Usted está aquí: sábado 18 de agosto de 2007 Opinión En el salvaje Oeste... de Australia

Leonardo García Tsao
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En el salvaje Oeste... de Australia

Ampliar la imagen Fotograma de la cinta Propuesta de muerte, un western australiano Fotograma de la cinta Propuesta de muerte, un western australiano

Es tan raro encontrar un western en el cine actual que la sola aparición de uno es motivo de entusiasmo. Propuesta de muerte (The Proposition) fue un hallazgo del festival de Toronto de 2005, pero no se había exhibido en México ni en uno de tantos festivales que han comenzado a proliferar. De ahí la sorpresa de encontrarlo disponible en dvd, bajo la marca Sony Pictures.

No se trata de un western convencional. Para empezar, su acción no se sitúa en Estados Unidos sino en Australia, territorio que ya ha demostrado ser propicio para el género (recordemos el logro reciente de The Tracker, de Rolf de Heer, proyectado aquí de manera limitada). La historia inicia con una secuencia que ha sido el final de varios westerns: una lluvia de balas cae sobre la choza donde se refugia una banda de forajidos. Dos de ellos sobreviven el ataque de la ley, los hermanos irlandeses Burns; sin embargo, el capitán Stanley (Ray Winstone) deja libre a Charles (Guy Pearce) bajo la condición de que busque y mate a su hermano Arthur (Danny Huston), el principal responsable de haber masacrado a una familia. El hermano menor Mike (Richard Wilson) quedará en calidad de rehén, a ser ejecutado si Charles no cumple su misión.

Esa premisa ideada por el rockero Nick Cave –quien además de escribir el guión también compuso la eficaz música del film, junto con Warren Ellis—le permite al realizador John Hillcoat hacer una pertinente revisión del tema central del género: la tensión entre civilización y barbarie. Winstone encarna a Stanley con su habitual aplomo de rudeza, sugiriendo la contradicción de un personaje que intenta civilizar una tierra a todas luces salvaje. La mugre, las moscas y la violencia parecen permear el entorno del capitán quien, con su esposa Martha (Emily Watson), intenta mantener una apariencia de urbanidad llevada a extremos fantasiosos (ella cuida un jardín protegido por una cerca blanca; ambos festejan la Navidad con todo y un árbol de navidad importado).

Aunque la influencia del espagueti western resulta inevitable, Hillcoat evoca más bien al periodo hollywoodense de los 70 –a su vez influido por las innovaciones de Sergio Leone y compañía– que se denominó western sucio, no sólo por la evidente falta de higiene de los personajes, sino porque las acciones eran de tono antiheroico y desmitificador. Así, Propuesta de muerte es como una inversión del esquema clásico de A la hora señalada (Fred Zinnemann, 1952): nuevamente, el representante de la ley estará dispuesto a enfrentar solo su destino, sin embargo, el énfasis dramático se sitúa en los forajidos en busca de venganza.

Si bien la brutalidad de los hermanos Burns está fuera de duda, son las diferencias morales entre Charlie y Arthur las que le dan a la película un carácter de parábola bíblica (reforzado por la alternancia de salmos y la música de Cave en la banda sonora). El primero es aún capaz de hacer lo correcto, mientras su hermano se ejerce como un sicópata susceptible de matar a un hombre a patadas, o adoptar una vena poética cada vez que observa un bello crepúsculo.

La atmósfera australiana también aporta lo suyo para darle su cualidad distintiva a la película. Los paisajes singulares del llamado outback, con su inhóspita belleza, le añaden un cariz de territorio prohibido. Mientras que los aborígenes representan a otro grupo nativo que sufrió de abuso y racismo tras su colonización y, por tanto. también representan una amenaza latente. Todo eso –más la pintoresca sobreactuación de John Hurt como un cazarrecompensas borrachín– hacen muy recomendable esta Propuesta de muerte.

(Para los lectores que han preguntado por las películas de Antonioni y Bergman que estén disponibles en dvd nacional, esta es la lista: Fanny y Alexander, Fresas salvajes, Gritos y susurros, Secretos de un matrimonio y El séptimo sello, pertenecen al catálogo de la compañía Zima. Las opciones son más contadas en el caso de Antonioni: La aventura, también en Zima, y El pasajero bajo la marca Sony Pictures Classics).

 
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