Usted está aquí: miércoles 22 de agosto de 2007 Opinión Astillero

Astillero

Julio Hernández López
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Gracias a Dios

Invocaciones de oportunidad

¿Una “salida” ante lo “difícil”?

PRD: gatopardismo cinético

Ampliar la imagen El presidente de EU, George W. Bush; el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y el mandatario mexicano Felipe Calderón, durante su reunión en Montebello El presidente de EU, George W. Bush; el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y el mandatario mexicano Felipe Calderón, durante su reunión en Montebello Foto: Ap

Recién llegado de oficiar como coadyuvante en una misa trinacional en Canadá, el jefe formal de las instituciones mexicanas se permitió endosar a la divinidad las pocas desgracias habidas al paso por territorio patrio de un huracán que se preveía devastador. La recurrencia a fórmulas religiosas en ceremonias o circunstancias oficiales de un gobierno teóricamente laico hace recordar los excesos cometidos por el anterior ocupante de Los Pinos, pero tales invocaciones también toman una tonalidad especial cuando la aparición de un nuevo membrete con aspiraciones de convertirse en partido está planteando públicamente la presunta insatisfacción de la extrema derecha mexicana con un panista que les parecería demasiado tibio e indeciso en su actuar público. Aparecer como político diocesano en crisis meteorológicas en poco ayudará al licenciado Calderón a conjurar los demonios de la ultraderecha que están decididos a cobrarle ayudas y respaldos en momentos críticos. A menos que de pronto, y ante el diario fracaso de su equipo de gobierno, el fiscal general de la nación esté en curso de dar un giro a sus predilecciones ideológicas y operativas y vaya a afiliarse a la creciente corriente ultraconservadora que tiene al cavernal Juan Sandoval como jefe y a los gobernadores de Jalisco, Guanajuato y Morelos como monaguillos con presupuesto.

Aunque, bien vistas las cosas, es posible que la mención felipense de una deidad benefactora sea una manera hermética de convocar a los mexicanos a guarecerse bajo el manto o el aura del ídolo metafísico preferido, luego que el católico michoacano hubo de aceptar y firmar compromisos densos con el anticristo texano que en sus días postreros trata de sujetar a los vecinos fariseos a los nuevos códigos que no constan de 10 leyes, sino de cinco puntas (no el decálogo, sino el Pentágono). Causa de susto profundo es escuchar al hombre de la Pequeña Caldera Grande decir ante el jefe Bush que “nosotros ni podemos ni queremos tener en nuestro territorio la operación o participación de soldados americanos como ha sucedido en otros países; sé que eso es difícil, desde luego, pero hemos hablado con toda claridad y sé que en el marco de nuestras respectivas legislaciones vamos a encontrar una salida”. ¿Una “salida” porque comprensivamente entiende San Felipe lo “difícil” que es para el enérgico George soltar la dolariza a Los Pinos sin que le den garantía física de que se cumplan las instrucciones del gran señor que es Don Dinero? ¿Soldados sin uniformes, “asesores” extraoficiales, “entrenamientos” en suelo mexicano que en realidad sean supervisión y control? El propio Bush dejó caer también la semilla de la duda envenenada, al establecer que no habrá “presencia armada” de Estados Unidos en México, pues este país “tiene capacidad para enfrentar su problema”, pero “la pregunta sería, ¿nosotros, de alguna manera, podemos ayudar a fortalecer ese esfuerzo? y es lo que estamos estudiando”. El diosito santo que cada quien escoja (incluyendo los ateos, que podrían hacer una excepción ante la gravedad del asunto y elevar a sus altares provisionales, por ejemplo, a Boggie el aceitoso) nos tome confesados (nótese que el tecleador, devoto, usó el verbo tomar y no otro de connotaciones más profundas).

Iluminados por alguna divina providencia tabasqueña, los principales personajes del aparato de representación proporcional denominado PRD han aparecido ante el mundo pecador para asegurar que en su reciente congreso nacional todo fue casi divino, exorcizado e indulgente (en esas conversiones apresuradas, los líderes de los grupos que el domingo pasado habían abandonado los salones de un hotel Sheraton, y habían transformado el Hemiciclo a Juárez en una especie de sede callejera de una escisión inevitable, ahora aceptan que siempre no era necesario tanto argüende porque finalmente en otro resolutivo se establecía el contraveneno de lo que tan airadamente denunciaban aquella tarde de domingo en la alameda, ¿y la recurrencia al tribunal electoral federal para echar abajo tanta podredumbre? N’ombre, a’i será pa’ la otra). Gatopardismo cinético: que algo se mueva para que al final nada se haya movido. Movimientos estáticos: la misma elite beneficiaria de los horrores de los que las bases partidistas o ciudadanas se espantan, llegan a arreglos preservativos de privilegios para que no se desmorone la gallina electoral de los huevos de oro. En todo caso, la gran pregunta existencial de la próxima decena de días se referirá a la manera como se traducirá en los hechos el acuerdo congresal de última hora de no permitir al lic. Calderón el uso de la tribuna de San Lázaro para dar su primer parte militar anual. Reunidos en Michoacán, tierra del cardenismo distante y del felipismo tentador, los diputados federales perredistas habrán de buscar el mecanismo que cumpla la letra del congreso enchuchado y al mismo tiempo les permita seguir jugando a la política moderna, dialogante y civilizada.

Astillas

El nuevo encargado de comunicación social del Tribunal Electoral del nuevo Poder Conyugal de la Federación es Octavio Mayén, quien, según anota Alonso Urrutia en La Jornada, tuvo entre sus anteriores jefes a Elba Esther Gordillo y a Arturo Montiel… Sin tanta faramalla, como los perredistas, en el PAN echaron abajo un proceso electoral interno. Claro, resulta que el candidato de Manuel Espino para presidir la organización juvenil del partido blanco y azul fue derrotado por quien se hacía sentir como enviado de Los Pinos. Así es que el comité nacional panista determinó invalidar la elección, ante lo cual el presunto ganador anunció que recurrirá al tribunal electoral margarito para que reconozcan su victoria en la que, según denuncia de sus opositores, hubo hasta “reparto de cervezas” para compra de votos, ¡el santo six pack nos ampare!... Y, mientras Beatriz Paredes se aparece en una reunión de diputados federales priístas para recordar que formalmente todavía es la presidenta nacional del partido tricolor, ¡hasta mañana, en esta columna pasada por agua!

 
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