Usted está aquí: miércoles 25 de julio de 2007 Política En 2005 se canceló al empresario el permiso para importar seudoefedrina

Nunca lo conocí, asegura el ex titular de la Cofepris

En 2005 se canceló al empresario el permiso para importar seudoefedrina

ANGELES CRUZ MARTINEZ

Ernesto Enríquez Rubio, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en el periodo 2001-2005, aseguró que nunca conoció al empresario Zhenli Ye Gon y que, al igual que al resto de los distribuidores de insumos para la salud, para 2005 se le cancelaron los permisos para importar seudoefedrina, luego de que el organismo a su cargo comprobó que la demanda de antigripales en el país superaba con mucho a la prevalencia de enfermedades respiratorias.

Había una demanda ficticia, afirmó, para enseguida comentar que en el periodo 2002-2004 Ye Gon importó legalmente 50 toneladas del precursor químico. Debido a los controles que estableció Cofepris en coordinación con la Procuraduría General de la República (PGR), la Dirección de Aduanas, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), existe la documentación que da cuenta sobre el destino final que tuvieron dichas importaciones.

En entrevista con este diario, Enríquez Rubio dio cuenta de la irregularidad que le tocó denunciar sobre la empresa propiedad de Ye Gon, Unimed Pharm Chem México. A finales de 2005, la Cofepris y la Dirección de Aduanas detectaron que el empresario importó productos farmacéuticos con permisos falsos -aun cuando pudo haber obtenido autorizaciones legales-, y las sustancias tampoco eran las que señalaban esos papeles apócrifos, pero se supone eran seudoefedrina.

Lo que debió proceder, dijo, era la cancelación de cualquier tipo de licencia de Ye Gon. De ninguna manera pudo haber obtenido permiso para seudoefedrina, porque se prohibió desde 2005 para todos los distribuidores, enfatizó el ex funcionario. Enríquez ya no supo qué pasó después, porque dejó la Cofepris el 15 de enero de 2006.

-¿Qué pasó con la seudoefedrina?

-Es una sustancia, precursor químico que no se produce en México. Se trae de otros países, China entre ellos. Se usaba en la fabricación de medicamentos para descongestionar las vías respiratorias.

''La demanda era razonable y estaba en línea con el comportamiento de las infecciones respiratorias, pero a partir de 2001 creció la demanda. Tan es así, que de 100 toneladas que se compraron en 2002, para 2003 subió a 164 y en 2004 llegó a 216 toneladas. Este mismo fenómeno se presentó en otras partes del mundo, nada más que aquí notamos que los medicamentos -ya como producto terminado- se estaban desviando para otros fines. Así que, conjuntamente con la JIFE y autoridades mexicanas, europeas y estadunidenses, establecimos una serie de medidas de control'', señaló.

-¿Cuáles fueron esas medidas?

-La obligación de los países productores de prenotificar cuando sabían que iban a autorizar la salida de un embarque de seudoefedrina y hacia dónde se dirigía. Los países receptores informaban que aceptaban la importación y de dónde. Así se empezó a crear un sistema de información con Naciones Unidas y Estados Unidos sobre el destino de la sustancia. Por parte de México, además, las autoridades consulares verificaban que las firmas de los permisos de exportación fueran auténticas, y aquí, siete meses antes de dar la autorización, el importador tenía la obligación de decir para qué, a quién le iba a vender o qué producía y quiénes eran sus clientes. Eran unas 50 empresas, entre laboratorios y distribuidores.

-¿Cuál era la situación de Unimed Pharm Chem México?

-Desde 2001 tenía licencia de distribuidor de productos que eran legítimos y controlados, entre ellos la seudoefedrina. Entre 2001 y 2003 no existían controles estrictos, porque la desviación se empezó a notar a finales de 2003.

-Si ya existía el control, ¿por qué en 2005 se cancelaron los permisos de importación para los distribuidores?

-Por la información epidemiológica; era claro que se estaba trayendo seudoefedrina que no necesitábamos. Por ejemplo, mientras en el año 2000 se habían registrado 29 millones de episodios de infecciones respiratorias agudas y se importaron alrededor de 80 toneladas de seudoefedrina, en 2004, con menos de 26 millones de casos de enfermedad, se trajeron 216 toneladas de la materia prima. Sin duda era una demanda ficticia por envíos cada vez mayores de producto terminado a Tijuana.

''Nos reunimos con la industria, los distribuidores y las farmacias para explicarles y que aceptaran que las importaciones se reducirían a la mitad y sólo lo podrían hacer lo laboratorios fabricantes. Además, las farmacias sólo podrían vender tres cajas de antigripales por cliente. Luego vino el cambio de la seudoefedrina al grupo de medicamentos controlados y la sustitución por fenilefrina en los antigripales.''

-¿Qué pasó entonces con la empresa de Ye Gon?

-Obtuvo autorización para importar 9 toneladas de seudoefedrina en 2002, 20 en 2003 y 35 en 2005, pero sólo pudo traer 21 toneladas. En 2005 se suspendieron las autorizaciones para las comercializadoras. Pero a fines de ese año, conjuntamente con Aduanas, encontramos que Unimed estaba importando insumos con autorizaciones falsificadas. Supuestamente eran naproxen, metilacetilamina y penicilina. Me imagino que en realidad era seudoefedrina.

-¿Qué pasó después?

-Por lo que se ha visto, en 2006 importó una cantidad de toneladas enorme, seguramente al amparo de permisos apócrifos, porque legalmente no era posible. A otras empresas que en años anteriores nos tocó detectar -en Cofepris- que tenían licencias falsas o la información que proporcionaban no coincidía, les cancelamos automáticamente las autorizaciones. Y en el caso de las 41 toneladas que Ye Gon importó entre 2003 y 2004, en la comisión existe la información exacta de su destino final.

-¿Zhenli Ye Gon podía obtener permisos para importar otros insumos?

-Sí. Hubiera podido obtener permisos legales, pero no lo hizo, los falsificó. Ya no supe qué pasó, porque salí de Cofepris en enero de 2006, pero lo que procedía era que se le cancelaran todos sus permisos.

-¿Usted conocía al empresario de origen chino?

-Ni la menor idea. Lo conocí apenas en la televisión. No estaba en mis funciones como comisionado autorizar nada y sólo en raras excepciones lo hice cuando no estaban los funcionarios a quienes sí les correspondía, pero de la empresa Unimed no firmé ningún documento.

-¿Ya lo buscaron de la Secretaría de la Función Pública?

-No, todavía. Mandé una carta hace 10 o 15 días a esa secretaría, a la de Salud y a la PGR, diciéndoles que estoy a sus órdenes en cualquier momento y circunstancia. Estoy en la mejor disposición de colaborar. A la procuraduría he ido para pruebas periciales y para ratificar la denuncia de falsificación de firmas de permisos de importación de dos juicios que están en proceso.

 
Compartir la nota:

Puede compartir la nota con otros lectores usando los servicios de del.icio.us, Fresqui y menéame, o puede conocer si existe algún blog que esté haciendo referencia a la misma a través de Technorati.