Usted está aquí: miércoles 8 de agosto de 2007 Cultura Problemas en Salzburgo por las cancelaciones de estrellas

El director del festival plantea privilegiar el arte

Problemas en Salzburgo por las cancelaciones de estrellas

DPA

Salzburgo, 7 de agosto. El ego de Neil Shicoff, las cuerdas vocales de Anna Netrebko, el tobillo de Vesselina Kasarova, la crisis de Rolando Villazón y las disculpas de Elina Garanca: toda una serie de inesperadas cancelaciones de estrellas internacionales de la ópera están causando serios problemas al Festival de Salzburgo de este año.

El nuevo director artístico, Jürgen Flimm, consiguió a toda prisa sustitutos de nivel al menos igual al de los astros enfermos o indispuestos. Sin embargo, se percibe el enfado. Y no sólo entre los espectadores que volaron desde varios países y se gastaron cientos de euros para ver a sus favoritos en los escenarios de Salzburgo.

La presidenta del festival, Helga Rabl-Stadler, se mostró el lunes ''consternada por el hecho de que de repente se produjeran tantas informalidades". Y Flimm comentó que ''esta es una buena oportunidad para replantear cuestiones esenciales y reflexionar más sobre el arte en vez del comercio".

El diario sensacionalista Osterreich inclusive habló de un ''escándalo en torno a Anna Netrebko".

La rusa de 35 años reaccionó indignada a las críticas contra su cancelación. ''Me duele y me extraña que después de haberme mostrado confiable durante cinco años consecutivos con más de 30 representaciones, Helga Rabl-Stadler difunda ahora falsedades sobre mí".

Pero según los rumores que circulan en Salzburgo, pocos se creen que la diva de verdad tenga laringitis. Flimm ya advirtió: ''Tendrá que haber algunas conversaciones serias con algunos cantantes".

Extrañas justificaciones

Después de todo, el festival en la ciudad de Mozart ''no es una estación de paso. Somos Salzburgo. Y lo lógico debería ser: Salzburg first".

De hecho, algunas de las justificaciones para las cancelaciones suenan un poco extrañas. Así, el tenor Neil Shicoff canceló poco antes del inicio de los ensayos de la ópera Benvenuto Cellini, porque había perdido pocas semanas antes en la elección de director de la Opera Estatal de Viena y necesitaba ''un descanso".

 
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