Mañana se inaugura la muestra de 1960 recuperada, en la Casa Universitaria del Libro

Llama investigador a reivindicar el arte fotográfico de Juan Rulfo

Lon Pearson, quizá el único testigo vivo de esa exposición, celebra que ya se conozca el panorama completo del personaje

Con Francisco Toledo, preparan exhibición de sus trabajos sobre Oaxaca

ERICKA MONTAÑO GARFIAS

El viernes 25 de marzo de 1960 un joven misionero amante de la fotografía acudió a una exhibición montada por Víctor Aráuz, copropietario de la tienda de fotografía Camaráuz, en Guadalajara. En la entrada de su diario anotó: ''Fue una muy buena exhibición acompañada de bebidas gratis".

Eso fue todo.

Veinticinco años después ese joven misionero, de nombre Lon Pearson, descubrió que había asistido a la primera exposición fotográfica de Juan Rulfo, quien por aquellos años ya había publicado El llano en llamas y Pedro Páramo, pero poco o nada se sabía de su pasión por captar imágenes.

Lon Pearson ayudó a la Fundación Juan Rulfo a rearmar la exposición de 1960 y ahora podrá verse en la muestra Una exposición fotográfica recuperada, que este jueves se inaugura a las 19 horas en la Casa Universitaria del Libro (calle Orizaba 24, colonia Roma).

Hoy Pearson acaba de jubilarse como profesor universitario de español y literatura hispanoamericana y prepara un libro crítico sobre Rulfo. Hoy también se lamenta de no haber cruzado palabra con el escritor, poeta y traductor hace 47 años.

''Ojalá pudiera volver a vivir ese momento y hablar con él, de qué le inspiro tal o cual cuento.

''Vuelvo a ver las fotos y me doy cuenta de que tenía mucha capacidad como fotógrafo. Sabía utilizar los filtros para resaltar la imagen, sabía enfocar, tenía una gran capacidad, así que cuando vuelvo a ver las fotos me maravillo.

''Algunas de las imágenes que se mostraron eran de los años 30 y 40 (antes de que escribiera sus obras maestras) y no lo sabíamos. Son joyas", dijo Pearson, quizá el único testigo vivo de la exposición de los años 60, en entrevista exclusiva con La Jornada.

Ni folclorista ni turista

Como fotógrafo, añade el investigador Lon Pearson, hay que ver a Rulfo ''con un ojo artístico, porque sabía lo que hacía, sabía encuadrar, entender el paisaje. Muchas veces me pasó a mí, uno casi tiene que ser extranjero para darse cuenta de lo que es diferente, pero él en su propio estado, en Jalisco, sabía tomar cosas artísticas, tradicionales, innovadoras, pero también estuvo por todo el país y en sus viajes captó imágenes increíbles, sin ser folclorista ni turista".

Víctor Aráuz, organizador de la muestra hace 47 años, descubrió que Rulfo ''no capta los ojos", sin embargo, para Pearson lo más notable eran los paisajes.

''Rulfo volvió muchas veces al mismo lugar en momentos diferentes, y tienen secuencias de fotos. Es una maravilla. La obra misma comienza a cobrar vida y el fotógrafo también, porque entendemos que ha vuelto, intenta enfocar y darnos la misma imagen pero en otra época."

Gracias a su trabajo como escritor, fotógrafo, traductor e inclusive actor, Rulfo se muestra como un personaje completo. Un ser humano en su totalidad y eso muchas veces no lo vemos. Hoy somos capaces de ver al hombre entero, el panorama completo, destaca Lon Pearson.

Juan Rulfo no tenía dinero para su afición y por ello nunca pudo vivir de ella, señala Víctor Jiménez, presidente de la fundación que lleva el nombre del escritor jalisciense.

''Yo creo que la posibilidad de hacer una carrera profesional de fotógrafo, aún hoy es más difícil que hacerla como escritor. No es que los escritores la tengan fácil, pero comparativamente conozco muchos fotógrafos que para ganarse la vida tienen que hacer foto publicitaria o de sociales, porque si quisieran vivir sólo de la foto artística estarían muy limitados. El propio Alvarez Bravo comenzó a vivir bien ya en los últimos años de su vida.

''Lo que sí creo es que a Rulfo le habría costado trabajo funcionar como fotógrafo de sociales, de reportajes por encargo, que habría sido la única manera de profesionalizarse."

El aspecto interesente, añade Jiménez, es que cuando Rulfo comienza a darse a conocer lo hace en la revista América como fotógrafo y como escritor.

Lo valioso del testimonio de Lon, que nos hace saber que hay una exposición en 1960, es que rompe el mito de que Rulfo no quiere mostrar su trabajo como fotógrafo, lo está mostrando pero en un momento en que el mercado del arte no es receptivo a lo que él considera que debe ser el trabajo del fotógrafo, puntualiza el director de la fundación, y añade: ''El rezago en el conocimiento de Juan Rulfo fotógrafo no es por su actitud, sino por la situación del mercado del arte que no estaba maduro para la fotografía".

Rulfo también publica sus fotos en la revista Sucesos, dirigida en ese entonces por Raúl Prieto, Nikito Nipongo, y también en la revista Mexico this month.

''Eso significa que no dio a conocerse como fotógrafo por falta de ganas. Sino que ya tenía familia y no podía vivir de la fotografía. De hecho, cuando es escritor tampoco puede vivir de sus libros durante los primeros 10 o 15 años y tiene que trabajar en otras cosas."

Faltan muchas respuestas

Lon Pearson tercia: en 1960 la gente no se dio cuenta de su importancia, y me parece que después le era un poco difícil salir a la luz del día a sacar fotos, porque ya era reconocido como escritor.

''Muchas veces me pregunto, agrega, por qué nadie habló de la exposición de 1960, pensaba que la gente no apreciaba su arte. La verdad es que todavía no tenemos todas las respuestas."

Para Pearson hay que revalorar a Rulfo como fotógrafo, porque su trabajo está entre los tres o cuatro más relevantes de México.

Tan importante, que la escritora y activista estadunidense Susan Sontag dijo en una entrevista concedida a un periodista uruguayo, en 1985, un año antes de la muerte de Rulfo, que el autor de El llano en llamas era ''el mejor fotógrafo de este continente y uno de sus mejores escritores". Gracias a Sontag se hizo una nueva traducción de los libros de Rulfo al inglés.

Por lo pronto, el trabajo de la Fundación Juan Rulfo prosigue: primero con una nueva investigación de Alberto Vital sobre Rulfo como lector, y una nueva rama dentro de su labor fotográfica con las imágenes que captó en Oaxaca, y ya se trabaja en una nueva exhibición, para finales de este año o principios de 2008, con ese material, en colaboración con el pintor Francisco Toledo.