Usted está aquí: lunes 10 de septiembre de 2007 Cultura La OSN no se privatizará porque no es negocio: Carlos Miguel Prieto

El director debutará el 28 de septiembre al frente de la formación musical

La OSN no se privatizará porque no es negocio: Carlos Miguel Prieto

Debe buscarse que la iniciativa privada apoye la cultura, pero no para restarle responsabilidades al gobierno, dice

“Hay que hacerle ver a la gente que un concierto no es mucho más caro que el cine”

Mónica Mateos-Vega

La iniciativa privada (IP) nunca va a tener el interés de privatizar una agrupación como la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN), porque “una orquesta no es negocio, ni aquí ni en Viena ni en Berlín ni en Nueva York; la iniciativa privada no tira su dinero donde no puede ganarlo”, asegura Carlos Miguel Prieto, director de la formación.

En entrevista con La Jornada, a propósito de la próxima temporada en la cual debutará de manera oficial al frente de ese conjunto, Prieto propone la búsqueda de un mecanismo para que en México la iniciativa privada no se separe de la cultura, pero “sin quitarle responsabilidad a las autoridades gubernamentales, las cuales, gracias a Dios, en este país todavía apoyan el arte.

“Hay que buscar mecanismos para incrementar los fondos mediante coparticipaciones. El presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sergio Vela, al hablar de mecenazgos no se refiere a la idea de que la IP se haga cargo de la cultura, pero ésta es parte de un acervo que todos debemos cuidar.

“Si no tenemos patrocinadores privados, no podríamos tener programas de mano tan bien hechos o algunas otras cosas. Dentro del presupuesto que da el gobierno, a veces es difícil tener fondos para cosas pequeñas; es mucho más fácil conseguir pequeños patrocinios para cosas que son consideradas un lujo, pero no lo son.

Presupuesto insuficiente

“Para el público el hecho de que haya flores para un solista o frente a la orquesta es algo bonito; claro, tampoco es que sin eso no pueda realizarse un concierto. Este es un ejemplo pequeño, pero los requerimientos de una orquesta son enormes: hay que comprar partituras, instrumentos, atriles. Aunque nos duplicaran el presupuesto no podríamos sufragar los gastos de muchas de las cosas que requerimos, y si nos lo duplicaran, encontraríamos razones para que fuera más.”

Prieto, quien fue director titular de las orquestas sinfónicas de Minería y de Jalapa, agrega que se pasó todo el verano haciendo una especie de trabajo hormiga de relaciones públicas, porque su esfuerzo al frente de la OSN, adelanta, tiene que ver con “atraer al público melómano, lo cual no es difícil, sólo se trata de tocar bien y programar de manera inteligente, para combinar tanto obras que sean del gusto del público no tan conocedor, como obras que puedan llamar la atención de quienes están buscando la pieza que nunca se ha hecho, o la que no se ha presentado en 20 años, o la que es nueva.

“Pero también hay un intenso trabajo en torno a una búsqueda que ha sido mi obsesión durante toda mi vida profesional: atraer público nuevo, el que le teme a la música clásica.

“Hay que romper ciertos esquemas mentales, que no son reales. Es una falacia pensar que se debe tener cierto tipo de conocimiento para oír un concierto. No se necesita más que llegar a una sala y estar sentado para disfrutar.

“Otra falacia es que el costo de las entradas es desorbitante. No, no lo es. Para un sector muy importante del público hay descuentos de 50 por ciento. Si se adquieren abonos, el descuento es mayor. Además, habrá diferentes esquemas de colaboración con diversos institutos y empresas para invitar a sus trabajadores a venir.

“Hay que hacerle ver al público que venir a un concierto no es mucho más caro que ir al cine. También hay muchas personas que temen no saber cómo comportarse en un concierto o, inclusive, cómo vestirse.

“No se necesita traje, ni corbata ni vestidos largos. A mi juicio, y a juicio de los músicos, no hay ningún problema tampoco por aplaudir después de un movimiento que cause mucha emoción. No pasa nada, a ninguno de nosotros nos molesta.

“Hay que venir con el mismo respeto con el que se va a un cine, a un teatro, a misa o a una conferencia. Eso es algo que hay que ir comunicando al público. Llevamos ya un mes rediseñando el logo de la orquesta, la imagen, habrá un espot publicitario. Hay mucho trabajo mercadotécnico alrededor. Tenemos que pelear por que la gente sepa que aquí estamos.”

En el aspecto musical, el director dijo que la Sinfónica Nacional “hará patente una enorme fidelidad a la partitura, una enorme seriedad en el trabajo. Se respetará y usará la enorme personalidad que tiene la orquesta para que la música tenga ese distintivo.”

El concierto inaugural de la OSN se llevará a cabo en el Palacio de Bellas Artes el viernes 28 de septiembre, con un programa que incluirá el concierto para piano de Beethoven, titulado Emperador. Fuera de temporada, se ofrecerá un concierto familiar con música de compositores mexicanos, el domingo 23 de septiembre.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.