La justicia debe anteceder a la caridad, dice a empresarios críticos del plan hacendario oficial

Regaña Calderón a la IP que vía altruísmo busca deducir impuestos

Se agravó la miseria en 40 años de vida de la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural, señala

Esa agrupación no es culpable del problema, aclara, pero la filantropía no revertirá la desigualdad

CLAUDIA HERRERA BELTRAN

El presidente Felipe Calderón respondió con dureza a las críticas de empresarios al proyecto de reforma hacendaria, el cual, señalaron, puede afectar sus actos de beneficencia. La desigualdad no se va a revertir, "perdónenme ustedes, únicamente con acciones filantrópicas", advirtió el jefe del Ejecutivo.

A los consejeros de la Fundación Mexicana para el Desarrollo Rural (Fundar), organización benefactora de campesinos pobres, Calderón expresó su voluntad de corregir la reforma, pero les pidió comprender que la pobreza no se resuelve con gradualismos ni con acciones de buena voluntad.

Argumentó que si continúa la desigualdad se seguirán incubando en todo el país, particularmente en el campo, rencores y agravios que se exacerban con intenciones políticas, a la vez que se pueden romper totalmente las posibilidades de desarrollo.

El michoacano reaccionó de esa manera porque, minutos antes, Alberto Castelazo, presidente de la Fundar -en cuyo consejo directivo se encuentran Lorenzo Servitje, Gerardo Bours Castelo, Markos Achar, Fernando Chico Pardo, Pedro Aspe Armella, Miguel Mancera Aguayo y Juan Ignacio Gallardo Thurlow, entre otros-, calificó el plan de reforma de "sombra" que se cierne y "amenaza" con afectar la deducibilidad de las aportaciones que hacen a organizaciones filantrópicas.

La inconformidad de estos hombres de negocios se debe a que el nuevo gravamen propuesto por el Ejecutivo, la contribución empresarial a tasa única (CETU), no considera deducibles las aportaciones que empresas y personas físicas aportan a organizaciones filantrópicas.

Durante la clausura de la asamblea de la Fundar, realizada en el casino militar del Campo Marte, Castelazo expuso que en 40 años esta asociación civil, creada y sostenida por la iniciativa privada, ha apoyado a las familias campesinas pobres, pero se quejó que los flujos provenientes de la filantropía son disputados cada vez más por otras instituciones altruistas.

Azota hambre a 60% de habitantes del campo

En defensa de su propuesta de reforma, Calderón retomó cifras expuestas en un video de la Fundar y señaló que 60 por ciento de las familias que habitan en el campo son pobres, sobreviven con 10 pesos al día y no tienen para comer.

"Bien lo dice el video que ustedes señalan: 40 años trabajando la fundación y la pobreza no se ha resuelto, se ha agravado. No es responsabilidad de la fundación, por supuesto, es de la sociedad entera y del gobierno, y por esa razón hemos llegado a la conclusión de terminar de manera categórica con el círculo de la miseria", expresó.

Después señaló que tomaba nota de los aspectos críticos que puedan ser susceptibles de revisión o de mejora en la propuesta de reforma tributaria y hacendaria, pero también les pidió no perder el objetivo.

El círculo de la miseria, señaló, no se va a romper con acciones graduales o inerciales ni sólo con gestos de buena voluntad de todos, del gobierno y de la sociedad. Tienen que tomarse decisiones "categóricas".

Virtudes teologales

Por eso les pidió no ignorar a los pobres. "Es ahora cuando tenemos que revertir esa desigualdad y no lo vamos a hacer, perdónenme ustedes, únicamente con acciones filantrópicas; son estas absolutamente bienvenidas, son admirables", pero insuficientes.

Enfatizó que la lucha contra la desigualdad requiere de actos concretos masivos y con toda la capacidad estatal para construir caminos rurales "antes de que sigan desmoronándose sobre los campesinos más pobres, como ocurrió esta misma semana en Puebla".

Añadió que también se requiere llevar agua potable a 10 millones de mexicanos que no la tienen, así como drenaje, escuela y clínicas rurales.

Aunque expresó su disposición a mejorar la propuesta de reforma hacendaria presentada al Congreso de la Unión, les pidió que no pierdan el "plano general" de que se trata de una reforma para los que menos tienen.

Y dijo compartir con ellos que la caridad no sólo es buena, sino que es la única redentora del hombre, pero "no olvidemos que la caridad, junto con la fe y con la esperanza, son virtudes teologales, y que sólo pueden ser válidas las virtudes teologales si antes cumplimos con las cardinales o las virtudes morales y éstas son la prudencia, la templanza, la fortaleza y, sobre todo, la justicia".

Insistió en que no hay caridad sin justicia y que México necesita encabezar una cruzada enorme por una justicia que está olvidada.

Al final, se mostró confiado en contar con empresas socialmente responsables que puedan continuar con la generosidad de la filantropía por vías sensatas, convenientes, pero haciendo la tarea previa de generar condiciones de justicia y armonía en el país.