en caso de no seguir adelante con el proyecto, la región corre el riesgo de quedarse “a oscuras”.

“Sepa Brasil que ahí (en Venezuela) tiene una gran reserva de energía que será necesaria para el impulso de todos estos pueblos”, afirmó. Venezuela llevaría sus reservas de gas a toda la región, a través de 8 mil kilómetros de ductos que requieren de una inversión de alrededor de 20 mil millones de dólares, puntualizó.

También a su llegada a la ciudad de Manaos, Chávez reclamó el atraso en el proyecto del Banco del Sur y señaló que los mandatarios de Argentina, Néstor Kirchner; de Bolivia, Evo Morales, y de Ecuador, Rafael Correa, “ya estamos listos para arrancar; no podemos esperar más. Incluso tenemos fecha, para noviembre, y la sede del banco es Caracas”.

Chávez, quien dijo contar con mil millones de dólares para abrir la institución, señaló que “no hacen falta más reuniones. Todo está listo. Se han hecho todas las reuniones que se tenían que hacer. Hemos esperado bastante” para fundar el banco, que tiene como objetivo financiar proyectos de desarrollo regional sin la carga onerosa y los compromisos que imponen entidades crediticias como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

No obstante, el canciller Amorim eludió confirmar la participación de su gobierno y dijo al concluir la reunión bilateral que todavía existen “detalles” del proyecto que Brasilia quiere conocer con más precisión.

El funcionario brasileño destacó además que en los primeros días de octubre está previsto otro encuentro de ministros de los países involucrados en el proyecto –que abarca también a Paraguay– para tratar el tema.

La visita de Chávez a Brasil también refrescó la atención sobre el proyecto de adhesión de Venezuela al Mercosur en calidad de miembro con derechos plenos.

El retraso del Congreso brasileño en la ratificación de la membresía de Caracas fue la causa de que el mandatario criticara en mayo a los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño, a quienes acusó de ser “loros que repiten los mandatos de Washington”.

En junio, el mandatario dio un plazo de tres meses para que los legisladores de Brasil y Paraguay aprueben la incorporación de Venezuela a ese mecanismo.

Chávez dijo en la mañana de hoy que “Venezuela tiene el libre albedrío de esperar hasta un límite, un límite digno”, al ser interrogado sobre el punto.

“Nosotros tenemos dignidad, no vamos a estar arrastrándonos, ni rogándole a nadie, si realmente no se puede aprobar eso, ¿qué le vamos a hacer?”, declaró.

Venezuela –explicó el mandatario– ya cumplió los “requerimientos técnicos” para entrar al Mercosur y ahora la cuestión es política. Los impedimentos son fruto de “la mano del imperio, que está tratando de evitarlo”.

Si Venezuela “no ingresa al Mercosur, victoria para el imperio, pero pírrica, porque la integración de América del Sur no la detiene nadie, mucho más allá del Mercosur y de la Comunidad Andina de Naciones, que son mecanismos viejos”, dijo. “Es Estados Unidos el que no quiere, el imperio, que quiere mantenernos divididos”.

Tras finalizar la reunión, Lula y Chávez acordaron que se reunirán cada tres meses y que la primera de estas juntas se realizará en la segunda semana de diciembre, en Venezuela.

El presidente brasileño expresó su deseo de que la ratificación brasileña ocurra lo más pronto posible y manifestó su deseo de que, para esa fecha, haya terminado el proceso de incorporación de Venezuela al Mercosur.

 
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