Usted está aquí: viernes 20 de julio de 2007 Espectáculos Promotores refrendan importancia de espacios culturales independientes

Reunión de acercamiento entre autoridades capitalinas e integrantes de esos sitios

Promotores refrendan importancia de espacios culturales independientes

Proponen la creación de una licencia especial de funcionamiento, incentivos fiscales y cambios en reglamentos

Deben concebirse como lugares educativos y ser autosustentables, señalan

TANIA MOLINA RAMIREZ

Este miércoles se reunieron algunos integrantes de espacios culturales y promotores con representantes de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y el presidente de la Comisión de Cultura de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en sesión “informativa”, para “empezar a abrir los canales de un diálogo”, para plantear la importancia de estos espacios para la vitalidad de la ciudad, su problemática y la necesidad de legislarlos.

En el foro Espacios Culturales Independientes Alternativos, organizado por la Red de Espacios Culturales Independientes Alternativos (RECIA) y la Secretaría de Cultura, y llevado a cabo en el centro La Pirámide (proyecto cultural del Gobierno del Distrito Federal), los ponentes coincidieron en que se debe reconocer la existencia de los espacios culturales independientes alternativos (ECIA) e incorporarlos a la ley.

Javier Gámiz, vocero de RECIA (www.recia.org), expuso que se requiere un paquete de reformas integrales que podría incluir: en la Ley de Fomento Cultural añadir el concepto de ECIA; en el Código Fiscal, establecer beneficios fiscales; en la Ley para el Funcionamiento de Establecimientos Mercantiles, crear la licencia tipo C para los ECIA, que responda a sus características particulares; en la Ley de Cultura Cívica, que se permita pegar carteles y distribución de volantes; en la de Desarrollo Urbano y Vivienda, y en la de Espectáculos Públicos.

“Nos ha tocado sacar de los separos a gente por pegar carteles de cursos de verano”, ilustró Jocelyn Pantoja, de La Pirámide.

Recuperar inmuebles

Otros ponentes mencionaron que también haría falta revisar la Ley de Fomento Económico.

Asimismo, se planteó la recuperación de inmuebles abandonados que sean del gobierno local, demanda medular que desde hace años plantea la RECIA.

El diputado Mauricio Toledo, presidente de la Comisión de Cultura de la ALDF (quien fue blanco de la descarga de críticas del público referidas a todo lo institucional, tuviese que ver con él o no) aseguró, desbordadamente generoso, que él apoyaría ante la Asamblea lo que fuera que los presentes acordaran: “Cuenten con un servidor. Lo que planteen lo asumo como mío. Los tiempos ustedes los van a marcar. Cuando tengan un acuerdo integral, lo proponemos”, e invitó a la RECIA a acudir ante el órgano legislativo.

Cabe recordar que hace unos meses el Partido Alternativa Socialdemócrata propuso cambios legislativos en esta materia, a los cuales la RECIA se opuso porque no había habido una amplia consulta entre los involucrados.

Los representantes de la Secretaría de Cultura simplemente escucharon las propuestas.

No se llegó a ningún acuerdo, mientras, la RECIA llevará a cabo una reunión de evaluación.

Al foro asistieron cerca de 30 personas, representantes de diversos espacios: desde aquellos institucionales o semioficiales (El Faro de Cuautepec, La Pirámide, el Circo Volador) hasta los netamente independientes, como El Galerón y Dada X. También había agrupaciones que antes no habían participado en iniciativas de la RECIA, como el Frente Cultural para los Frentes.

También estaban presentes Gerardo Alvarez, del espacio virtual www.fuga.com.mx; Javier Gámiz, vocero de RECIA, del Komplejo Kultural/La Alverka (que lleva dos años cerrado “por falta de fondos”); y la urbanista Camila Chapela.

Diferencia de proyectos

Varios de los ponentes resaltaron el papel vital que juegan los espacios culturales en una ciudad y la importancia de distinguir entre un Hard Rock Live y un Multiforo Alicia (que no tuvo representantes en el foro): el primero tiene un claro afán mercantil y el segundo ayuda a mostrar la diversidad de las propuestas artísticas, se asume como una trinchera de lucha cultural.

Karol Sánchez, de El Galerón, dijo que los espacios culturales independientes alternativos “son indispensables para el crecimiento de cada individuo. Son proyectos educativos. No son para pasar el tiempo libre. Se cree que son para dominguear, pero deberían ser tan importantes como cualquier clase universitaria. Son laboratorios de experimentación”.

En este sentido, José Luis Paredes Pacho, invitado por ser profundo conocedor del tema de los espacios culturales e integrante del Consejo de Fomento Cultural de la Secretaría de Cultura, recordó cómo Pedro Almodóvar mencionaba que el foro cultural La Rock Ola, en Madrid, en los 80, “era como la gran universidad de aquellos años, algo que reflejaba lo que ocurría en el mundo”.

Mencionó que a veces se tiene una visión esquizofrénica: si una banda de jazz se presenta en un club, es reventón, si se presenta en una sala de conciertos, es cultura.

Paredes Pacho también mencionó los espacios que han permitido que artistas florezcan (“que se arriesguen y desarrollen sus propios proyectos”), vanguardistas, “que planteaban transgredir el campo cultural para vincularlo a lo cotidiano, asociar el arte con el reventón, romper las barreras entre público y artista, como La Quiñonera, a finales de los 80”.

Además, en estos espacios, como ocurrió en el LUCC, crecieron grupos que luego se hicieron célebres, como Café Tacuba.

La lógica, pues, no es mercantil. Sin embargo, así es como las autoridades los ven. Además de que evidentemente estos espacios necesitan poder sostenerse económicamente.

Por tanto, Sánchez planteó que las autoridades debían concebir a los espacios culturales independientes bajo las dos lógicas: la de que son proyectos educativos y de que necesitan ser autosustentables.

Sin personalidad

Gerardo Alvarez, de www.fuga.com.mx, recordó la conocida situación de los ECIA: no tienen personalidad jurídica, por tanto tienen que funcionar legalmente ya sea como restaurante, bar o table dance. Esto tiene implicaciones fiscales y de permisos, entre otros. Además, sume a los espacios en una lógica de tener que estar teniendo que preocuparse por desgastantes detalles administrativos, algunos absurdos, como la exigencia de tener estacionamiento para un lugar cuyo público claramente no tiene coche.

La discusión sobre la pertinencia de legislar los espacios no es nueva. La RECIA existe desde hace cuatro años. En otros foros también se ha hablado del tema, pero sus integrantes sentían que se necesitaba un mayor acercamiento con la Secretaría de Cultura y con la Asamblea Legislativa.

Por otro lado, algunos integrantes de la RECIA reconocieron la necesidad de abrir más el abanico para que la red incluya otros espacios independientes que hoy no participan.

 
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