Usted está aquí: miércoles 8 de agosto de 2007 Deportes Raquel Márquez vivió angustiosa proeza en el Canal de la Mancha

Tras cumplir el reto, la nadadora piensa ya en otros objetivos

Raquel Márquez vivió angustiosa proeza en el Canal de la Mancha

JORGE SEPULVEDA MARIN

Raquel Márquez Colín, ya en tierra firme, trata de revivir con palabras los angustiosos segundos, minutos, horas que le parecieron eternos mientras cruzaba a nado, estilo dorso, el Canal de la Mancha.

Recuerda que inició el recorrido a las nueve de la noche tiempo local del miércoles pasado, con el mejor de los ánimos posible y la certeza de que lo lograría, pero las violentas mareas pronto le hicieron cambiar de parecer, y de pensar en que podía mejorar el récord de la estadunidense Tina Neil (12:22.28 horas), supo desde los primeros metros que con llegar a la otra costa habría cumplido.

Pero nunca se imaginó que alcanzar la orilla francesa le llevaría 16:08 horas, en varias de las cuales -sobre todo las últimas cuando se había vaciado físicamente- se encomendó al cielo y pidió ayuda a su padre, Daniel, quien falleció a principios de año.

"Con la brazada derecha le pedía fuerza mi papá y con la izquierda invocaba a San Charbel", platica mientras mueve los brazos como si siguiera nadando rumbo a Calais, varios cientos de metros más al sur del lugar donde tocó tierra, porque las corrientes la arrastraron y debió trazar una kilométrica parábola de más de 19 mil metros, en vez de una breve y zigzagueante ruta.

La diseñadora gráfica de profesión y profesora de inglés en la UNAM, "por gusto", asegura haber crecido como persona y saber que quiere pasar toda su vida en la natación. "Imagínate, pensar que con comer bien y hacer un poco de ejercicio diario puedes mantenerte sano. ¡Uffff! Yo lo pensaba cuando iba nadando y eso me daba cada vez más ánimo. O sea, yo estoy sana y no debía quejarme ni darme por vencida, aunque me dolieran los brazos y las manos ya ni las sintiera".

Agradece apoyos

No olvida que en esas 16 horas vio la película de su vida y se dio cuenta de que, pese a quienes no creyeron en ella y le negaron cualquier ayuda, y gracias a los que sí la apoyaron, como una de sus alumnas que le regaló un sobre con 20 dólares, y a familia, fue que consiguió culminar su odisea, la cual la dejó endeudada.

Con el deseo de comerse un "enorme pedazo de pastel de chocolate que se me ha antojado desde hace muchos días", Raquel quiere darse tiempo para leer de nueva cuenta al imprescindible José Saramago, de escuchar su música favorita, pero sobre todo de planear su nueva aventura.

Nadar 12 horas continuas en cada uno de los estados del país, incluido el DF, mientras simultáneamente la Fundación Nacional de Transplantes promociona sus actividades e invita a la gente a donar sus órganos, porque así se pueden salvar miles de vidas.

Pero eso sí, sabe que debe aprovechar que ahora es la primera mujer latinoamericana y la segunda del orbe en cruzar el Canal de la Mancha en dorso, y espera contar con el apoyo para seguir haciendo realidad sus sueños.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.