"Están trabajando en el norte del país", dijo el gobierno
Hallan restos en Chiapas, serían de dos desaparecidos
Ampliar la imagen Entre la hierba se encontró el cráneo que sería el de uno de los indígenas desaparecidos por una disputa de tierras en Chiapas Foto: Moysés Zúñiga Santiago
Ocosingo, Chis., 6 de julio. Integrantes de organismos no gubernamentales y pobladores de Viejo Velasco Suárez encontraron los restos óseos presuntamente de dos de los cuatro indígenas que desaparecieron el 13 de noviembre pasado, durante un ataque armado de comuneros del poblado Nueva Palestina por una disputa de tierras.
Diego Cadenas Gordillo, abogado del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, informó que los restos podrían pertenecer a Miguel Moreno Montejo y Pedro Núñez Pérez, porque en el lugar se encontró la ropa que llevaban puesta el día del enfrentamiento.
Con éstos sumarían seis indígenas muertos por el ataque referido, hecho del cual la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió un informe al gobierno mexicano y éste respondió que en Chiapas no había ninguna desaparición forzada y que los presuntos desaparecidos estaban trabajando en el norte del país.
La búsqueda de los desaparecidos se inició a petición de sus familiares, a falta de respuesta de las autoridades. En las labores participaron, además de las familias, miembros del Centro Fray Bartolomé de las Casas y de las organizaciones Xi'nich, y Salud y Desarrollo Comunitario.
Alrededor de las 8 horas de este viernes, en una empinada vereda que va de la comunidad Viejo Velasco Suárez a Nueva Palestina, en la selva Lacandona, los pobladores hallaron un cráneo y huesos que estaban entre hojas secas y lodo, así como ropa de las víctimas.
Ese camino fue utilizado para huir por los más de 300 comuneros de Nueva Palestina que atacaron a sus vecinos de Viejo Velasco, según Petrona Núñez González, sobreviviente del ataque, quien vio como su padre, Pedro Núñez Pérez, y su vecino Miguel Moreno Montejo, fueron asesinados cuando eran llevados por la fuerza.
Al rendir su declaración ministerial, la mujer mencionó el sitio aproximado donde ocurrió el crimen. Al lugar habría acudido personal de la fiscalía del estado, sin encontrar rastros de los cuatro indígenas.
Sin embargo, en la vereda que se abre entre el bosque y casi una hora después de haber partido a pie de la localidad de Paraíso, los miembros de la comisión se encontraron hoy con una soga con que los dos indígenas habrían sido llevados amarrados.
Además vieron un cráneo, dos huesos sacros, una pelvis, costillas y fémures, entre otros restos óseos, que se encontraban semiocultos entre la maleza en un área de entre 10 y 15 metros cuadrados.
"¡Ese era de mi papá!", exclamó Diego Moreno Vázquez al encontrar un cinturón negro con una vaina para guardar un puñal. "Yo lo conozco, mi papá siempre lo usaba para pelar naranjas, es un cinturón de mochila que él adaptó porque no tenía dinero para comprar otro", dijo.
Enseguida sacó de su morral una camisa café claro para compararla con otra que fue encontraba semienterrada y que era del mismo color, sólo que un poco desteñida. "Esta era de mi papá. Mi mamá las compró y nos dio una a cada uno", aseguró.
Junto a un cráneo estaban dos pantalones con sus respectivos cinturones, y tanto Diego como Gilberto Núñez González, hijo de Pedro Núñez, la otra presunta víctima, los reconocieron como propiedad de sus respetivos padres.
"Es evidente que la fiscalía no sólo no hizo la búsqueda eficaz de los desaparecidos, sino que ha querido fortalecer la hipótesis de que se habían ido al norte del país a trabajar", dijo Diego Cadenas.
El abogado indicó que hoy mismo se notificó del hallazgo a un agente del Ministerio Público con sede en Palenque, y más tarde se hará lo mismo con la CIDH.