Usted está aquí: viernes 20 de julio de 2007 Cultura Ultimátum de atrilistas despedidos de la Sinfónica Carlos Chávez

Reitera funcionario que no habrá marcha atrás en la restructuración de la orquesta

Ultimátum de atrilistas despedidos de la Sinfónica Carlos Chávez

ANGEL VARGAS

Un mes de plazo es el que dan para ser reinstalados los cerca de 30 músicos de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez que, aseguran, fueron “despedidos injustificadamente” el pasado 17 de abril.

De no ser así, anunciaron ayer que interpondrán una demanda laboral contra el Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), instancia de la que depende la agrupación.

Precisaron que el recurso legal lo consideran sólo como última alternativa y afirmaron que antes buscarán agotar todas las instancias vía el diálogo y la negociación.

Al respecto, informaron que este jueves enviaron una misiva al presidente del CNCA, Sergio Vela, para solicitarle que cumpla el compromiso contraído el mes pasado con el director de orquesta Fernando Lozano –fundador de Sinfónica Carlos Chávez– de entablar diálogo directo con los músicos cesados.

En conferencia de prensa, reiteraron que si bien su separación es manejada por las autoridades como parte de la restructuración de la orquesta, “la verdad es que por un capricho” del director del SNFM, Sergio Ramírez Cárdenas, se atentó no sólo contra sus derechos laborales, sino contra el proyecto mismo de la sinfónica.

Sostuvieron que la orquesta está “en decadencia”, con bajo nivel y “desorganizada, al extremo de que los músicos no saben cuándo deben regresar de vacaciones”, ni cuál es el programa de trabajo.

Desmintieron a Ramírez Cárdenas en cuanto a que han recibido alternativas de trabajo, y reiteraron que su pugna es, más que lo laboral, por mantener a la sinfónica como ha funcionado a lo largo de sus 17 años y consolidarla en lo profesional.

Tras precisar que el mes de plazo se debe a que sólo pueden entablar un recurso legal por despido injustificado después de cuatro meses de ocurrido el cese, sostuvieron que tan arbitrarios han sido los tres criterios con los que justificaron ese despido que a la fecha varios atrilistas trabajan en otra u otras orquestas, además de la Chávez, lo cual es una de las razones para despedirlos.

Por su parte, Ramírez Cárdenas reiteró que no habrá marcha atrás para recuperar la vocación original de la sinfónica, que consiste en fortalecer el sistema de fomento musical y ofrecer más apoyos a jóvenes interesados en esa carrera.

Ello ha implicado revisar, entre otros aspectos, la situación de los músicos mayores de 35 años que llevaban mucho tiempo cobrando becas juveniles, los que tenían más de 10 años de antigüedad y los que laboraban en otra u otras agrupaciones. “Era una irregularidad que en algún momento teníamos que subsanar”.

Desmintió lo afirmado por los atrilistas respecto de que se ha dado más atención y presupuesto a otros proyectos. De los recursos sustantivos del SNFM, 67 por ciento son para la orquesta, dijo, y puso como ejemplo que mientras un integrante de la Sinfónica Infantil y Juvenil de México le representa al sistema una erogación de entre 8 y 10 mil pesos al año, uno de la Carlos Chávez cuesta 100 mil pesos.

 
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