Usted está aquí: viernes 17 de agosto de 2007 Política No pasa nada si se rechaza la reforma fiscal: Estefan Chidiac

El presupuesto afrontará sólo los "riesgos naturales"

No pasa nada si se rechaza la reforma fiscal: Estefan Chidiac

El panista Daniel Ludlow propone "amarrarla por partes"

CIRO PEREZ SILVA

El presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, el priísta Jorge Estefan Chidiac, advirtió que de concretarse los acuerdos entre las distintas bancadas del Congreso, sólo se aprobaría un paquete de cambios fiscales, pero no una verdadera reforma integral, aunque consideró que "a pesar de todo, no serán simples parches", sino que habrá avances reales.

Rechazó que esto signifique una catástrofe, y según dijo, el Presupuesto de Egresos afrontará sólo los riesgos macroeconómicos naturales, derivados de la baja en el precio del petróleo; además de eso -enfatizó-, "no pasa nada".

Mientras tanto, el panista Daniel Ludlow advirtió que se corre un riesgo real para la economía del país si no se "amarra" una reforma fiscal para este año, y ante la falta de acuerdos sugirió aprobarla por "partes", toda vez que ya existen acuerdos en temas concretos.

En entrevista, Estefan Chidiac adelantó que los diputados de su partido se reunirán los próximos lunes y martes en San Juan del Río, Querétaro, encuentro al que convocarán a los senadores Francisco Labastida y José Calzada, de la Comisión de Hacienda, para estudiar un documento sobre la reforma hacendaria, por lo que el martes los priístas podrían tener ya una posición clara, la que harán pública entre el miércoles o jueves.

Adelantó que la intención de su grupo parlamentario es apoyar una reforma hacendaria, con los ajustes que van a proponer al Ejecutivo para que la carga no sea excesiva, y el propósito es que se apruebe antes del 8 de septiembre.

Sostuvo que nadie puede considerar que se trate de una reforma fiscal íntegra, sino de un buen paquete hacendario que toca varias aristas, aunque no es definitivo, sino un paso en la dirección adecuada.

"Al día de hoy les podría decir que ésta es la mitad de la reforma hacendaria, y vamos a poner un artículo transitorio que obligue a la evaluación de la CETU (contribución empresarial a tasa única) y el ISR (impuesto sobre la renta), y en un periodo de dos años se evalúe cuál de los dos gravámenes debe quedar y en qué condiciones, porque la idea es tener un impuesto único más simplificación.

"No es un parche. Las quejas y las reacciones son tan fuertes que si lo fuera todo estaría transitando con miel sobre hojuelas".

-¿Se moverían las tasas?

- No tenemos deseos por el momento de hacerlo, porque si movemos la tasa y la base, para qué queremos la CETU. Es decir, las distorsiones mayores que hay son sectoriales, y éstas se arreglan moviendo la base.

"La tasa, como es general, pega igual en todos los sectores, aunque algunos tienen mayor margen de utilidad que otros, pero hoy por hoy, según los cálculos ya acordados con Hacienda, sin mover la base, la CETU da dos puntos del PIB, no 1.8; nosotros insistimos en que podía dar 2.2, pero a efecto de que no hubiera con Hacienda ninguna sobrestimación".

Asimismo, el priísta consideró que los ajustes en la base podrían disminuir otro medio punto. "En el mediano y largo plazos. la CETU deberá dar uno y medio, que contra el 1.8 que había mandado el gobierno no es crítico, pero sí ajusta de forma importante la carga sectorial que estaba desbalanceada".

Aceptó que por todos los cambios propuestos, durante los dos primeros años esta miscelánea fiscal "no va a dar mucho, porque también se va a establecer un régimen de transición que reconozca pérdidas acumuladas, inversiones e inventarios", lo que provocará que en el primer año disminuya la recaudación. "Pero digamos que en un periodo de tres a cuatro años, para el fin de sexenio, deberá estar dando entre dos y medio y tres puntos del PIB, en función de la eficiencia que tenga el propio Servicio de Administración Tributaria. De plano les puedo decir que no vamos a aprobar el impuesto a los aerosoles".

 
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