Usted está aquí: martes 18 de septiembre de 2007 Ciencias Inventan goma de mascar que no se pega y es biodegradable

En GB gastan 250 millones de dólares al año para retirar el chicle de lugares públicos

Inventan goma de mascar que no se pega y es biodegradable

La golosina convencional contiene el mismo polímero que los neumáticos y repele el agua

Steve Connor (The Independent)

Una goma de mascar que no se pega al pavimento, los asientos y los zapatos, con la ventaja adicional de ser completamente biodegradable, ha sido inventada por un científico británico. La goma contiene un polímero semejante al hule que no es pegajoso como los chicles convencionales, los cuales representan un problema para las autoridades municipales, por los millones de trozos que se quedan adheridos durante años al pavimento y a edificios.

El profesor Terence Cosgrove, de la Universidad de Bristol, reveló que las pruebas han demostrado que este chicle se puede quitar con facilidad de lugares públicos mediante procesos naturales y se degrada sin problemas en presencia de agua.

Los chicles convencionales contienen el mismo polímero que se usa en los neumáticos. Su pegajosidad se debe a una propiedad “hidrofóbica” de la sustancia, que repele el agua e impide que se degrade o se disuelva en el líquido.

“Nuestro chicle contiene una cobertura hidrofílica, es decir, siempre se tiene una película de agua alrededor; por eso es fácil de quitar y a veces ni siquiera se pega”, señaló el profesor. Además, las pruebas de sabor han demostrado que funciona igual que las otras gomas de mascar, informó el científico en el Festival de la Ciencia de la Asociación Británica.

“Pusimos a 20 personas a probar el chicle a ojos cerrados, entre ellas un experto profesional en la materia, junto con varias marcas, y nuestro producto terminó entre los más altos”, precisó. “Quitamos la pegajosidad, pero no el sabor.”

Conserva el sabor

Cosgrove dio a conocer que en los dos años pasados ha hablado con los principales fabricantes de goma de mascar en el país, quienes le expresaron interés por resolver el problema de la pegajosidad.

“Demostramos que no hay irritación en la boca y esperamos obtener para Navidad la aprobación oficial a nuestros planes de lanzar un producto a principios de 2008”, agregó. Aseguró que añadir la sustancia no tendrá mayor costo porque el margen de utilidad de la goma de mascar es muy pequeño.

El profesor ha obtenido una patente sobre el polímero y formó una compañía llamada Revolymer para explotarlo. Está en pláticas con dos grandes productores de chicles para agregarlo a sus productos.

Se calcula que los ayuntamientos británicos gastan el equivalente a 250 millones de dólares al año en retirar restos de chicle de los lugares públicos. Mientras tanto, la goma de mascar es uno de los artículos de mayor crecimiento en ventas de la industria dulcera británica, con un incremento de 7 por ciento en los tres años pasados.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya

 
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