Usted está aquí: domingo 15 de julio de 2007 Economía EU no responde a países aliados de América Latina

Deja fuera de agenda inmigración y comercio: expertos

EU no responde a países aliados de América Latina

El énfasis en la justicia social no es convincente, dicen

REUTERS

Washington, 14 de julio. El gobierno de Estados Unidos intentó reforzar esta semana su "agenda positiva" en América Latina, justamente en momentos en que no ha podido responder a sus aliados de la región en asuntos que ellos consideran esenciales, como inmigración y comercio, según analistas.

La semana empezó con una conferencia de la Casa Blanca con organizaciones no gubernamentales que operan en la región, en la cual el presidente George W. Bush; la primera dama, Laura Bush; la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y otros funcionarios reforzaron las iniciativas estadunidenses para mejorar la salud y la educación en América Latina.

Diplomáticos estadunidenses insisten en que el "año de participación" de Estados Unidos en América Latina no busca ser un contrapeso a los intentos del presidente venezolano, Hugo Chávez, un feroz enemigo de Washington, de ampliar su influencia regional y promover el sentimiento antiestadunidense.

Pero varios analistas políticos temen que la nueva retórica, combinada con tímidas acciones puntuales, aumente la frustración y el escepticismo entre los latinoamericanos en relación con la súper potencia.

"El nuevo énfasis de la Casa Blanca en la justicia social en el hemisferio es reactivo y nada convincente", dijo Cynthia Arnson, directora para la región en el Woodrow Wilson Center.

La verdad es que un debilidado Bush, que viajó a cinco países de América Latina en marzo, tiene poco que ofrecer a América Latina en el penúltimo año de gobierno, señalan.

El mandatario no logró obtener el apoyo de su propio partido para aprobar en el Senado una reforma a la ley de inmigración que legalizaría a alrededor de 12 millones de inmigrantes ilegales, importantísima para México y Centroamérica.

En cuanto a comercio, Bush enfrenta trabas de la oposición demócrata, que controla el congreso desde enero.

Los demócratas exigieron cambios laborales y de medio ambiente en los acuerdos negociados por el gobierno de Bush con Perú, Colombia y Panamá, y hasta el momento no dieron señales concretas de que están dispuestos a considerarlos rapidamente.

"Si Estados Unidos no cumple con sus compromisos en comercio y en aprobar leyes más humanas y racionales de inmigración, va a ser difícil convencer a los latinoamericanos de que realmente al país le importa la región", dijo Michael Shifter, vicepresidente para Política del Diálogo Interamericano, un centro de investigación en Washington.

En otro mensaje negativo, los demócratas dieron la espalda al colombiano Alvaro Uribe, cercano aliado de Bush y un presidente muy popular en su país, descartando la aprobación del acuerdo comercial hasta que muestre "evidencias concretas" de mejora en materia de derechos humanos y en cuanto al problema que representa el asesinato de sindicalistas.

"Si persisten las circunstancias actuales, va a ser ser más costoso ser un amigo de Estados Unidos en la región que un oponente", dijo Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas, una asociación integrada por multinacionales con intereses en América Latina y el Caribe.

La conferencia en la Casa Blanca coincidió con un nuevo viaje de funcionarios estadunidenses de alto rango a Chile, Uruguay y Brasil para reforzar el mensaje de buenas intenciones y énfasis en el comercio para reducir la pobreza.

Sin embargo, hay quienes piensan que repetir el mensaje con poca acción concreta no es del todo malo, después de fuertes críticas de que la potencia olvidó a la región en los últimos años.

 
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