Un incendio desató una cadena de accidentes que cortó la electricidad en la mañana
Caos y alarma por apagón en Barcelona; más de 350 mil afectados
Barcelona sufrió hoy un apagón histórico que provocó el caos, la alarma y la desesperación. Un incendio fortuito en una terminal eléctrica de la empresa suministradora Fecsa-Endesa obligó a la capital catalana a hacer un viaje en el tiempo: más de 60 por ciento de los semáforos de la ciudad dejaron de funcionar, lo que derivó en un caos vial casi general; los hospitales tuvieron que echar mano de los generadores de emergencia para salvar la vida a sus pacientes y continuar con las intervenciones quirúrgicas en marcha; los servicios del tren y del metro se quedaron suspendidos por varias horas, con los pasajeros atrapados en los vagones, y numerosas escuelas y empresas debieron suspender actividades ante la falta de energía eléctrica. En total, más de 350 mil personas afectadas, de las cuales 110 mil tendrán que esperar hasta mañana para volver a tener luz.
Alrededor de las 11 de la mañana, una cadena de accidentes derivó en el mayor apagón eléctrico en la historia de Barcelona, ciudad con más de 2 millones de habitantes, que en estos días suele tener además decenas de miles de turistas. El origen de la falla eléctrica fue la caída de un cable de alta tensión en la central de energía de la colonia de L-Hospitalet de Lobregat, que provocó a su vez un aparatoso incendio y daños severos en cuatro subestaciones más de distribución de energía.
Tanto el gobierno autonómico como la administración central responsabilizaron de la avería y de la tardanza en la reparación a las empresas responsables del suministro de la luz, Fecsa-Endesa y Red Eléctrica España (REE),que tienen prácticamente el monopolio del sector en España. El responsable de REE en Barcelona también señaló al incendio fortuito como el origen del apagón, si bien añadió que un cable de 110 mil kilovatios de potencia se derrumbó en la subestación de Collblanc, que además de provocar dos incendios potentes que devastaron las subestaciones, averiaron sensiblemente el sistema de funcionamiento de cuatro subestaciones más. El resultado: más de 90 por ciento de la ciudad sin luz.
Según han relatado a los medios de comunicación los vecinos de Barcelona, alrededor de las 11 de la mañana la ciudad "se apagó''. Uno de los sectores más afectados por el apagón fue el de los medios de transporte público que, unido al caos vial y circulatorio por la falta de semáforos, provocó la desesperación en miles de personas que se vieron atrapadas en grandes embotellamientos. Los servicios de trenes de cercanías, los que comunican a la capital catalana con las poblaciones más próximas, se tuvieron que suspender durante más de una hora y media, lo que afectó a más de 30 mil pasajeros. Mientras, el servicio del tren interurbano se suspendió durante media hora y provocó que miles de pasajeros se quedaran atrapados durante ese tiempo en los túneles subterráneos de la red.
Las consecuencias del apagón también se hicieron sentir en el sector empresarial, no sólo en los grandes almacenes y en las tiendas del casco histórico, sino también en decenas de centros de trabajo que tuvieron que suspender sus actividades ante la imposibilidad de realizar sus labores. Incluso el servicio de telefonía se vio sensiblemente afectado por la falta de energía eléctrica, una vez que alrededor de 200 estaciones base de telefonía celular dejaron de funcionar por la falta de suministro, mientras el servicio de telefonía fija funcionó desde temprano gracias a la utilización de electrógenos.
Al cierre de esta edición se habían resuelto las averías en dos de las cuatro subestaciones afectadas, con lo que más de 110 mil personas tendrán que pasar la noche en vela, sin que se conozca hasta ahora si estos problemas se podrán resolver en las próximas horas o en "las próximas semanas".
La gravedad del incidente provocó que la Generalitat de Cataluña anunciara la apertura de un expediente sancionador a las empresas responsables.