Usted está aquí: domingo 9 de septiembre de 2007 Política Recuerdan al Che Guevara, hombre del siglo XXI

Recuerdan al Che Guevara, hombre del siglo XXI

Emir Olivares Alonso

Ernesto Che Guevara “representa en sí mismo el siglo XXI, porque fue un hombre que se adelantó a su tiempo y siempre buscó a ese ser nuevo: el del siglo XXI”, señaló Ángel Arias Bergnés, cercano colaborador del Che cuando éste fue ministro de Industria en Cuba.

En una sesión extraordinaria del foro de La Jornada y Casa Lamm, realizada el pasado viernes por la noche, Arias hizo un recuento de anécdotas para describir la personalidad del guerrillero: “crítico, austero, modesto, discrepante, puntual, sabía escuchar, exigente hasta consigo mismo, cumplidor”, las cuales, indicó, deben ser las cualidades del hombre del siglo XXI.

El ex colaborador de Guevara resumió: “como ministro, el Che nunca mandó hacer nada que él no hiciera”. Y agregó que Guevara consideraba que un “revolucionario integral” debe olvidarse de los “cariños integrales” como la familia, amigos, hogar, etcétera, y no porque así lo deseara, “sino porque estaba obligado”.

Arias, quien ha ofrecido innumerables pláticas (más de 700) y que en breve publicará su obra Evocando al Che, cuya aparición será en octubre en Venezuela, también se refirió a México, país al que definió como “el faro de todos los revolucionarios del mundo”, pues hubo decenas de hombres que luego de prepararse en territorio mexicano regresaron a sus patrias para comenzar sus procesos revolucionarios, como Simón Bolívar, el mismo Che y Fidel Castro, entre otros.

“¿Cómo era el Che Guevara? –preguntó el ponente–. Era un hombre a quien le gustaba que su personal de menor rango en el Ministerio de Industria le discutiera, no toleraba al personal domesticado, le gustaba quien se defendía y argumentaba. A mí me puso un segundo apellido: Arias Discrepo, porque me mantenía discrepándolo”.

Arias destacó que al Che le gustaba respetar el tiempo de los demás, así como exigía respeto a su tiempo, pues siempre era un hombre puntual, que inclusive exigía a sus colaboradores que si tenían una cita y él no se presentaba, 15 minutos después “nos fuéramos”.

Asimismo, agregó que el guerrillero “tenía el don de escuchar, no se tomaba ninguna decisión en el Ministerio de Industria si antes no escuchaba a sus 15 colaboradores, se nutría de criterios”. En torno a la austeridad, Arias señaló que Guevara solía recibir decenas de obsequios, los cuales no conservaba pues prefería regalarlos a los obreros.

Otra de las cosas que caracterizaban al Che era cumplir con el trabajo voluntario todos los domingos. “Nunca faltó a estas labores aunque para los ministros no era obligación. Él lo llamaba compulsión moral, y tenía razón porque el trabajo voluntario es el mayor generador de conciencia”.

Recordó una anécdota en la que el Che y algunos de sus colaboradores fueron invitados a una recepción al Ministerio de Cultura de Cuba, en los años en que el proyecto socialista se establecía. Arias relató que en esa reunión, a diferencia del ministerio encabezado por el Che donde “no tenían café, agua ni cigarrillos”, se ofreció a los asistentes infinidad de convites: chocolates, vino y sodas, entre otros.

“Ese era el Che vivo, ese del siglo XXI que aún vive. Modesto, hombre poco común, simplemente extraordinario”, concluyó el ex colaborador de Guevara.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.