Usted está aquí: viernes 14 de septiembre de 2007 Deportes Nada para nadie al iniciar el Mundial de Ajedrez entre los ocho mejores

Los competidores se concedieron tablas en partidas interesantes

Nada para nadie al iniciar el Mundial de Ajedrez entre los ocho mejores

Jorge Sepúlveda Marín

Nada para nadie fue el saldo de la primera jornada del Campeonato Mundial de Ajedrez México 2007, que se efectúa en esta ciudad, al finalizar tablas las cuatro partidas disputadas entre los mejores ocho exponentes del orbe del deporte-ciencia.

La primera contienda en llegar a su fin fue la protagonizada por el indio Viswanathan Anand ante el israelí Boris Gelfand, cuando ambos acordaron el cierre.

En plática con los medios de comunicación, Anand explicó que había sido una “buena contienda para el primer día de acciones”, aunque reconoció haber cometido un error, además de sentir a la mitad del encuentro que “fue algo flojo”. Su rival, en tono de broma, dijo que “pudo haber sido peor” para ambos.

Minutos después el monarca defensor, el ruso Vladimir Kramnik y su compatriota Peter Svidler terminaron igualados. Tomaron unos minutos para hacer el “análisis posmorten”, en el que durante unos 10 minutos buscaron sobre un tablero la forma de haber movido las piezas para tener un final diferente, aunque se percataron de que hubiera sido difícil lograrlo.

El campeón mundial aceptó no lograr un inicio con fuerza y dejarse sorprender por su oponente con “una buena jugada”, y aunque trató de meterse de lleno a la partida, finalmente no lo consiguió.

Svidler se felicitó de haber sido hábil para complicarle la batalla a Kramnik al ubicarse en una buena posición, pero no pudo mantener la ventaja y acordaron finalizar, pese a estar frente a “un tablero interesante”, pero difícil de resolver a favor de alguno.

Coincidieron en que hasta ahora piensan que pueden mejorarse algunos aspectos del torneo, pero “es muy pronto para comentarlo”, concluyó Kramnik.

Tras las tablas acordadas y el necesario estudio de la partida finalizada, el húngaro Peter Leko explicó haber respondido con “defensa Marshall” para neutralizar la salida del contrario, el ruso Alexander Grischuk, e intentar colapsar las piezas blancas, “aunque no pudo lograrse”.

Ambos dijeron haber trabajado buenos movimientos, pero no alcanzaron a fabricar un juego claro, por lo que se ofrecieron las tablas como única salida.

El también ruso Alexander Morozevich y el armenio Levon Aronian analizaron lo hecho al terminar la partida, para exponer el primero: “no haber logrado una posición estable”, mientras el rival aseguró que “puede pensarse que salimos a empatar, pero fue un juego combativo” que terminó con un movimiento que entrampó el compromiso.

 
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