Cientos de locales y extranjeros portan el tradicional pañuelo rojo en el cuello
Al grito de ¡Gora San Fermín!, arranca la fiesta de Pamplona
Los organizadores esperan que lleguen al festejo más de un millón de turistas
Ecologistas realizan Encierro humano, protesta con cuernos de plástico y desnudos
Pamplona, 6 de julio. Pamplona, capital de Navarra, se vistió ayer de rojo y blanco para revivir el chupinazo -lanzamiento del cohete que marca el inicio de la más célebre e internacional fiesta taurina del País Vasco, los encierros de San Fermín.
"¡Viva San Fermin! Gora San Fermin!", exclamó en castellano y euskera (lengua vasca), la alcaldesa conservadora de Pamplona, Yolanda Barcina, al encender el cohete, ante una plaza abarrotada de extranjeros y nacionales, exactamente a las 12 horas locales.
"La fiesta estalla. Es una explosión de alegría ver a todas las personas en la plaza consistorial y eso se transmite, con lo que, cuando uno va a lanzar el chupinazo la sensación que tiene es especial, hay que vivirla. Es muy difícil explicarlo con palabras", dijo Barcina horas antes del momento estelar en declaraciones a Radio Nacional de España.
El chupinazo da la clara señal de inicio de las celebraciones desde el balcón de la municipalidad y hace desatar una serie de petardos entre los asistentes, en su mayoría jóvenes y extranjeros, quienes se visten de blanco con el tradicional pañuelo rojo al cuello.
La huella de Hemingway
Durante los nueve días de corridas y jolgorios -con los tradicionales encierros de toros, bailes y conciertos-, los organizadores esperan más de un millón de "mozos y mozas", estadunidenses y turismo internacional seguidores de la estela que dejó el escritor Ernest Hemingway en su novela Fiesta, que atrae a miles de visitantes de todo el mundo.
Conocidas por los ríos de alcohol que corren durante estos días, los sanfermines son también una de las grandes fiestas taurinas de España, donde los amantes de la tauromaquia esperan ver faenas de los más famosos lidiadores en la plaza pamplónica.
El sábado, a las ocho horas, comenzarán los populares encierros, con toros de la ganadería de Dolores Aguirre. Todas las mañanas, hasta el sábado de la próxima semana, los mozos locales, vestidos de blanco y con pañuelo rojo al cuello y algunos turistas intrépidos, recorrerán los 825 metros por las calles del casco antiguo hasta la plaza de toros donde más tarde se celebrará la corrida.
Desde 1911, los encierros de este festejo han causado 14 muertos.
El jueves, convocados por la organización de defensa de los derechos de los animales Peta (People for the Ethical Treatment of Animals), centenares de antitaurinos desnudos y con llamativos cuernos de plástico sobre sus cabezas, realizaron por las calles de Pamplona una colorida manifestación a la que denominaron Encierro humano, para protestar contra la suerte de los toros de San Fermín.