Usted está aquí: sábado 14 de julio de 2007 Cultura Llama Luis Villoro a superar la exclusión que divide al país

El filósofo aborda los retos de la sociedad mexicana en su libro más reciente

Llama Luis Villoro a superar la exclusión que divide al país

Necesitamos hacer algo por los pueblos indígenas y su cultura, así como por los pobres, dice

''Hace falta una transformación radical y los únicos con esa conciencia son los zapatistas''

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

La sociedad mexicana tiene ante sí tres retos ineludibles: la impartición efectiva de justicia, alcanzar una democracia participativa y reconocer en todos los ámbitos la multiculturalidad del país. Este planteamiento lo establece y desarrolla el filósofo Luis Villoro en su libro más reciente, Los retos de la sociedad por venir.

A los tres retos -señala el autor en el prólogo- ''tenemos que responder fundados en razones, pero sólo si esas razones pueden orientarnos en el mundo; así, justicia, democracia y multiculturalismo intentan proponer respuestas 'razonables' a esos tres retos".

En su libro -publicado por el Fondo de Cultura Económica- Villoro distribuye estos temas en ocho capítulos: I. Una vía negativa hacia la justicia; II. De la idea de la justicia; III. Democracia comunitaria y democracia republicana; IV. La izquierda como una postura moral; V. Condiciones de la interculturalidad; VI. Multiculturalismo y derecho; VII. Del Estado homogéneo al Estado plural; VIII. Multiculturalismo: un liberalismo radical. Añade, además, un apéndice en el cual distingue ''lo racional de lo razonable".

Situación real de injusticia

En entrevista con La Jornada, Luis Villoro -académico e integrante del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)- conversa sobre este nuevo trabajo.

-¿Qué situaciones concretas dan lugar a esta reflexión?

-El hecho de que México es un país dividido entre los excluidos y los que no lo están. En México amplios sectores de la población están excluidos y eso es una situación real de injusticia que está determinando los grandes problemas del país. Hay exclusión de los pueblos y las culturas indígenas; hay exclusión de los pobres.

''Es una división, por tanto, económica, es una división también cultural: contra eso tenemos que hacer algo. Sucede en México como sucede en otros países, en general en sociedades capitalistas. Esa situación de injusticia es la que dio lugar a este libro.''

-¿Quiénes promoverán estos cambios si los que gobiernan o tienen el poder político no reflexionan sobre esto, ni parecen tener la formación y el conocimiento necesarios para hacerlo?

-Los gobernantes en nuestros países están influidos por la dinámica del capitalismo mundial, no tienen ni han tenido conciencia de las necesidades de justicia en el país. Hace falta una transformación radical de la sociedad y los únicos que tienen conciencia de la necesidad de esa transformación radical son, pienso yo, los zapatistas. Aunque muchos lo consideran un movimiento marginal y muy pequeño, tiene esa conciencia y es parte de lo que trato de plantear en el libro. Urge la transformación en las formas de democracia, una transformación en las formas de justicia.

-Una de las preguntas que aborda en Los retos de la sociedad por venir es: ¿Aseguran las nuevas democracias surgidas con la derrota de los regímenes totalitarios la libertad política de los ciudadanos? ¿Qué responde?

-No. Ahí entra la cuestión de la democracia desde abajo, lo que yo llamo una democracia comunitaria. La democracia actual en México y en la mayoría de los países es una democracia representativa. Es decir, una democracia donde un conjunto de ciudadanos que, por más buenos que pudieran ser y por más justos que quisieran ser, representan sólo a un sector de la sociedad. No es una democracia controlada desde las bases, en la que participen los ciudadanos. En México, una vez que han sido elegidos los diputados y senadores, se olvidan de quién los eligió y no se sienten obligados a rendir cuentas a quienes los eligieron.

''Hace falta una democracia comunitaria en la que las personas electas sean representantes reales de los ciudadanos y sean electos a condición de que rindan cuentas. Eso es lo que llamo una democracia participativa, que algunos llaman republicana porque es la que más se acerca a lo que se llamaba en la teoría antigua el republicanismo. Existió en algún momento de la Revolución Francesa, pero en general no ha existido.''

Respeto a la multiculturalidad

-El viraje hacia una democracia participativa, comunitaria, ¿pasa por un cambio en el modelo económico?

-Necesariamente, aunque muy adelante, porque un cambio de este tipo es muy difícil lograrlo de un día para otro, pero es un camino para lograr un cambio radical en las relaciones económicas.

-Ante estos desafíos, ¿qué papel le toca jugar a la izquierda, social y política?

-Le toca un papel fundamental: una posición de no conformismo con lo que sucede en la realidad. Yo llamo izquierda a todo movimiento y toda actitud que se oponga a la dominación actual, porque vivimos en una sociedad basada en la dominación. No quiero hablar de la izquierda como un partido ni como una tendencia cultural. Hablo de la izquierda como una actitud personal y colectiva de resistencia en contra de dicha dominación. En mi libro, ésa se manifiesta en relación con esos tres retos: en contra de toda forma de injusticia; en contra de una democracia para unos cuantos; y en contra de una cultura que se presume única y excluye a las demás. Es indispensable el respeto a todas las culturas existentes en el país.

 
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