Usted está aquí: martes 4 de septiembre de 2007 Mundo Posible reducir las tropas en Irak, si se mantiene el éxito en operaciones: Bush

Encabeza un consejo de guerra en la remota y desértica provincia de Al Anbar

Posible reducir las tropas en Irak, si se mantiene el éxito en operaciones: Bush

Se requiere análisis calmado de jefes militares, no la reacción nerviosa de políticos de EU, dice

The Independent, Reuters y Afp

Ampliar la imagen Iraquíes cargan el ataúd de una víctima de un atentado con coche bomba, ayer en Najaf, ubicado a 160 kilómetros de Bagdad Iraquíes cargan el ataúd de una víctima de un atentado con coche bomba, ayer en Najaf, ubicado a 160 kilómetros de Bagdad Foto: Reuters

Ampliar la imagen El presidente George W. Bush, durante una visita sorpresiva a las tropas de Estados Unidos en la base aérea de Al Anbar, en el oeste de Irak El presidente George W. Bush, durante una visita sorpresiva a las tropas de Estados Unidos en la base aérea de Al Anbar, en el oeste de Irak Foto: Reuters

Base Aérea Al Asad, Irak, 3 de septiembre. El presidente George W. Bush asistió hoy aquí a un consejo de guerra con los conductores de las tropas estadunidenses en Irak, durante una visita sorpresa a una región remota de la desértica provincia de Al Anbar, libre del riesgo de ataques de la resistencia iraquí y muy alejada de Bagdad, donde ni siquiera la “zona verde” que alberga el complejo gubernamental iraquí y las representaciones diplomáticas ha quedado a salvo de atentados.

La visita sorpresa de Bush a Irak tuvo el objetivo de conocer de primera mano la situación de los 160 mil soldados que conforman el ejército de ocupación y sobre lo cual el Congreso estadunidense espera un informe detallado del Ejecutivo, antes del 15 de septiembre.

El general David Petraeus, comandante de las fuerzas invasoras, y el embajador Ryan Crocker, serán los encargados de llevar el reporte con el que los legisladores iniciarán un nuevo debate sobre el retiro de las tropas, después de cuatro años y medio de ocupación.

Bush recibió un adelanto del informe que recibirán los congresistas, centrado en la evaluación de los resultados del reforzamiento de la tropa de ocupación, que en enero pasado contaba con 130 mil militares.

“Es posible mantener el mismo nivel de seguridad con menos fuerzas estadunidenses” si continua el “exito” de las operaciones en Irak, dijo Bush, acompañado de los secretarios de Defensa, Robert Gates, y de Estado, Condoleezza Rice.

No obstante, Bush dijo ante 750 soldados que la decisión sobre las tropas estará basada en una “valoración calmada de los comandantes militares que están en el terreno, mas no en la reacción nerviosa de políticos de Washington, de cara a los resultados de una encuesta publicada por los medios de información”.

Bush dijo que Al Anbar es un ejemplo de lo que puede pasar en el resto de Irak si se toma en cuenta que hace un año recibió informes acerca de que la insurgencia iraquí tenía el control de la región.

Bush no se refirió al hecho de que la mayor parte de los 30 mil soldados que reforzaron al ejército se dirigieron a Bagdad, donde el estallido de un coche bomba mató hoy a dos civiles; además, un soldado de Washington fue reportado muerto en un ataque con explosivos en las afueras de la capital.

El mandatario tampoco aludió a los conflictos entre combatientes sunitas, que al dividirse en dos ramas –unos al lado del Estado Islámico de Irak, ligado a Al Qaeda, y otros al margen de esa organización– redujo sus acciones de guerra contra la fuerza de ocupación, que desde marzo de 2003 ha registrado la muerte de unos tres mil 700 militares.

El viaje de Bush, que ocurre pocos días después de que sus más cercanos colaboradores en la Casa Blanca le han dejado casi solo –con excepción de Rice–, fue preparado en forma secreta, hasta el punto en que los reporteros que viajaron con él se enteraron del destino hasta que estaban abordo del avión que los llevó a Al Anbar. También sucede el día en que concluyó el repliegue de 500 soldados británicos en el Palacio de Basora –un edificio en el centro de la ciudad–, en lo que podría convertirse en el comienzo de su salida definitiva de Irak.

Bush había estado antes en Irak en dos ocasiones: en noviembre de 2003 fue a la zona verde de Bagdad, y en junio de 2006, acudió también a la capital iraquí para reunirse con el entonces recién nombrado primer ministro, Nuri Maliki.

Esta vez, el jefe del gobierno iraquí ni siquiera fue notificado de la presencia de Bush, según medios de información de ese país, lo que reforzó la percepción de que su actuación no satisface a Washington. En Al Anbar Bush se declaró “frustrado” por la lentitud del proceso político iraquí, pero en un comunicado posterior dijo que Maliki “está progresando como líder”.

El consejo de guerra con la participación de Bush se realiza la víspera de que comience a circular en Estados Unidos una biografía del mandatario en la que reconoce “la soledad y la tristeza” que acompaña a los inquilinos de la Casa Blanca.

Escrita por Robert Draper, a quien se le considera un escritor cercano al clan Bush, la biografía titulada Muerte Certera: la Presidencia de George W. Bush incluye una cita textual del gobernante en la que afirma que “aquél tipo que dijo que si quieres un amigo en Washington, mejor que consiga un perro, realmente sabía de lo que hablaba”.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.