Usted está aquí: domingo 5 de agosto de 2007 Cultura Creatividad e innovación, apuestas para impulsar la cerámica de talavera

ARTESANOS MEXICANOS

En Talavera de la Reina conservan la forma tradicional de producir las piezas

Creatividad e innovación, apuestas para impulsar la cerámica de talavera

Artistas y artesanos intercambian experiencias para enriquecer los diseños que trabajan

FABIOLA PALAPA QUIJAS

Ampliar la imagen El delicado trabajo de los artesanos en talavera puede admirarse en el museo Franz Mayer El delicado trabajo de los artesanos en talavera puede admirarse en el museo Franz Mayer Foto: Fabiola Palapa Quijas

Cholula, Puebla, 4 de agosto. En el taller Talavera de la Reina, su fundadora y promotora Angélica Moreno le apuesta a la creatividad, la innovación y lo único en la elaboración de piezas de cerámica esmaltada para competir con los productos y prácticas de la industrialización moderna.

Desde 1993, Moreno invitó a varios artistas a trabajar en conjunto con los artesanos del taller para crear nuevos diseños con el material y el procedimiento de la talavera. Explicó que la tradicional cerámica esmaltada de Puebla no corre ningún peligro frente a la copia ilícita porque el taller cuenta con la denominación de origen DO4 que establece la Norma Oficial Mexicana, la cual obtuvieron en 1997 y da seguridad al comprador de adquirir un producto original.

Talavera de la Reina representa una tradición artesanal que se ha mantenido a lo largo de 450 años con una renovación en el diseño que eleva el costo de la artesanía. El propósito del taller en el que participan artistas es inspirar a los artesanos a realizar sus propias innovaciones, y de esta manera, responder a los cambios de los mercados y a las necesidades del consumidor.

Angélica Moreno expresó que son de los pocos talleres que siguen los pasos de nuestros antepasados en la producción de talavera: selección de los barros, amasado con los pies, trabajo en el torno, esmaltado o vidriado y fabricación de los pinceles por los mismos alfareros para la decoración de las piezas.

Los artesanos, herederos del proceso tradicional, aportaron su conocimiento y experiencia a los artistas contemporáneos, quienes a su vez contribuyeron con sus conceptos y creatividad para la creación de piezas únicas y la renovación de diseños de vajillas, floreros, jarrones y tibores, entre otros artículos utilitarios que son reconocidos a nivel mundial.

El pintor Jorge Salcido, que ha trabajado en tres proyectos de talavera, explicó que por su profesión conoce la combinación de los colores, pero no había trabajado en barro, así que existe un enriquecimiento mutuo con los artesanos.

"Lo más difícil de trabajar con la cerámica es moldear la pieza. Trabajar directamente con barro y prepararlo para diseñar porque en ocasiones se puede romper la obra y hay que repetirla hasta finalizarla. La cuestión técnica es lo más complicado, después sólo se agrega el color."

En Talavera de la Reina, desde hace 15 años, Silverio Rojas Mozo se dedica a diseñar todas las piezas junto con los artistas. "Hemos aprendido mucho de ellos (de los artistas) porque en esto de la pintura nunca se deja de aprender, pero también ellos aprenden de nosotros pues no saben aplicar los colores que nosotros utilizamos, están acostumbrados a pintar en óleo y aquí se pinta en barro".

El alfarero comentó que el trabajo en equipo ha enriquecido a la cerámica esmaltada y que todos aprenden algo nuevo. Asimismo señaló que lo más tradicional en la Talavera es el plumado en azul, y en una pieza pueden incluirse varios diseños.

Artesanos y artistas se han involucrado en la producción de cerámica esmaltada que es reconocida tanto en los mercados locales como internacionales. Una muestra del trabajo que se realiza en Talavera de la Reina se exhibe en el Museo Franz Mayer de la ciudad de México.

La talavera tuvo su origen en la segunda mitad del siglo XVI, cuando se establecieron talleres de alfareros en la ciudad de Puebla. El maestro Gaspar de Encina instaló una locería hace 1580-1585 en la antigua calle de los Herreros, donde fabricaba loza blanca y azulejo, que años después se conocería como loza de Talavera que imitaba a la producida en la población de Talavera de la Reina, provincia de Toledo, España.

 
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