Usted está aquí: martes 28 de agosto de 2007 Opinión El informe del pelele

Marco Rascón
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El informe del pelele

Ernesto Zedillo y Roque Villanueva, consolidaban el primero de septiembre de 1996 su arribo al poder. Uno había llegado como resultado del asesinato de Luis Donaldo Colosio y el segundo por el crimen de José Francisco Ruiz Massieu.

Lo que la investigación criminal nunca relacionó en ambos homicidios lo aportó la lógica de la política y las decisiones impuestas al país desde el exterior, ya que el sustituto necesitaba un Poder Legislativo sumiso.

Ambos llegaron para acelerar el proyecto de integración económica y abrir el proceso de privatización, no para beneficio del pueblo de México, sino del exterior. Las reformas neoliberales en favor de la integración económica requerían un pelele en la Presidencia con la complicidad del Legislativo en lo que sería llamado el Consenso de Washington, que en México entró vía el rescate financiero clintoniano, hipotecando a futuro los suministros de petróleo y llevando a cabo reformas estructurales, como la del IMSS; el aumento de la tasa del IVA, de 10 a 15 por ciento; y el Fobaproa. Ahí, a un lado de Roque Villanueva, cargándole el portafolios de esas reformas estructurales estaba Leonel Cota, festejando la señal de Roque; en Gobernación se encontraba Arturo Núñez, tejiendo la nueva relación entre el PRD y Ernesto Zedillo.

En el tecer congreso del partido del sol azteca, con la oposición de Cuauhtémoc Cárdenas, quien planteaba la lucha por un “gobierno de salvación nacional”, se cambia de facto el concepto de revolución democrática por el de “transición pactada”. Pese a la falta de acuerdo, las corrientes luchan por llegar primero a Los Pinos y ser las interlocutoras del “pacto de transición”. Las fracciones de diputados y senadores, junto con la nueva presidencia del partido, encabezada por Andrés Manuel López Obrador, acuerdan con Zedillo “la nueva relación”.

En el congreso siguiente el PRD se declara “de izquierda” mientras gira su política hacia la derecha.

En ese segundo informe de gobierno, Zedillo lanzaría su plan de “reformas estructurales” (que luego retomaría Vicente Fox en su gobierno) sin la oposición de nadie. En ese informe el pelele de Washington y el FMI sería coronado y marcaría el final de la resistencia perredista a la nueva política económica. En el PRD sobrevendría el ascenso de la corrupción, la simulación y la demagogia. Ernesto Zedillo sería aplaudido por los priístas a quienes iba a liquidar y rodeado del silencio pactado en ese informe se vería el futuro ominoso actual de la izquierda y del nuevo poder en México.

Ernesto Zedillo Ponce de León hablaría no a la Cámara de Diputados, sino a la cámara de televisión. La cronología por minutos de ese momento, según la transmisión oficial, fue así:

11:00 Pase de lista: 124 senadores y 438 diputados registrados.

11:04 Se entona el Himno Nacional.

11:09 Dan inicio los discursos de posicionamiento de los partidos sin Zedillo.

12:24 Concluyen los discursos y se abre un receso para comentarios de los locutores que hacen la crónica del informe.

12:26 La narradora dice: “En estas fechas también (para demostrar que existe un buen clima político) ha coincidido el encuentro que el primer mandatario sostuvo con la nueva dirigencia del PRD y muy, muy en particular, con su nuevo presidente: Andrés Manuel López Obrador”.

12:51 Da inicio la lectura del informe.

13:05 Se percibe una presencia perturbadora, pero silenciosa. Aparece abajo, al centro del escenario, frente al gabinete presidencial, un diputado que lentamente se coloca una máscara de puerco, mientras pone en el piso 30 carteles que empieza a pasar pausadamente, uno a uno. El primero decía así: “¡Gracias por exonerarnos: Madrazo y Figueroa, Los impunes!” Otros: “¡Viva la economía de mercado!” “Viva el siglo XIX. El clero y los militares”. “Queremos más privatizaciones y apoyo a los bancos. Porky”. “Colosio se mató solo. El fiscal”. “Vamos con Clinton, nuestro gallo”. “Entregar al país no es delito. Es eficiencia”.

En ese mismo momento Zedillo anunciaba “enviaré a este Congreso las iniciativas para los cambios estructurales y la privatización de Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad y ferrocarriles nacionales, con la participación de capital privado nacional y extranjero”. En la bancada del PRD, silencio...

13:14 Diego Fernández de Cevallos grita y baja, los panistas lo detienen.

13:19 Víctor Flores, líder ferrocarrilero, desciende y golpea al diputado, se lleva la máscara, lo sigue Irma Serrano al fondo. Se interrumpe la sesión por minutos. Aplausos de todos. El PRD en silencio, salvo algunas excepciones...

A lo largo del informe se ven las caras del futuro: protestando juntos contra el cerdo-espejo: Diego Fernández, Santiago Oñate y Cecilia Soto. Se ve a Vicente Fox y Francisco Labastida. Se ve a Felipe Calderón. López Obrador no asistió, pues, pese a ser el artífice central del acuerdo con Ernesto Zedillo, estaba “con la gente”.

Hoy el pelele trabaja desde Washington para quienes lo impusieron, sólo se le atravesó una máscara de puerco en ese informe como pelele.

 
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